EL FINAL DE LA REVOLUCIÓN
En esta entrada llegamos al ocaso de la revolución francesa. Pese a que los historiadores discutan sobre si ésta terminó con la caída de Robespierre o con el golpe de estado de Napoleón, la fecha más aceptada es 1799. Fecha en la que Napoleón empezó a guiar los designios de la nación francesa. Veamos qué pasó hasta ese momento.
NUEVAS Y PURGADAS ELECCIONES
Las elecciones de 1797 acabaron con una purga de los elementos realistas. Esto provocó la necesidad de ocupar sus plazas con nuevos miembros. Por esta razón, se convocaron las elecciones de 1798.
En esta ocasión, el Directorio se encargó de publicar unas listas de candidatos previamente revisadas. Así, se prohibió la asistencia a las elecciones de un buen número de realistas, moderados y jacobinos extremistas. La versión oficial señaló que se buscaban candidatos que no pretendiesen derribar a la república, asegurando la estabilidad al Directorio a largo plazo. Pero como podéis pensar, tras esto había otros objetivos. El principal era el controlar la institución limitando el acceso sólo a personas afines a los dirigentes franceses del momento. Nada nuevo bajo el sol.
Pero con esta lista retocada no acabó todo. El Directorio, pese a haber descalificado a los candidatos más radicales y los realistas, aún temía la rebelión de otros miembros. Los Jacobinos comenzaban a recuperar la prominencia y esto les generaba dudas. Y el resultado fue una nueva lista censurada. El 22 de Floreal Año VI (11 mayo 1798) se publicó una ley que privó a 106 diputados jacobinos de su puesto en el Consejo de los 500. Fue un golpe de estado en toda regla para que el Directorio controlase todas las cámaras francesas. La única (y llamativa) diferencia fue que no degeneró en violencia.
Antes de pasar a los hechos bélicos de 1798, me gustaría señalar que en 1799 tuvieron lugar otras elecciones. Aquí no se descalificó a los Jacobinos, razón que provocó su victoria, pues los moderados y realistas seguían censurados. Los vencedores, conocidos como neo-jacobinos, pronto pedirían al Directorio que fuese más revolucionario. A la par, publicaron una serie de medidas muy centradas en política social, para ganarse el apoyo de los sans culottes en caso de insurgencia y otras destinadas a asegurar que los impuestos se pagasen.
Estos giros políticos no hacían más que dinamitar la revolución y destruir la reputación del Directorio, al cual se veía como un ente débil y corrupto. Como consecuencia, muchas franceses pedían un líder militar fuerte y carismático para enderezar la situación, y aquí Napoleón fue el que más rápido captó la idea y los apoyos. Veamos cómo lo hizo.
GUERRAS REVOLUCIONARIAS 1798-1799
Tras la firma del tratado de Campo Formio con Austria a finales de 1797, la situación gala en la Europa continental era tranquila. En estas campaña de Francia contra los austriacos en Italia, Napoleón había tenido un peso importante y su prestigio creció de forma considerable. El corso supo aprovecharlo y mediante la propaganda vendió su imagen como militar capaz y decidido.
Napoleón sabía que las élites francesas estaban cansadas de tantos vaivenes y buscaban la estabilidad y el orden. Como dije antes, pensaban en un líder carismático que guiase los designios del país y que no le temblase el pulso a la hora de tomar decisiones. Y frente al descrédito de los políticos, los militares y sus victorias empezaron a llamar la atención en París. ¿Podía un militar ser la solución a los problemas de Francia? Napoleón, astuto, comenzó a indagar en esa posibilidad.
A partir de aquí comenzó una carrera propagandística. Se presentó como un líder revolucionario pero al mismo tiempo respetuoso con las tradiciones. Jugaba por lo tanto con conceptos básicos para amplios sectores de la sociedad, buscando ganarse así su apoyo. Pero aún le faltaba prestigio y renombre para llegar a ser considerado como un eje de la nación. ¿Cómo conseguirlo? El Bonaparte pensó en la guerra como mecanismo que le llevase a la cabeza de Francia.
GUERRAS EN 1798
En 1798 el Directorio emitió una ley de reclutamiento permanente y preparó la creación de las conocidas como repúblicas hermanas alrededor de Francia. Entre las que nacieron destacan la Helvética (Suiza) y una serie de repúblicas-estado en Italia. Como ya dije, se trataban de estados títeres controlados por Francia y con órganos de gobierno muy similares al Directorio.
