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LA TROMPETA DE JERICÓ

Revolución Francesa (I): El camino a la revolución

UN POLVORÍN A LA ESPERA DE UNA MECHA

ÍNDICE DEL POST

    Imagen cabecera del post la REVOLUCIÓN FRANCESA

    Bienvenidos a la revolución Francesa. Un hecho histórico que sigue inspirando, fascinando y horrorizando. ¿Por qué hubo una en Francia en 1789? ¿Cuáles fueron sus causas? ¿Cómo se encontraba el país en los años justo anteriores? ¿Cómo se distribuía su sociedad? Veamos.

    FRANCIA EN 1780, AÑOS PREVIOS A LA REVOLUCIÓN

    Hablemos de la demografía francesa de la época. En los primeros 80 años del siglo XVIII la población gala aumentó entre 5 y 7 millones. Esto supuso un crecimiento del 30%, contando con alrededor de 28 millones de habitantes. Francia era así el país más poblado de toda Europa occidental. Si comparamos, España tenía 10 millones de habitantes y Gran Bretaña unos 7. Esta población sería capital a lo largo de todo el periodo revolucionario y la posterior época napoleónica.

    Si hacemos zum en París, la ciudad contaba con unos 650.000 habitantes. Por lo tanto, 1 de cada 40 franceses vivían en la capital, valor muy inferior al actual, 1 de cada 7. Salvo en el caso de otras ciudades grandes como Lyon, Marsella y Burdeos, 1 de cada 40 nos indica dos cosas. Primero que el 85% sociedad de la época vivía en el campo. Y segundo, la desconexión de la población gala con su capital.

    mapa de Europa en 1780 centrado en Francia
    Francia en 1780. Fuente: Geacron.com

    Este carácter rural es muy importante para entender la distribución estamental francesa. La mayoría de la población vivía bajo un régimen de economía de subsistencia, con los riesgos asociados a una posible mala cosecha. Para colmo de males, debían pagar una parte de la misma a los señores feudales, los propietarios de la tierra.

    La economía feudal se complementaba con el auge comercial de puertos del Atlántico como Nantes, La Rochelle y Burdeos. Estos enfocaron sus actividades al comercio con las colonias de ultramar, destacando el Caribe.

    Retrato de Luis XVI, rey de Francia
    Luis XVI, el monarca francés de la época

    A nivel interno nos encontramos un caos económico-administrativo. Cada región tenía sus propias leyes, aduanas y divisiones administrativas. La lengua es otro factor a considerar, ya que el francés no era el único idioma hablado en la época. Pese a los intentos de la monarquía por imponer su uso, el mapa lingüístico galo era variado. El bretón, el provenzal y el alemán son algunos ejemplos de otros idiomas hablados en este periodo. Esta falta de uniformidad general hacía muy complejo dirigir el país. Y para colmo de males, dificultaba el establecimiento de una eficaz economía entre regiones. Esto, a su vez, imposibilitaba el auge de la creciente burguesía gala.

    ¿Tenían los franceses del momento algo en común? La respuesta afirmativa la encontramos en la religión. Se estima que un 98% de la población profesaba el catolicismo. El otro 2% incluía sobre todo judíos y protestantes, los cuales sufrieron más de una persecución.

    Pasemos a analizar la distribución estamental de la época.

    LOS 3 ESTADOS DE LA SOCIEDAD ABSOLUTISTA FRANCESA

    ¿Cómo se dividía la sociedad francesa? A la cabeza encontramos al monarca, cuyos poderes absolutos “procedían” de la gracia de Dios. Pero para ejercer su poder, los reyes se rodearon de tres estamentos. A cambio de privilegios y concesiones a dos de ellos, se encargaban de los asuntos del país y de apoyar al rey cuando este lo necesitase.

    EL CLERO

    Se estima que había unos 140.000 religiosos, lo que supone un 0,5% del total de la población gala de la época. ¿Cómo se distribuían? Alrededor de 26.000 eran frailes, 55.000 monjas, 40.000 sacerdotes y 19.000 curas. De todos ellos, unos 3.000 tenían un origen noble y pertenecían al alto clero.

    Imagen del cardenal de Rohan
    El Cardenal de Rohan, uno de los arzobispos más ricos y poderosos de la Francia de la época.

    La iglesia gala también se dividía en función de la riqueza y el parentesco. Pero esta distribución no era homogénea en el país. En el oeste francés (sobre todo en Bretaña), la concentración de sacerdotes y el porcentaje de población practicante era mucho mayor. Esto queda demostrado en la dureza de la represión durante el periodo revolucionario. En el sureste del país las condiciones del clero eran más duras y esto provocaba que menor población se dedicase a servir a Dios. También se cree que la influencia protestante pudo jugar un papel en este bajo porcentaje.

    ¿De dónde procedían los ingresos del clero? La fuente principal era de la propiedad y explotación de grandes extensiones de terreno, pero también gracias a diversos privilegios.

