Si la semana pasada traté sobre el polémico inicio de la conocida como Edad Media, esta vez voy a tratar sobre el hecho principal que para los historiadores marcó su fin: El descubrimiento de América por parte de los europeos (recalco lo de europeos).
Este tema es tan complejo como apasionante y está rodeado de leyendas que se mezclan con datos aceptados como reales. Hablamos de una época en la cual la difusión de la información era muy compleja y el boca a boca era el instrumento más usado a la hora de narrar hechos y aventuras (con la deformación de la realidad que eso conlleva). Sea como sea, existen multitud de teorías sobre “el descubrimiento”, algunas de las cuales me gustaría dar a conocer.
Beringia, un puente entre América y Asia
Quizás esta sea una de las teorías más difundidas y aceptadas a nivel oficial sobre la colonización del continente americano por el ser humano. Partiendo de la base de que se cree que el origen del ser humano hay que buscarlo en África y Asia, se ha desechado totalmente la posibilidad de que su llegada a América fuese mediante la navegación (razones técnicas obvias). Por lo tanto, una vez eliminada ésta, y partiendo de esa premisa comentada, la única manera de colonización del continente americano tuvo que ser a partir del estrecho de Bering (que conecta Siberia con Alaska).
Este estrecho, cuyo nombre es en honor de Vitrus Bering (un explorador danés al servicio del imperio ruso) puede ser actualmente cruzado a pie durante algunos meses del año debido a la congelación de las aguas. Aunque en la actualidad el cruce se da por una zona muy concreta, parece ser que durante la última glaciación al ser el nivel del agua más bajo, la zona era mucho más extensa. A esta zona se la conoció y conoce como Beringia, y más concretamente a la zona de paso como el puente de Beringia.
En el caso de que las teorías aceptadas fuesen ciertas, Beringia tuvo el honor de poder permitir el paso de especies animales y vegetales entre los dos continentes y muy posiblemente el paso de seres humanos. Puede que entre estos seres, pululase algún europeo que tuviese el mérito de haber sido el primero, aunque resulte una gran suposición.
Vinlandia, la Norteamérica vikinga
Sea como sea, los siguientes registros de llegada al continente americano por parte de europeos hay que buscarlos en el siglo X d.C. La búsqueda de nuevas tierras acompañada de unas condiciones climáticas más benignas en lo que se denominó como periodo cálido medieval, ayudaron a los diversos pueblos vikingos a ir navegando cada vez más lejos de sus bases. Existen otras teorías que señalan que el clima provocó que al estar la temperatura del mar algo más caliente, algunas especies de peces muy apreciadas como el bacalao migraron más hacia el oeste con lo que la navegación tuvo que expandirse.
Ya sea Erik el Rojo, Gunnbjörn Ulfsson u otro vikingo, su pueblo consiguió colonizar Islandia y Groenlandia y sentar allí las bases para dar el salto a América. La escasez de recursos en Groenlandia, sumada a que los mares de la zona permanecían congelados una menor cantidad de tiempo y a las leyendas sobre territorios fabulosos, ayudaron a que las expediciones navegasen al suroeste llegando a la península de Terranova y Labrador en Canadá. De todas estas zonas, en la única donde parece que establecieron un asentamiento fue en Vinlandia, que viene a significar tierra de vides y que corresponde a un nombre mítico dado por los vikingos (ya que no hay registros de la existencia de vides). Los restos arqueológicos confirman la existencia de asentamientos, pero los expertos no tienen claro las razones que motivaron el carácter efímero de los mismos.
La climatología o la hostilidad de tribus de la zona han sido dos razones utilizadas para su justificación, pero al final es un hecho que este contacto con América fue efímero y sin gran repercusión europea. Aún así, hoy en día muchos investigadores siguen analizando hasta qué punto hubo contacto entre los vikingos y los pueblos locales norteamericanos y hasta qué punto la influencia de unos sobre otros pudo causar en otros europeos las ganas de echarse al mar y de buscar ese continente tan mítico en la época como lo era América.
Templarios y órdenes religiosas
Los amantes de la historia oculta encuentran en este tema un filón que explotar. La leyenda ha rodeado de tal manera este asunto que es imposible afirmar si se trata todo de una gran mentira, una gran exageración o una verdad camuflada. ¿Pero, los templarios en América?
Aunque suene muy extraño aquellas personas a favor de esta teoría se basan en unos aspectos que la historiografía no ha explicado claramente, y que por ello gozan de un halo de misterio que los hace muy susceptibles a teorías poco comunes. Veamos algunos hechos:
El primero lo tenemos que buscar en el mineral plata. Parece ser que las minas de plata eran muy escasas en la Edad Media en Europa, y aunque hubo escasez durante los primeros siglos de la misma, a partir del siglo XI no está claro el origen de la supuesta abundancia que se dio. El hecho de que los templarios fuesen los que manejasen en su mayoría la gran cantidad de plata, ha suscitado preguntas sobre el origen de donde ellos la traían. Si desechamos Europa por el escaso número de minas y su bajo volumen de producción, uno podría pensar que a plata venía de África o Asia. Si pensamos en África, hay que señalar que la zona principal de presencia de la misma es Marruecos, que en aquella época estaba en manos musulmanas, mortales enemigos de los templarios.