En Italia, el hecho más llamativo se dio con el papado. Tras varios encontronazos, los franceses ocuparon Roma, saqueando el tesoro vaticano. Obtuvieron así una importante suma de dinero que iría a financiar el siguiente destino de prestigio de Napoleón; Egipto.
Y llegamos a una de las expediciones más conocidas del líder francés. La misma fue presentada como una manera de liberar a los egipcios de los mamelucos y con fines histórico-científicos. En realidad se buscaba controlar las plantaciones de algodón y caña de azúcar egipcias, sentar una base para cortar el tráfico británico con la India (aún no existía el canal de Suez) e incluso provocar una sublevación antibritánica en la zona.
La expedición arrancó bien. Los galos vencieron a los mamelucos en la batalla de las pirámides, pero pronto la situación se torció. Los ingleses interceptaron a los franceses frente a Egipto y en la batalla del Nilo la flota francesa fue destrozada. Quedaban así los franceses prisioneros en suelo egipcio al estar el Mediterráneo en manos británicas.
Como último hecho militar a destacar en 1798, los franceses hicieron una nueva tentativa en Irlanda, acabando en derrota tanto terrestre como marítima.
GUERRAS EN 1799
Llegamos a 1799, año complejo que vio el fin de la revolución. Buscando frenar a los franceses, austriacos e ingleses acordaron hacer retroceder a Francia a sus límites territoriales anteriores a la revolución. De paso, se acabaría con las repúblicas hermanas, títeres de los galos. Tras varias escaramuzas en Italia, el Directorio se decidió a lanzar una ofensiva en Alemania. Pero la entrada en guerra de Rusia apoyando a los austriacos fue decisiva y los franceses cosecharon importantes derrotas en suelo germano e italiano. Para colmo de males, los ingleses abrieron un nuevo frente en Holanda. Todo esto motivó el caos en Francia. Los dirigentes realistas franceses, vetados y perseguidos, aprovecharon para sublevarse a lo largo del país.
Napoleón, viendo que estaba lejos del meollo y que no podía abandonar Egipto debido al bloqueo británico, decidió lanzar una campaña en Siria. La vendió a nivel oficial como un intento de provocar una sublevación del mundo islámico contra Gran Bretaña. Pero el corso temía quedarse en segundo plano en un momento en el que Francia necesitaba a sus militares, de ahí que se crea que este fuese el objetivo real. Aunque, los historiadores piensan que debido al bloqueo británico Napoleón no tuvo ninguna noticia de Europa durante meses. La campaña siria fue un fracaso y Napoleón tuvo que regresar a Egipto al enterarse que los británicos iban a atacar El Cairo. Pese a la difícil situación, la surte volvió a brillarle y en la batalla de Abukir derrotó a otomanos e ingleses, evitando la pérdida francesa del país egipcio.
Se cuenta que fue en este momento cuando recibió noticias de la delicada situación de Francia y diseñó un plan para fugarse, hecho que consiguió, desembarcando en Francia en octubre de 1799.
Cuando llegó, descubrió que la situación era mucho mejor. Los franceses habían derrotado a los británicos y rusos en Holanda en los meses de septiembre y octubre y cosecharon victorias contra rusos y austriacos en Suiza e Italia. A la par, las insurrecciones realistas fueron sofocadas. ¿Qué podía hacer Napoleón para convertirse en el centro de atención? Pasemos a contar un hecho decisivo.
ACABANDO CON LA REVOLUCIÓN; EL GOLPE DE NAPOLEÓN
Napoleón Bonaparte había preparado con conciencia su llegada a Francia. Se había encargado de que emisarios fuesen por los caminos hablando de sus victorias en Egipto y de presentarlo como el salvador de Francia frente a un Directorio corrupto y obsoleto. Esto provocó que fuese muy bien recibido en su marcha hacia París.
A su llegada, presentó su expedición a Egipto como un éxito para la ciencia y tanteó las posibilidades que se le ofrecían para hacerse con el poder. Sabía que por la vía legal no iba a ser posible, al no cumplir con los requisitos necesarios ni tampoco ser 100% del agrado de los directores en el gobierno.
Pero no quería arriesgarlo todo a un golpe militar que en caso de fracaso acabase con su carrera. Es por esto que diseñó un plan muy curioso, contando para ello con el apoyo tanto de militares como de su hermano Lucien Bonaparte. Lucien era presidente del Consejo de los 500, lo que indica que la familia Bonaparte contaba con importantes apoyos en Francia.