    • La iglesia poseía alrededor del 7% de todo el suelo urbano y rural del país, tierras con un alto valor. Su control le permitía arrendarlo y aplicar impuestos, incluso obtener porcentajes de las cosechas producidas.
    • Algunos terrenos por pertenecer a territorios con privilegios especiales, también podían recibir ayudas extras por parte del estado.
    • El clero no pagaba impuestos y se regía por sus propias reglas judiciales independientes del resto.

    Una pregunta que los historiadores se hacen es si la iglesia devolvía a la sociedad parte de los privilegios que recibía de ella. Hay disparidad de opiniones, pero se afirma que su labor más importante era en el campo de la educación. Aunque el porcentaje de población que sabía leer y escribir era reducido, esto cambiaría gracias al bajo clero.

    LA NOBLEZA

    Los nobles eran la élite de la sociedad del momento. De la nobleza salían la mayoría de ministros, intendentes y oficiales del ejército (un 90% del total). El número de nobles se estima en 125.000 personas, valor similar al del clero.

    retrato del marqués de Lafayette
    El marqués de Lafayette, uno de los militares de origen noble más famoso de la época.

    La nobleza también se subdividía en dos principales categorías:

    • “Noblesse d’épée” (nobleza de espada), ligada a los asuntos militares.
    • “Noblesse de robe” (nobleza de toga) vinculada a la administración y la justicia del país.

    A su vez, se subdividía en función de su riqueza, encontrando los grandes nobles, con influencia en Versalles y la nobleza rural.

    ¿De dónde procedían sus recursos? Como ocurría con el clero, una gran parte de la posesión y explotación de tierras.  Este valor  rondaba el 30% de todo el suelo del país. Los nobles aplicaban impuestos sobre sus vasallos, ya fuese dinero o productos del campo. A esto hay que sumar ciertos privilegios especiales por parte de la corona, como el derecho de caza y monopolios. Pero lo más importante era el hecho de que por su condición no pagaban impuestos.

    Un aspecto llamativo es el rechazo de la nobleza más acomodada a ocupaciones como la producción de manufacturas, el comercio y la banca. Estas tareas solían ser consideradas indignas para su estatus social y recaían en manos de miembros de la burguesía.

    Queda claro que el feudalismo seguía bien enraizado en Francia. El señor feudal controlaba a sus vasallos, los cuales le debían sumisión y el pago de impuestos. A cambio, el señor feudal debía protegerlos tanto física como económicamente. Pero al contrario que con el clero, se piensa que la nobleza no devolvía a la sociedad lo que recibía de ella. Esto le generó un resentimiento importante, algo patente durante la revolución.

    EL TERCER ESTADO: LOS NO PRIVILEGIADOS

    Vayamos al último de los estados, al cual pertenecía el 99% de la población gala. La gran mayoría lo formaban granjeros y agricultores, pero también englobaba a banqueros, comerciantes y otras profesiones liberales. Encontramos así burgueses cuya riqueza podía superar a miembros de la nobleza, pero su estatus no estaba respaldado por un título nobiliario. Y en este grupo de personas tenemos que hacer zum si queremos entender la revolución francesa.

    imagen satirica del pueblo llano cargando con la nobleza y el clero
    Sátira del tercer estado cargando con el clero y la nobleza

    Dediquemos unas frases a explicar esto con más detalle. El aumento de la población trajo consigo la necesidad de una mayor producción e importación de productos. Al estar mal vistas varias de estas actividades por los estamentos privilegiados, su aparición y desarrollo cayó en manos de la burguesía. Esta empezó a amasar una fortuna considerable y a pedir más protagonismo en la sociedad de la época. Por dar números, de alrededor de 700.000 miembros acaudalados en 1700, se pasó a unos 2.3 millones en 1780.

    Pero la rigidez estamental del momento le impedía su ascenso social. Y aquí surgieron dos tendencias. Por un lado, algunos burgueses empezaron a adquirir títulos nobiliarios, pero esta compra estaba limitada a ciertos puestos. Los altos cargos seguían reservados a las grandes familias nobiliarias.

    Por el otro, esta burguesía entendió que comprando títulos no iba a incrementar su influencia a corto plazo. Además, la rigidez interna del sistema le impedía comerciar libremente o establecerse en regiones controladas por los señores feudales. Por lo tanto, todo indica que esta burguesía comenzó a desestabilizar el país. De algún modo consiguió agrupar el descontento social y canalizarlo en un estallido. Tarea que la acabó catapultando a las altas esferas de la sociedad. Es cierto que la crisis de Francia sumada al inmovilismo de sus estamentos privilegiados.

    imagen de varios burgueses con el sombrero tipico
    La burguesía, relacionada con el auge posterior del capitalismo

    Pero eso vendrá en otra entrada. En la próxima analizaremos la influencia de los ilustrados y avanzaremos hasta los hechos que desembocaron en el estallido de julio de 1789.

    LEE MÁS SOBRE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

    BIBLIOGRAFÍA:

    • McPhee, Peter. The French Revolution. Melbourne University Publishing (2015)
    • Curso MOOC de Coursera: The French Revolution
    • Bolinaga, Íñigo. Breve historia de la Revolución Francesa. Nowtilus (2014)

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