¿REYES CARLISTAS?
Bienvenidos una semana más al blog. En esta ocasión recorremos un pedazo de nuestra historia que no suele explicarse correctamente. Y es que el carlismo flota en una nebulosa histórica del que se suelen conocer algunos pretendientes y que hubo varias guerras carlistas. Más allá de eso, el asunto se envuelve en una nebulosa. Hoy, para poner fin a eso vamos a hacer un recorrido por todos aquellos pretendientes carlistas al trono español. Daremos pinceladas sobre la vida de cada uno y veremos las escisiones y divisiones internas. Escisiones que por supuesto hubo. Este es un resumen de aquellos puntos que vamos a tratar:
- La ley sálica y la pragmática sanción
- Fernando VII y su sucesión
- Isabel II vs Carlos María Isidro
- Pretendientes carlistas hasta la actualidad
- Escisiones y otros pretendientes
- Infografía sobre la cronología de los pretendientes carlistas
- Infografía sobre la cronología de los reyes de España desde el siglo XIX
LA LEY SÁLICA VS LA PRAGMÁTICA SANCIÓN
Antes de meternos con los carlistas, es importante que empecemos hablando de estos términos.
La ley sálica, se la debemos a los francos salios, un pueblo germánico que habitó en el noroeste de Alemania. En el siglo V d.C., compilaron una serie de leyes, de las cuales nos interesa la relativa a la sucesión monárquica. La misma, prohíbe a una mujer heredar el trono, recayendo esta tarea siempre en un varón.
En 1713, Felipe V, primer rey Borbón español, introdujo en España una variante, la conocida como ley semisálica. Según la misma, no se prohíbe el reinado de las mujeres, pero siempre se antepone un varón a ellas. Es decir, si hay un varón disponible, reinará antes que una mujer, pese a que su relación con el rey sea más directa. Por ejemplo, un sobrino del rey gobernaría antes que una de sus hermanas en el caso de no haber tenido descendencia.
La siguiente invitada es la pragmática sanción, la cual tiene una historia mucho más larga. Se trata de una serie de leyes que afectan a diversos aspectos fundamentales del estado, entre ellas la regulación de la sucesión dinástica. La que nos interesa hoy, surge en 1789 bajo reinado de Carlos IV. El monarca anularía la ley 1713, volviendo a la ley medieval de las 7 partidas, pero no lo haría público por diversas razones. Según el nuevo escenario de la pragmática sanción, las mujeres podían reinar si no había hermanos varones. Y además, se les daba prioridad respecto a parentescos más lejanos. Así, una hija del rey tenía prioridad antes que un sobrino de éste.
FERNANDO VII Y LA PRAGMÁTICA SANCIÓN
Fernando VII, hijo de Carlos IV, hizo pública la pragmática sanción de su padre en 1830. En ese mismo año nacería una hija suya, la que posteriormente sería conocida como Isabel II. Hasta ese momento, al no tener descendencia el Fernando, la sucesión recaía en su hermano Carlos María Isidro. Pero en el nuevo escenario de la pragmática, el trono lo heredaría Isabel, su hija.
Y aquí comenzó la pugna sucesoria. Los partidarios de Carlos María Isidro se movilizaron y presionaron para la vuelta a la situación anterior. Lo conseguirían en parte, anulando Fernando VII la pragmática temporalmente. Pero al final, volvió a sancionarla y a su muerte, acaecida en 1833, los derechos sucesorios al trono correspondían a Isabel II. Isabel contaba con casi 3 años, por lo que la regencia recayó en su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
Carlos María Isidro y sus partidarios no aceptarían esta situación y comenzaría en España un episodio atroz, las guerras carlistas. Y llegados a este punto, pasemos por fin a dar unas pinceladas sobre todos los pretendientes carlistas al trono español.
PRETENDIENTES CARLISTAS EN EL SIGLO XIX
CARLOS MARÍA DE ISIDRO DE BORBÓN (1833-1845)
El primer pretendiente, Carlos V según los carlistas, era hermano de Fernando VII y tío de Isabel II. Se sentía muy perjudicado por la pragmática sanción y en torno a él se englobaron diversos sectores sociales, generalmente reaccionarios.
