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LA TROMPETA DE JERICÓ

Un rey para España

Una búsqueda a lo largo de Europa

ÍNDICE DEL POST

    rey españa 1870

    Esta semana os traigo un fragmento curioso de la historia de España. Viajamos al siglo XIX a un momento en el que las clases dirigentes españolas se dedicaron a viajar por Europa buscando un rey. Un rey que guiase los designios del país y que fuera en consonancia con la Europa de la época. Un rey que renovase el país y cambiase el curso de España a mejor. Pero hasta la elección del mismo, hubo momentos muy llamativos y que quiero que conozcáis.

    ¿POR QUÉ UN NUEVO REY?

    Fernando VII
    Fernando VII

    Como he dicho tantas veces, el siglo XIX español es quizás de los más complejos de su historia. Guerras, revueltas, pronunciamientos, sublevaciones… Todo creó un cuadro de absoluta inestabilidad en una nación que perdía el poco brillo imperial que le quedaba. Durante los dos primeros tercios del siglo, hubo dos figuras fundamentales, Fernando VII e Isabel II. Resumámoslo en que no fueron buenos reyes. El primero por traidor y por el problema que dejó con los carlistas y la segunda por débil. Si os fijáis, en el fondo era el reflejo de la situación general del país.

    Ya desde la experiencia liberal de Cádiz durante la invasión napoleónica, los liberales empezaron poco a poco a ganar peso político y a movilizarse. Tras ser esquilmados con Fernando VII, las guerras carlistas y la necesidad de apoyos de Isabel II motivaron que los liberales entrasen en el gobierno.  Pero los continuos pronunciamientos (los golpes de estado del siglo XIX), los hacían caer como fichas de dominó. El poder fue pasando de moderados a progresistas, con figuras como Espartero, Serrano, Narváez y O’Donnell.

    Isabel II
    Isabel II

    Pero a partir de la década de los 60 se empezó a gestar algo gordo. Hubo muchos intentos, todos fracasando menos el último, ocurrido en 1868. Este año tuvo lugar la conocida como la revolución gloriosa, la cual como primera consecuencia fue el destronamiento de Isabel II. ¿Por qué? Fundamentalmente porque se la consideró como una reina que evitaba el progreso de la nación y que había fracasado dando estabilidad a la misma. Pero su caída conllevaba un problema. ¿Qué forma de gobierno debía tener España? Las élites lo tenían claro. Pensaban que una monarquía daría la estabilidad que el país necesitaba y evitaría experimentos que pudiesen conllevar empeoramiento general. Pero no querían saber nada de los borbones, pues ni había un candidato en ellos que gustase y pensaban que era necesario aire fresco.

    Tocaba por lo tanto buscar por Europa una casa real que cumpliese con unos requisitos básicos. El primero que fuera una casa consolidada y de renombre. El segundo que no supusiese ningún problema diplomático ni dentro ni fuera de España. Y el tercero que sus ideas fuesen de la mano de la de los liberales. No querían absolutistas ni reaccionarios, pues ya tenían bastantes problemas con los carlistas en el norte, como para meter una casa real que simpatizase con ellos.

    corona española
    Viñeta satírica de Prim, Serrano y Topete subastando la corona española en Europa

    ¡QUÉ PASEN LOS CANDIDATOS!

    Hagamos una ronda con los candidatos principales que llegaron a plantearse y las razones que motivaron su rechazo o final elección. Recordar que a pesar de la debilidad, el trono español aparecía como un caramelo a los ojos de pequeñas ramas reales, por los que estuvo en los ojos de muchos más candidatos de lo que pudiese al principio parecer.

    BALDOMERO ESPARTERO

    Aunque no pertenecía a la realeza, se pensó en él para realizar una especie de transición. Ya lo había hecho entre 1840 y 1843, pero si somos críticos, no había funcionado tan bien como se quiso. A su favor tenía el ser una figura con prestigio y renombre dentro de los liberales y parecer un hombre firme y con autoridad. Pero el general no tenía la misma vitalidad que 30 años antes. Con 76 años en 1870, no se planteaba asumir un cargo que requería tantas energías y del que posiblemente sólo le produjese enemigos. Así que acabó rechazando la propuesta.

    baldomero espartero

    CARLOS MARÍA DE BORBÓN, CARLISTA

    Realmente nunca fue una candidatura por tres razones. La primera porque estaba en hostilidad abierta contra España y los borbones reinantes, habiendo habido hasta el momento dos guerras carlistas. La segunda porque era en realidad otra rama de los borbones, algo que se quería evitar y la tercera porque sus ideas eran ultraconservadoras.