Otra de las opciones, Asia, tiende a ser difícilmente aceptada debido a la larguísima travesía que era necesaria (bordear todo el continente africano) para acceder a aquellos puertos asiáticos donde se pudiese comerciar con ella. ¿Y América? Aunque se pueden aplicar las mismas conclusiones negativas anteriores, hay un hecho extra a tener en cuenta. Se trata del principal puerto templario. Aunque tenían bases navales en el Mediterráneo, parece ser que la principal base naval se encontraba en el puerto de La Rochelle (Francia). Si su principal actividad como orden militar religiosa era la conquista de Tierra Santa, ¿por qué su puerto principal se encontraba en el Atlántico? ¿Y por qué se dice que casi toda la plata que entraba en Europa lo hacía desde allí? Aunque no hay suficientes razones para llegar a una conclusión determinante, dan que pensar estos hechos.
El segundo hecho que despertó mucha polémica se dio en el momento de la disolución de la orden. La orden acabó prohibida por la iglesia y muchos de sus miembros condenados a muerte. Parece ser que al llegar esta información a La Rochelle, toda la flota de allí zarpó del puerto a un lugar desconocido, pues según se cuenta no se volvió a saber de ella ni de muchas riquezas de la orden. ¿Adónde fueron?
Y otro hecho lo encontramos en la arquitectura, observándose en algunos templos construidos en la Edad Media hechos que los relacionan con América. Por ejemplo, la presencia de maíz grabado en piedra (puede verse en el templo de Rosslyn y hay que saber que el maíz viene de América) o la presencia de grabados de indígenas.
Existen muchas más, pero por motivos de espacio prefiero dejaros este video donde resumidamente cuentan algunos de estos hechos:
A pesar de todo lo dicho, quiero repetir que todo esto son grandes suposiciones sin registros históricos que las avalen, pero resulta muy interesante meditar al respecto.
Navegantes fantasma
Y llegamos a otro grupo de las grandes teorías que circulan respecto al descubrimiento de América por europeos. Algunas teorías afirman que un marinero que navegaba por el Atlántico se vio envuelto en una tormenta y fuertes vientos que hicieron dirigir su barco al oeste hasta que llegó al continente americano. Supuestamente, con el paso del tempo pudo regresar a Portugal y por casualidad se topó con Cristóbal Colón con el que trabó amistad y al que acabó contando su secreto. Colón al recibir este secreto y viendo las posibilidades comerciales de este descubrimiento, decidió proponer a los reyes una expedición.
Aunque resulte altamente inverosímil, se han llegado a dar hasta nombre de posibles navegantes pre-Colón (se les conoce como navegantes fantasma porque realmente no está clara su existencia). Entre estos nombres se citan Alonso Sánchez de Huelva (foto) y Pedro de Covides.
En ambos casos las historias son casi idénticas. Como dije antes, se tratan de marineros y comerciantes que se vieron desviados por vientos y tormentas y se dice que recalaron posiblemente en Santo Domingo. Al volver, la embarcación diezmada por enfermedades llegó a Madeira donde ya sea Alonso, Pedro u otro acabó contándole a Colón la información relativa al viaje. Algunos cronistas como Fray Bartolomé de las Casas y el conocido como Inca Garcilaso de la Vega dan verosimilitud a estas historias, aunque en ambos casos no está 100% asegurado que estas personas existiesen con los nombres asignados.
A pesar de ello, a día de hoy no hay acuerdo sobre si estas historias se utilizaron para desacreditar el logro de Colón o son deformaciones de unos hechos distintos. Lo que sí está claro es que se trata de más leña para el fuego del misterio del “descubrimiento” de América.
Conclusión
La historia oficial reconoce a Cristóbal Colón el hecho de haber descubierto a Europa el continente Americano. Sea verdad o no, hay que señalar que fue a partir de él cuando la expansión de naciones como España y Portugal se hizo patente provocando el nacimiento de un imperio y una transformación espectacular del continente europeo el cual acabó enfocando muchas actividades al comercio y conquista de esas tierras.
Aún así, quiero señalar que en mi opinión muy posiblemente Colón tuviera información que se desconoce en la actualidad sobre el continente. La ruta seguida por Colón es vista aún hoy en día como una obra de navegación espectacular al haber trazado una ruta demasiado precisa. Esto afianza la teoría de la información adicional con la que contaba. Algunas teorías afirman que la recibió de un navegante que llegó allí perdido, otros dicen que la obtuvo de órdenes militares religiosas como la de Calatrava (esta teoría es una extensión de la Templaria) y otros a partir de textos antiguos. Sea como sea, el hecho de su llegada ocurrió y hasta que la historia no demuestre lo contrario, Colón llevará ese reconocimiento asociado a su persona.
Hasta la semana que viene