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo, estalló la primera guerra carlista, un conflicto atroz de la historia de España. Tío versus sobrina, o cuñada, ya que era ella la que ejercía la regencia. España se dividió en dos bandos, un adelanto de lo que pasaría tiempo después.
Pero la guerra no fue bien para los carlistas. Tras casi 6 años de conflicto, se sella la paz mediante el convenio o abrazo de Vergara, aunque el conflicto duró un poco más en algunas zonas. Era una victoria de los partidarios de Isabel II. Muchos carlistas, descontentos con el acuerdo marcharían al exilio, incluido Carlos V.
En el exilio intentaría realizar diversas gestiones políticas, siendo la principal una proposición para unir ambas ramas dinásticas. Se buscaba así la reconciliación y Carlos V acabó aceptando, abdicando para ello en la figura de su hijo, siguiente pretendiente carlista. Decir que Carlos fallecería en Trieste en 1855, siendo sus restos enterrados en la catedral de esta ciudad.
CARLOS LUIS DE BORBÓN Y BRAGANZA (1845-1860)
Carlos Luis, o Carlos VI para los carlistas, era hijo de Carlos V. El acuerdo de reconciliación que acabamos de mencionar partía de la base de casar a Carlos VI con Doña Isabel de Borbón. Esta Isabel es la hija de Fernando VII, Isabel II, su prima hermana.
Pero por diversas razones, el matrimonio no se lleva a cabo y los carlistas se sienten engañados. Carlos VI se dedicaría a diversas acciones políticas, como la fijación de la doctrina primaria carlista y reanudación de la guerra civil. Para ello, contaría con el apoyo de algunas partidas de Cataluña, teniendo lugar varias insurrecciones a partir de 1846. Estos sucesos tendrían su cénit en 1848, con un levantamiento militar y el intento de entrada de Carlos VI en España, fracasando.
Pero este conflicto, al que algunos llaman segunda guerra carlista o guerra “del matiners”, no se generalizó. Pero Carlos, lejos de aceptar su derrota seguiría intentándolo. En 1860 habría un nuevo pronunciamiento, fracasando de nuevo. Finalmente, se exiliaría a Trieste falleciendo en 1861.
JUAN CARLOS DE BORBÓN Y BRAGANZA (1860-1868)
Carlos VI fallecería sin descendencia directa, sucediéndole su hermano Juan Carlos, que sería conocido como Juan III. Juan era de tendencia liberal y en ocasiones cercano a grupos proclives a Isabel II, lo que le granjeó problemas dentro del carlismo. Los choques principales tuvieron lugar con el carlismo más intransigente, encabezado por María Teresa de Braganza, viuda de Carlos V.
Para entender bien estos choques, hay que mirar a un pacto carlista conocido como el de Dinastía-Pueblo. Según el mismo, se obliga al monarca a aceptar la línea ideológica que le viene de la base carlista. Como os podéis imaginar Juan III chocaría con ella y la misma lo acabaría destituyendo en 1868 tras la revolución gloriosa. Esto provocaría nuevas tiranteces, pero finalmente, Juan III acabaría abdicando sus derechos en su hijo Carlos María en el mismo 1868.
Por dar más datos de su vida, apoyaría a su hijo en la tercera guerra carlista e incluso se convertiría en pretendiente legitimista al trono francés en 1883. Finalmente se retiraría a Reino Unido falleciendo en 1887 y siendo sus restos mortales enterrados en la catedral de Trieste.
CARLOS MARÍA DE BORBÓN Y AUSTRIA-ESTE (1868-1909)
Carlos María, Carlos VII para los carlistas, sería el rey más político del carlismo. En un primer momento, buscaría la inclusión del carlismo por la vía electoral, creándose una primera comunión tradicionalista. Incluso se cuenta que se sonó como candidato a ocupar el trono español tras la expulsión de Isabel II, aunque no sé si se trata de una exageración alimentada por sus partidarios.