    Carlos de Borbón

    ALFONSO DE BORBÓN

    Hablamos aquí del hijo de la destronada Isabel II. Como os podéis imaginar, su candidatura se cayó pronto debido a que se buscaba un cambio renovador, no continuar como hasta ese momento (además al tener 13 años implicaba un proceso de regencia). Tras el final de la primera república años más tarde, fue el candidato elegido para la restauración monárquica, tomando el nombre de Alfonso XII.

    Alfonso XII

    LEOPOLDO HOHENZOLLERN-SIGMARINGEN

    leopoldo hohenzollernEsta candidatura alemana fue responsable de uno de los eventos más importantes de la segunda mitad del siglo XIX en Europa. Pero antes de llegar ahí hay un dato gracioso que no me resisto a contar. Si os fijáis, el nombre es bastante difícil de pronunciar, algo que no pasó desapercibido para los españoles de la época. La respuesta fue divertida. Le apodaron “Olé Olé si me eligen” que es una transcripción graciosa de su nombre y que además ¡rima!

    Pero aparte de bromas, su candidatura fue objeto de los tejemanejes del canciller de hierro, Otto Von Bismarck. La Francia de Napoleón III se oponía frontalmente a ella, pues temía verse atenazada por alemanes en ambos extremos. Es por esto por lo que se intentaron iniciar conversaciones diplomáticas entre el gobierno germano y francés para llegar a un acuerdo. Las negociaciones no fueron fáciles y el canciller utilizó una treta aprovechando el envío de un telegrama para rechazar la candidatura de Leopoldo. En el conocido como telegrama de Ems, Bismarck modificó su contenido para hacerlo inadmisible ante los franceses, los cuales picaron. La respuesta fue su declaración de guerra a Alemania, aplastando la segunda a la primera en la batalla de Sedán e iniciándose así el Segundo Reich alemán.

    ¿Hubo realmente interés por parte de Leopoldo (que contaba con 35 años en 1870) y la casa real alemana? Sí, pero las limitaciones a la aceptación por parte de la casa real prusiana, el rechazo a iniciar hostilidades con Francia y los recelos que despertó en España acabaron malogrando la candidatura. Era un buen candidato, pero al final ha pasado a la historia más como una estratagema de Bismarck que como lo que pudo llegar a ser.

    FERNANDO DE COBURGO

    Fernando de Coburgo

    Aunque su nombre pueda despistar, este candidato pertenecía a la realeza portuguesa. Pese a que no fue el primer portugués en el que se pensó, suya fue la candidatura lusa más importante (también se barajó su hijo Luis). Fernando, que contaba con 54 años en 1870,  había sido en el pasado rey y regente de Portugal y muy apreciado por las casas reales europeas. Además era un candidato con mentalidad abierta y que sin duda habría aportado valor a España. Pero tenía un problema, bueno él no, sino su elección. Este candidato recibió muchos apoyos de la masonería y de los sectores a favor de la Unión Ibérica entre España y Portugal.

    Aunque esto se veía con muy buenos ojos desde España, no lo era así desde Portugal. Francia lo apoyaba, pero no así Inglaterra, la cual temía que la elección del rey desembocase en la unión de ambos países. Esto significaría la pérdida de influencia sobre el país luso, un importante aliado inglés durante siglos. En el fondo se dice que el propio Fernando temía que su elección fuese una simple excusa para la anexión de Portugal, por lo que nunca terminó de fiarse. Esto, sumado a diversas intrigas, provocó un distanciamiento y su rechazo formal del trono. Se perdía así la posibilidad de una unión hispana como ya ocurriese durante el reinado de Felipe II.

