DE LUIS XVI A NAPOLEÓN
Y llegamos a la décima y de momento definitiva entrada sobre la revolución francesa. A lo largo de ellas, partiendo de las causas, hemos querido narrar los principales hechos y transmitir los aspectos básicos de la misma. En la bibliografía de cada una de ellas he dejado recursos extras para profundizas, incluyendo anécdotas y curiosidades de la revolución. Para cerrar esta sección, vayamos con las consercuencias y algunos aspectos llamativos.
¿EXAGERACIÓN O REALIDAD?
Una de las primeras preguntas que nos podemos hacer radica en si la revolución fue uno de los hechos más trascendentales de la historia de la humanidad o su importancia se ha magnificado.
He de decir que existen historiadores en “ambos bandos” y me llama la atención los argumentos que se utilizan para defender sus posiciones. Intentando ser objetivos, no puede negarse que la revolución supuso la transformación de la Francia de la época y un impulso de una serie de ideas que llevaban pululando por el mundo y que por ejemplo también se habían manifestado en los nacientes Estados Unidos. Francia intentó cambiarlo todo, se enfrentó a casi todos sus vecinos y libró en su seno una lucha intestina de poder. Por lo tanto podemos afirmar que la revolución sí fue un hecho capital en el país galo. ¿Y en el exterior?
Resulta llamativo, y esto es una opinión personal, que parece que su mayor impacto histórico tuvo lugar años más tarde, ya que en la época, su entorno se limitó a luchar contra la Francia revolucionaria. Sus valores, ideas y símbolos intentaron reproducirse por doquier para justificar revoluciones y cambios en el siglo XIX. Pero, ¿de ahí a cambiar la historia de la humanidad? Eso es algo que os dejo a vosotros.
CONSECUENCIAS
El análisis que voy a realizar sobre las consecuencias económicas, políticas y sociales de la revolución va a estar dividido entre corto y largo plazo para diferenciar sus efectos. A corto plazo me refiero al periodo 1789-1799 y a largo plazo posterior a 1799. Hago esta división para intentar entender la importancia que tuvo la revolución en su momento y la posterior a sus hechos.
CONSECUENCIAS A CORTO PLAZO:
A corto plazo hay que resaltar los cambios en la jerarquía social, la unificación administrativa, el surgimiento de los términos ciudadano y nación y el nacimiento de un nuevo comercio interior.
Respecto a la jerarquía social, vemos que es cuestionada y rechazada la diferencia por simple nacimiento. Este rechazo fue muy importante porque desestabilizó los pilares del Antiguo Régimen. Al no aceptar los privilegios de sangre, se estaba rechazando la estructura de la sociedad. El mejor ejemplo lo tenemos con la declaración de los derechos del hombre, la cual decretó la igualdad entre ciudadanos, lo que permitió el ascenso del tercer estado. Todo esto ayudó a la difusión del término conocido como meritocracia, provocando el ascenso de personas a puestos de responsabilidad sin tener origen en el anterior estamento privilegiado. Consecuencia de lo anterior fue el auge de la burguesía, la cual pasó a dirigir Francia y a cimentar un nuevo estado burgués. Como ya dije en varias entradas, fue ésta la misma burguesía que financió y apoyó la propia revolución y la encauzó siempre que pudo.
Otro aspecto llamativo es el cuestionamiento del derecho divino de los monarcas, ocurrido durante el reinado de Luis XVI. Los reyes a partir de ese momento no pueden justificar su reinado gracias a la iglesia, debiendo someterse a la ciudadanía y aceptar ser gobernados por ella. Este cambio demostró que se podía rebatir a un rey e incluso echarlo y guillotinarlo si no era fiel a la nación, algo impensable años atrás y que supuso el fin de la monarquía absoluta en Francia durante la revolución.
También, surgió el término nación, cuya soberanía residía en los ciudadanos (concepto muy innovador), hecho que volvió a golpear los cimientos del antiguo régimen al quitarle el privilegio exclusivo de su razón de ser.
El acercar la política al pueblo, trajo como resultado un mayor interés por parte del mismo en los asuntos nacionales. La población empezó a hablar y a manifestar sus ideas abiertamente, algo novedoso en la época ya que la política estaba muy limitada a los altos estamentos. Aunque es cierto que este mayor interés se dio principalmente en las grandes ciudades, quedando el ámbito rural más desmarcado.
Respecto a la iglesia y el clero, sufrieron unas duras persecuciones por parte de los gobiernos revolucionarios jacobinos. Sus templos fueron asaltados y reconvertidos e incluso se buscó la descristianización del estado francés. Para ello se propusieron nuevos cultos y un calendario republicano que hacía difícil compaginar las festividades religiosas anteriores a la revolución.