Tras varios años en el parlamento, los carlistas lo abandonan en 1872 al señalar que había habido pucherazo en las elecciones senatoriales. Junto a otros aspectos, acabarían abandonando la vía parlamentaria para volver a la lucha armada. Carlos VII, desde su residencia en Ginebra, acaudillaría este movimiento. Daría incluso la orden de insurrección, iniciándose la tercera guerra carlista. En esta nueva guerra carlista, conseguiría el apoyo de diversas facciones, pero acabaría fracasando al igual que sus antecesores. Quedaban así los carlistas exhaustos y sin mucha habilidad de maniobra.
Pero el pretendiente ni mucho menos se detuvo e incluso volvió a haber acercamientos. En uno de ellos, Carlos recibiría una proposición para casar al hijo de Isabel II, Alfonso XII, con su hija Blanca. Se hubiesen así reunificado ambas dinastías, pero los carlistas rechazaron el acuerdo.
Carlos sabía que una insurrección era harto complicada, por lo que volvió a la vía política. Pero su idea de actualizar los principios carlistas y su doctrina social provocaría varias escisiones en su seno. Esto provocaría que al inicio del siglo XX, la situación del Partido Carlista no era nada halagüeña. Carlos maniobraría buscando nuevos apoyos, encontrando muchos dentro de los regionalistas y nacionalistas catalanes.
Finalmente, fallecería en Italia en 1909, siendo también enterrado en Trieste. Le sucedería su hijo Jaime.
PRETENDIENTES CARLISTAS EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
JAIME PÍO DE BORBÓN Y BORBÓN-PALMA (1909-1931)
Comencemos hablando del número de este rey. Sería conocido como Jaime I de España, o Jaime III según la numerología de los reyes de Aragón. He de señalar que es más conocido de la segunda manera que de la primera.
Jaime sería un monarca muy distinto a los anteriores. De mentalidad progresista, basaría su línea política en los sectores obreros y juveniles del carlismo. Incluso se llegaría a autodenominar como socialista. Esto provocaría que algunos sectores internos lo tildasen de desviacionista.
Pasemos a ver los tres periodos principales de su reinado y su política, conocidos como “jaimismo”. La primera, de 1909 a 1914, fue una época tranquila sin muchos problemas. Jaime aprovecharía para analizar el pensamiento base del carlismo y también realizar algunos retoques. Hay que señalar que pese a esto, no dudaría en apoyar la creación de milicias conocidas como requetés, muy sonadas durante la guerra civil española.
El segundo periodo, entre 1914 y 1919, se caracterizó por sus acciones durante la primera guerra mundial. Jaime III era de tendencia aliadófila, lo que no le ayudaba residiendo en Austria. Esto le alejaría del carlismo y provocaría una escisión, a la cabeza de la cual se situaba Juan Vázquez de Mella. Los mellistas, partidarios de Vázquez de Mella, eran en cambio proclives a luchar junto a las potencias centrales. Pero la base carlista permanecería fiel a Jaime.
El tercer periodo del jaimismo fue sin duda el más conflictivo y abarcó entre 1919 y 1931. Surgirían pugnas con los mellistas y lanzaría un manifiesto en contra de la dictadura de Primo de Rivera. Esto provocaría la represión por parte de la dictadura de activos carlistas.
En 1931, tras la proclamación de la segunda república, Jaime III hace un llamamiento a los carlistas para respetarla y no oponerse a ella. En ese mismo año, en septiembre, le visitaría Alfonso XIII con el fin de buscar una reconciliación entre ambas casas. Para su desgracia, Jaime fallecería poco después, no lográndose ningún acuerdo.
ALFONSO CARLOS DE BORBÓN Y AUSTRIA-ESTE (1931-1936)
Jaime III no dejó descendencia y según la sucesión carlista, el trono recaía en su tío Alfonso Carlos, hermano de Carlos VII. Este pretendiente será conocido como Alfonso Carlos I. Al heredar los derechos, contaba con 82 años y ningún descendiente varón, lo que no le hacía ser una opción de futuro.
Su llegada al poder provocaría un retorno a los esquemas más reaccionarios del carlismo. En ella se vería beneficiada la comunión tradicionalista, partido del carlismo que había sido refundado en 1931 con la unión de mellistas e integristas. Consecuencia de ello, sumado a otros condicionantes, provocaría el cambio de posición del carlismo respecto a la república. Los mismos fomentarían la creación de milicias y conspirarían para derribarla, participando Alfonso Carlos I en las gestiones.