    LOS CANDIDATOS ESCANDINAVOS

    Puede sonar raro, pero es cierto que se barajaron algunos pretendientes. Por lo que se cuenta, la cosa nunca pasó de la idea o sugerencia, pues los candidatos eran protestantes u ortodoxos, algo que chocaba con el catolicismo español. Por citar nombres, los candidatos pensados fueron Hans de Gluckburg (hermano del rey de Dinamarca), el Landgrave Federico de Hesse-Cassel (cuñado del rey danés), Óscar de Suecia (hermano del rey sueco y heredero a su trono) y el Gran Duque Constantino de Rusia (emparentado tanto con la familia real rusa como con la danesa).

    ANTONIO DE ORLEANS, DUQUE DE MONTPENSIER

    Originario de la casa real de Orleans y emparentado con la familia real borbónica española y francesa, fue un candidato con mucho peso. Bien posicionado y con importantes apoyos, dedicó sus energías a hacerse infructuosamente con el trono español. Fueron varias las cosas lastraron su candidatura. Su pertenencia a los Borbones y a los Orleans fue mal vista tanto por Napoleón III como por gran parte de la élite liberal española. Pero su “tumba política” vino cuando mató a su primo tras un duelo debido a una ofensa. La noticia corrió como la pólvora por Europa, arruinando su reputación y ganándole incluso enemigos dentro de su propia familia. Se dice que se dedicó a conspirar contra Prim y los otros candidatos, acabando de malas maneras con el gobierno español al rechazar la candidatura aceptada. Por lo que he podido leer, era un hombre preparado pero que le perdieron las formas.

    antonio de orleans

    AMADEO DE SABOYA, DUQUE DE AOSTA

    amadeo de saboyaY llegamos al candidato ganador, el cual contaba con sólo 25 años en 1870. Pertenecía a la casa de los Saboya, en pleno apogeo tras haber logrado la unificación italiana, fenómeno conocido como Risorgimento. En un principio el rey italiano Víctor Manuel II rechazó la propuesta española, sugiriéndose que fuese el hermano del rey, Tomás de Saboya, el candidato. Candidatura que finalmente no cuajó. Hay que señalar que a la elección de un Saboya se le oponían los franceses y el papado, lo que no venía a ser más que otro escollo internacional.

    Pero los continuos problemas y rechazos de candidaturas seguían sumiendo a España en un mar de protestas. Los republicanos acusaban a Prim de perpetuarse en el poder (le apodaban Juan Prim…ero)  y pedían la república. Los agentes borbónicos aprovecharon todos estos meses para lavar su cara y presentarse como la única solución viable. Prim entonces sabía que tenía que aceptar la primera candidatura que fuese decente.

    Y los caminos llevaron de nuevo a la elección de Amadeo. Con la derrota francesa en la guerra franco-prusiana se superó un escollo y del resto se encargaron algunas logias españolas e italianas presionando a su favor. Todo esto sumado a los nuevos contactos diplomáticos por parte del gobierno español y al visto bueno europeo, llevaron a la aceptación de Amadeo al trono. Este hecho quedó también garantizado en España al ser el candidato más votado en las cortes.

    Comenzaba así una nueva época para España, bajo el amparo de un rey de la casa de Saboya, el cual sería conocido como Amadeo I.

    LA HUIDA DE AMADEO

    asesinato Prim
    Atentado del general Prim en Madrid

    Pero las cosas no empezaron bien para el monarca. Nada más llegar a España, su principal valedor, el general Prim, fue asesinado. Hay mucha nebulosa sobre su muerte, apuntando como dije cada vez más los indicios a agentes del Duque de Montpensier. Sea como sea, hace unos años exhumaron su cadáver y vieron que había muerto ahorcado, por lo que los días en los que se creía que estuvo agonizando no fueron así en realidad. En ellos se tomaron decisiones importantes, aparentemente procedentes de Prim y bajo la vigilancia del general Serrano. Esto nos llevaría a incluir al propio Serrano en el complot de su muerte.

    Amadeo traía buenas ideas pero resumámoslo en que no le dejaron. Los partidos no le hicieron caso y él, impotente, se dedicó a hacer lo que pudo (se rumorea que fue un mujeriego). Harto de un país que parecía ingobernable a sus ojos, acabó firmando su abdicación abandonándolo. Acababa así un experimento que duró algo más de dos años. Con su marcha se inició otro proceso histórico en España, la primera república, pero esa es ya otra historia.

    ¡Hasta la semana que viene!

    BIBLIOGRAFÍA

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