El plan consistía en aprovechar una reunión de este consejo para señalar que se había descubierto una conspiración jacobina para tumbar al gobierno. Por seguridad, la reunión debía trasladarse al Castillo de Saint-Cloud. A la par de estos hechos, Napoleón sería nombrado comandante en jefe de las tropas de París para asegurar la ciudad ante el inminente golpe jacobino. La fecha de elección para el inicio del plan fue el 9 de Noviembre de 1799 (18 de Brumario según el calendario revolucionario francés).
Como os podéis imaginar, este golpe jacobino era una inventiva para precipitar los acontecimientos. Y el plan arrancó sin problemas. Una vez los miembros de la cámara reunidos en Saint-Cloud, tocaba la segunda fase del plan.
La misma consistió en la dimisión de 3 de los 5 directores que componían el Directorio. De este modo, por ley, este órgano de gobierno no podía reunirse. Los tres directores que dimitieron lo hicieron o por su desapego con la situación o porque fueron sobornados con grandes cantidades de dinero. Los dos que no, pertenecientes a los Jacobinos, fueron arrestados y confinados en un palacio bajo vigilancia. Se les acusaba de apoyar el supuesto golpe jacobino.
Y ahora entró en escena el propio Napoleón. En una primera visita al Directorio, aseguró que éste había dejado de existir y que como comandante en jefe de las tropas, él se haría cargo de la situación. Tras esto, se dirigió a la cámara donde el Consejo de los 500 estaba reunida para transmitir el mismo mensaje.
La historia nos cuenta que le abuchearon y que incluso hubo voces que pidieron votar para declarar a Napoleón traidor a la patria y proceder a su ejecución. Pretendían así darle el mismo tratamiento que a Robespierre. Y en este momento de máxima tensión, Napoleón Bonaparte clavó la puñalada definitiva a la revolución francesa. Salió de la sala de reuniones y se dirigió al ejército que defendía el castillo. Le señaló que había intentado ser asesinado por extremistas jacobinos ordenó a las tropas que entrasen en la sala y disolviesen el consejo de los 500. Para ello si recordáis, había sido elegido comandante en jefe de las tropas de París para el restablecimiento del orden, por lo que éstas obedecieron.
A la par que las tropas tomaban la sala, el Directorio murió. Nacía una nueva forma de gobierno, conocida como el Consulado. Pese a tener varios protagonistas a la cabeza, fue Napoleón el que consiguió controlar los designios de la nación. La revolución francesa había terminado.
RESUMEN DE LAS FORMAS DE GOBIERNO DURANTE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
A lo largo de nueve entradas, he ido mencionando una serie de formas de gobierno que jalonaron los hechos de la revolución. A modo de resumen, os nombro a las mismas:
- Los Estados Generales (pre-revolucionarios): 5 Mayo – 27 Junio de 1789
- La Asamblea Nacional: 28 Junio 1789 – 30 Septiembre 1791
- La Asamblea Legislativa: 1 Octubre 1791 – 20 Septiembre 1792
- La Convención Nacional (dividida en 3 fases):
1º El inicio de la República: 20 Septiembre 1792 – 2 Junio 1793
2º El Terror: 3 Junio 1793 – 28 Julio 1794
3º La reacción Termidoriana: 29 Julio 1794 – 26 Octubre 1795 - El Directorio: 2 Noviembre 1795 – 10 de Noviembre 1799
- El Consulado (No considerado como parte de la revolución): 10 de Noviembre 1799 – 18 Mayo 1804
¡Nos vemos la semana que viene con las consecuencias de la revolución!
LEE MÁS SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Revolución Francesa (X): Consecuencias
Revolución Francesa (VIII): 1796-1797
Revolución Francesa (VII): 1795
Revolución Francesa (VI): 1794
Revolución Francesa (V): 1793
Revolución Francesa (IV): 1791-1793
7- Luis XVI: Del absolutismo a la guillotina
Revolución Francesa (III): 1789-1791
Revolución Francesa (II): El estallido
Revolución Francesa (I): El camino a la revolución
BIBLIOGRAFÍA:
- McPhee, Peter. The French Revolution. Melbourne University Publishing (2015)
- Documental sobre la Revolución Francesa: https://www.youtube.com/watch?v=WYZPKfORXXk
- https://en.wikipedia.org/wiki/French_Directory
- Curso MOOC de Coursera: The French Revolution
- Bolinaga, Íñigo. Breve historia de la Revolución Francesa. Nowtilus (2014)