Curiosamente, el siguiente en sucederle dentro del carlismo era Alfonso XIII. Es por esto que antes de que eso ocurriera, decidió designar a su sobrino Francisco Javier como regente del carlismo.
Pero poco más pudo hacer. Alfonso Carlos fallecería en el mismo 1936 en Austria, siendo enterrado en suelo austriaco. Se acababa así la línea de sucesión principal carlista, aquella que procedía de Carlos María Isidro.
REGENCIA CARLISTA (1936-1952)
Como acabamos de ver, Francisco Javier de Borbón-Palma y Braganza, sobrino de Alfonso Carlos I, había sido designado regente en 1936. Pese a fallecer su tío meses más tarde, no sería elegido pretendiente carlista inmediatamente.
Francisco Javier apoyaría igualmente las gestiones carlistas para sublevarse contra la república, dando como resultado la guerra civil española. En la misma, los carlistas tendrían más de un roce con Franco y los sublevados, saliendo esquilados de ello. El choque más llamativo vino cuando Franco unificó todos los partidos políticos en uno solo, dejando a los carlistas con un mero papel subordinado.
Con el fin de buscar una solución, Francisco Javier llegó a reunirse con Franco, mostrando su desacuerdo con éste. Franco lo acabaría expulsado de la zona sublevada, buscando exiliarse en Portugal. Desde allí intentaría seguir actuando a favor del carlismo, aunque no pudo evitar la pérdida de influencia del mismo. Con el fin de buscar una solución intentaría varias acciones, siendo la principal en 1941. En ese año presentó un manifiesto a favor de una transición de dictadura militar a monarquía tradicional, previo paso a una monarquía parlamentaria. Poco caso le hicieron.
En Francia, su apoyo a la resistencia francesa le llevó a ser detenido por los nazis y ser internado en el campo de concentración de Dachau. Sobreviviría, y tras ello, intentaría reconstruir políticamente al carlismo. Poco éxito tendría. Llegaría incluso a entrar clandestinamente en España, siendo detenido y expulsado.
Finalmente, en 1952, los carlistas lo reconocerían como sucesor legítimo y jefe carlista, dando fin a la regencia y comenzando el período como Javier I.
PRETENDIENTES CARLISTAS OFICIALES DESDE LOS AÑOS 50
FRANCISCO JAVIER DE BORBÓN-PALMA Y BRAGANZA (1952-1975)
Tras ser elegido sucesor, Javier I seguiría intentado hacer valer sus derechos a la corona española. Regresaría a España y lo volverían a expulsar.
El pretendiente intentaría revitalizar el carlismo y tendría que hacer frente a una facción disidente, los estoriles, la cual acabó apoyando a Juan de Borbón, padre del futuro Juan Carlos I. Javier intentaría hacerle frente presentando a su hijo Carlos Hugo como príncipe carlista. Sería aceptado y se dedicaría a pulular por España en diversos actos, hasta ser expulsado por Franco en 1968. Esto provocaría protestas y altercados.
El siguiente hito importante lo encontramos cuando Franco designa a Juan Carlos como sucesor suyo. Los carlistas protestarían, pero nada podrían hacer. Pese a tener adeptos en el país, no cuentan con suficientes apoyos.
En 1972, Javier sufre un grave accidente automovilístico que lo deja fuera de juego. A partir de ese momento, su hijo de hace cargo de la dirección del Carlismo, pese a que su padre no abdicaría en él hasta 1975. Javier I, nunca recuperado del todo de su accidente, fallecería en Suiza en 1977, siendo enterrado en Francia.
CARLOS HUGO DE BORBÓN-PARMA Y BOURBON-BUSSET (1975-2010)
Carlos Hugo, conocido como Carlos Hugo I, no era alguien desconocido en el carlismo. Como acabamos de ver, su padre lo había ido presentando en el país con el fin de hacer frente a escisiones y aglutinar el carlismo en su persona.
Carlos Hugo era ideológicamente distinto a su padre. Buscó una renovación del carlismo, acercándolo a unas tesis socialistas autogestionarias e incluso cercano en algunos aspectos al marxismo. Esto como os podéis imaginar, chocó frontalmente con los sectores más reaccionarios del carlismo. Pero la cosa fue más allá cuando estos sectores se aglutinaron alrededor de su hermano Sixto, el cual se proclamó pretendiente. Hay que decir que las pugnas entre ellos provocarían la ruptura familiar y la desmembración del carlismo durante la transición.
Tras su fracaso electoral en 1979, se desvinculó de la política, aunque volvería al entorno carlista más izquierdista más tarde. Fallecería en 2010, siendo enterrado en Parma, Italia.
CARLOS JAVIER DE BORBÓN-PARMA (2010-ACTUALIDAD)
Llegamos así al último pretendiente carlista si no tenemos en cuenta a Sixto. Carlos Javier I, nombre por el que es conocido, heredaría de su padre Carlos Hugo la pretensión carlista. Nació en Holanda y es también considerado como un miembro de la familia real holandesa.
A nivel ideológico, ha asumido las tesis socialistas autogestionarias de su padre y se ha mostrado proclive a un modelo federalista en España.
Por último, hay que señalar que se considera como heredero legítimo carlista, aunque ha señalado que no está en su mente buscar un pleito dinástico. Lógicamente, su pretensión no es reconocida por su tío Sixto y sus seguidores. También algunos carlistas que seguían a su padre no lo han reconocido oficialmente.
OTROS PRETENDIENTES CARLISTAS
Y llegados a este punto, no me gustaría cerrar la entrada sin dedicar un espacio a otros pretendientes carlistas. Los principales surgirían a partir de los años 40, una vez fallecido Alfonso Carlos I. Al extinguirse la rama directa del carlismo, se favorecería el surgimiento de otras.
LOS CARLOCTAVISTAS
El origen de esta rama lo encontramos en el pretendiente Jaime III. Al morir sin descendencia, el trono lo había heredado su tío Alfonso Carlos I y tras éste vendría la regencia de Francisco Javier. Según los seguidores de Jaime, la sucesión debía de haber recaído en uno de sus sobrinos, hijo de su hermana Blanca.
Hablamos de Carlos Pío de Habsburgo y Borbón quien permaneció en un segundo plano hasta 1943. Y aquí tenemos que analizar la situación política del momento. Franco, intuyendo que los nazis acabarán perdiendo la guerra, decide maniobrar para intentar desligarse de su apoyo a Hitler. A la par, los monárquicos le presionan para que vuelva a instaurar una monarquía. Y cuando digo monárquicos hablo tanto de alfonsinos, en la figura de Juan de Borbón, como carlistas, con Francisco Javier (futuro Javier I).
Franco, ayudado por sectores falangistas muy moldeados, decide dar autoridad a otro candidato carlista para dividir las peticiones monárquicas. La táctica era simple y le fue efectiva. Se basó en enfrentar a unos con otros para debilitar tanto al carlismo como a los juanistas.
Y de este modo, en 1943 Carlos Pío (Carlos VIII), reclamó los derechos sucesorios carlistas en un comunicado. Sus seguidores, conocidos como carlooctavistas u octavistas, se escindirían del carlismo principal y se situaron cerca del régimen franquista. Pero como acabo de decir, no había voluntad de que realmente gobernasen y fueron utilizados.
En 1953 fallecería Carlos Pío, entrando esta rama en decadencia. Dos de sus hermanos seguirían reclamando los derechos, Antonio María (como Carlos IX) y Francisco José (como Francisco José I). Pero ninguno consiguió nada. Esta rama iría decayendo y provocaría que la mayoría de los carlooctavistas pasasen a reconocer a Javier I, el candidato oficial.
LOS SIVATISTAS
Esta escisión fue tan curiosa como poco representativa. Partió de la base de un enfrentamiento entre Fal Conde, cabeza política del carlismo con Mauricio de Sivatte. Mauricio era el jefe regional del carlismo en Cataluña. La pelea acabaría con la destitución de Mauricio, algo que no reconoció la junta catalana. A partir de ese momento comenzaría a distanciarse del carlismo principal.
Los sivatistas, por el apellido de Mauricio, fueron poco a poco alejándose de la figura de Javier I y en 1958 crearían la Regencia Nacional y Carlista de Estella (RENACE). Se trataba de una organización política tradicionalista y en algunos aspectos contraria al franquismo. Tendría cierto peso en Cataluña pero el experimento no duraría. La falta de un candidato claro y el poco éxito obtenido provocaría que muchos sivatistas volviesen a reconocer a Javier I a mediados de los años 60.
LOS ESTORILOS Y JUAN DE BORBÓN Y BATTENBERG
El siguiente candidato es muy curioso. Se trata del abuelo del actual monarca, Felipe VI. Juan intentó gobernar en España, pero diversos choques con Franco se lo impidieron. Al final ambos acordaron que sería su hijo, Juan Carlos, quien gobernaría a la muerte del dictador.
Como vimos, Alfonso Carlos I nombró regente a su sobrino Francisco Javier evitando así que los derechos dinásticos acabasen en Alfonso XIII. Juan, como hijo de Alfonso XIII, tendría en principio derecho a heredarlos.
Si bien las dos ramas seguían enfrentadas, algunos carlistas se fueron poco a poco acercando a Juan. Aquí destaca un sector del carlismo que había aceptado integrarse dentro del movimiento nacional franquista, siendo su figura más destacada el Conde de Rodezno. Este sector reconocería a Juan de Borbón como heredero de ambas ramas borbónicas en 1946 en Estoril (Portugal). Por el lugar del acto, a esta rama se la conocería como “Los Estorilos”. Su opción no cambió cuando el carlismo reconoció a Francisco Javier como Javier I ni cuando este presentó a su hijo Carlos Hugo. Seguirían apoyando a Juan y la mayoría de ellos acabarían reconociendo a Juan Carlos I tras fallecer Franco.
En definitiva, pese a ser una escisión del carlismo oficial, se trató más de una reunificación dinástica en la figura de Juan.
SIXTO ENRIQUE DE BORBÓN-PARMA (REGENTE DESDE 1977)
Y llegamos al último y actual pretendiente escindido. Como vimos, la ideología socialista autogestionaria alejó a muchos carlistas de Carlos Hugo. Los mismos se englobarían en su hermano Sixto, quien a su vez se proclamó regente legítimo. Comenzó así una regencia y una pugna que acabaría desgarrando la unidad familiar. Algunos conocen a Sixto Enrique como Enrique V.
Sixto reside en Francia y se le ha visto en diversos actos relacionados con el carlismo más tradicionalista. También, ha participado en algunos actos de la extrema derecha europea.
CONCLUSIÓN
El carlismo actual, muy minoritario, está principalmente dividido en la figura de Carlos Javier y de Sixto. Cada uno tiene su orientación ideológica y sus seguidores, pero eso no quita que el carlismo no sea ni una sombra de lo que llegó a ser.
Pero aparte de esto, el carlismo es un movimiento tan curioso como generalmente mal explicado. Fue mucho más complejo de lo que a simple vista puede parecer y ha sufrido muchos cambios. Lo más llamativo de su desconocimiento son las pugnas internas y escisiones que tuvieron y tienen lugar en su seno. Y es que el carlismo, al igual que otras organizaciones, no fue ajeno a la compleja historia de España de los siglos XIX y XX.
Espero haber arrojado algo más de luz al respecto y que os haya despertado el gusanillo para seguir investigando. ¡Nos vemos la semana que viene!
Lee otras entradas sobre la historia de España
BONUS:
Con el fin de hacer más visual la entrada, os dejo con dos infografías con la cronología de los pretendientes carlistas y de los reyes de España del mismo periodo. ¡Qué las disfrutéis!
BIBLIOGRAFÍA
- 2015, Josep Carles Clemente, El carlismo hasta la transición. Editorial Manuscritos
- Artículo que explica por qué hay muchos carlistas enterrados en la catedral de Trieste
- https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pretendientes_carlistas_al_trono_espa%C3%B1ol