Pero la revolución también trajo consigo un baño de sangre sin precedentes. Sentimientos como el miedo, la paranoia y la desconfianza pulularon a sus anchas y fueron causantes de estragos durante los diez años que duró la misma. Esto nos indica que se trató de una implosión del sistema francés ligada a unas enconadas luchas de poder.
Respecto a la mencionada uniformidad, la eliminación de privilegios y exenciones de los territorios provocó un desarrollo del sentimiento de unidad nacional. Si todos los territorios y ciudadanos eran iguales ante la ley y se regían por el mismo sistema administrativo, el elemento más importante era entonces la nación, punto de encuentro de todos los departamentos franceses. Esta unidad fue un elemento esencial que dotó de cohesión al pueblo francés en su lucha contra sus enemigos.
Toda la energía de este movimiento unificador acabó provocando el auge político-militar del estado francés. El gran número de voluntarios y soldados en combate se tradujo en el surgimiento de un ejército experimentado que acabó utilizando Napoleón para sus conquistas. A la par de éstas, se expandían las ideas de la revolución, por lo que grandes zonas de Europa sintieron los efectos de los sucesos que estallaron en 1789.
Por último, el fin del feudalismo y la sustitución de su sistema de impuestos por uno nacional significó una mejora en las condiciones de vida del campesinado. Esto fue así al no tener que entregar gran parte de su cosecha a los señores feudales, generalmente miembros del clero, la nobleza y la aristocracia. Salvo en años de malas cosechas, la comida fue más abundante y esto provocó la aparición de un germen comercial que detallaré a continuación.
CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO:
Los efectos principales los encontramos en el simbolismo de la revolución en el extranjero, el nacimiento de un sistema capitalista y de la preocupación por los derechos de los esclavos y las mujeres.
La abundancia de comida y el nuevo sistema de impuestos provocaron el aumento de la población y la especialización de la producción. Además la simplificación de pesos, escalas, medidas y leyes ayudó a eliminar el complejo sistema de aduanas interiores. Todo esto desembocó en la aparición de un comercio interior y de un espíritu comercial. Esta consecuencia, permitiría la posterior implantación de un modelo capitalista en Francia. Esto tiene una enorme importancia ya que las zonas rurales, muy acostumbradas a la economía de subsistencia, ahora podían especializar sus cultivos en algo concreto porque sabían que el comercio se encargaría de hacerle llegar el resto. Y si aplicamos este concepto a gran escala, tenemos un auge comercial y económico que fue muy positivo para la nación francesa.
Pero otra de las principales consecuencias la encontramos en el efecto psicológico que significó la revolución en el mundo. En otros países nacieron movimientos que se inspiraron en sus símbolos e ideología para justificar sus acciones. Por ejemplo, canciones cuya melodía era la misma que la marsellesa, banderas tricolor, incluso el símbolo de Marianne, la mujer de la república y la libertad, la igualdad y la fraternidad. Este simbolismo fue utilizado durante décadas, relacionándose la revolución con progreso. Si queréis ejemplos, mirad al siglo XIX en el continente americano y sus guerras de independencia o las posteriores revoluciones liberales en Europa.
Otro aspecto social importante lo tenemos en los debates sobre la libertad de culto y los derechos de los esclavos y las mujeres. Aunque la revolución no fue determinante en aplicar una política de igualdad, sí fue el comienzo para que posteriormente se condenase la esclavitud y que naciesen los movimientos feministas décadas más tarde. Lamentablemente aún quedaba un largo camino.
CONCLUSIÓN
Los hechos anteriormente citados nos demuestran que la revolución francesa tuvo unos cambios económicos, políticos y sociales importantes para la época. Pero lo más apasionante es que estos ganaron fuerza con el paso de los años. La revolución no acabó con su muerte, sino que perduró en las mentes de millones de personas, las cuales recurrieron a ella en busca de inspiración para aspirar a una vida mejor.
Para terminar, me gustaría expresar todo lo mencionado en una frase del escritor Charles Dickens, quien muy acertadamente definió a la revolución como:
«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; Era la era de las tinieblas; Era la primavera de la esperanza; Era el invierno de la desesperación. Teníamos todo ante nosotros, teníamos nada ante nosotros, Íbamos directo al cielo, íbamos directo en la otra dirección».
Esta frase compleja, refleja las terribles contradicciones que se dieron a lo largo de la misma. Puede que las intenciones pareciesen buenas, pero los hechos demuestran que no siempre fueron como se plantearon.
¡Hasta la semana que viene!
¿Quieres leer más sobre la revolución francesa?
BIBLIOGRAFÍA
- McPhee, Peter. The French Revolution. Melbourne University Publishing (2015)
- Curso MOOC de Coursera: The French Revolution
- Bolinaga, Íñigo. Breve historia de la Revolución Francesa. Nowtilus (2014)
Por cierto si os gustan los podcast de historia, os dejo con dos enlaces sobre la revolución francesa donde se analizan muchos aspectos de la misma: