ORIGEN Y CURIOSIDADES DEL DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD ESPAÑOL
El invitado estrella de esta semana pasa con nosotros más tiempo del que pensamos. Y también es un objeto básico a la hora de realizar cualquier trámite o solicitud. Muchos ya intuiréis que voy a hablar sobre el Documento Nacional de Identidad. Y estáis en lo cierto, pues hoy vamos a hablar de la historia del DNI español. El mismo es sin duda el documento más importante que un ciudadano español tiene a la hora de identificarse. Además, tiene más de 80 años a sus espaldas. Y estas ocho décadas han venido cargadas de anécdotas, mitos y preguntas cuyas respuestas pretendo dar en esta entrada. Comencemos.
¿QUÉ EXISTÍA ANTES DEL DNI?
En marzo de 1944, el régimen franquista se decidió a crear este documento como mecanismo de identificación, regulación y control de la situación de multitud de españoles. Pero, ¿qué había antes del DNI?
Se pueden encontrar algunos documentos de identificación, pero ninguno estaba generalizado. Durante mucho tiempo, el registro de personas estuvo ligado a la iglesia católica, a través de sus parroquias. Como os podéis imaginar, esta base de datos era tan grande como poco integrada. A ella muchas veces recurrían los funcionarios del estado para comprobar la veracidad de la información dada por una persona o para hacer algunos censos. Pero esta falta de integración a nivel nacional, no permitía tener un recuento adaptado ni de fácil comprobación. En muchos casos estos registros se perdían. Y en otros no se actualizaban. Por ejemplo imaginad el caso de personas que se mudaban a otra zona y no regulaban su nueva situación.
No obstante, es cierto que algunas ciudades sí hicieron un esfuerzo para registrar e identificar fácilmente a una persona. Por ejemplo, para aquellos que iban a los territorios españoles en América, existía una cédula de composición. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando se dieron varios hechos importantes. El primero estaba relacionado con la presencia de partidos políticos. Al afiliarse, la persona quedaba automáticamente integrada en una base de datos que podía ser fácilmente consultada. Aun así, el hecho fundamental se dio en 1871. En este año, una ley otorgó al estado la competencia de registrar a todos los habitantes del territorio nacional independientemente de su religión o ideas políticas. Aunque para ello hubo que realizarse un gran esfuerzo, aún hoy en día uno puede consultar su árbol genealógico hasta ese año. Y lo mejor, puede encontrar datos muy interesantes sobre su familia.
LOS PRIMEROS 7 MODELOS DE DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD
Pero vayamos al tema en cuestión. A pesar de todo el esfuerzo, no existía un documento con valor en toda la nación. Un documento que fuese de pequeño tamaño, que cupiese en un bolsillo y que al mismo tiempo fuese difícilmente falsificable.
La guerra civil española y el fin cercano de la segunda guerra mundial influyeron en el hecho de encontrar este documento. ¿Por qué? La clave está en el posible flujo de personas que podían llegar a España. Así que el régimen franquista buscó crear un tipo de cédula para controlar a todas las personas de dentro del territorio nacional. Para ello organizó un concurso, buscando recibir propuestas. El premio estipulado al ganador era de 30.000 pesetas de la época, una cifra nada desdeñable. Y el ganador del concurso fue Aquilino Riusset Planchón, con un diseño de DNI verde incluyendo la simbología franquista. El modelo de Aquilino sería así el primero de los 8 modelos que han existido. A lo largo de ellos se han podido observar cambios como la desaparición de la huella dactilar y o el estatus económico.
EL DOCUMENTO NACIONAL DE IDENTIDAD ACTUAL (2020)
En el año 2015 se llevó a cabo la última actualización del documento nacional de identidad. Se buscó así aumentar su seguridad ante falsificaciones y adaptarlo a las últimas tecnologías electrónicas disponibles. Como curiosidad, incorporó el conocido como NFC (Near Field Communication). Esto permite la comunicación entre equipos a través de un campo magnético, lo que simplifica ciertas gestiones. Os dejo con una imagen del mismo a continuación.
LOS MITOS, CURIOSIDADES Y DATOS DEL DNI
Pasemos a ver aquellas curiosidades del DNI y acabemos con algunos de sus mitos:
La implantación
Tras la creación del documento en 1944, en un principio no se obligó a toda la población a poseerlo. La tarea se fue haciendo de forma escalonada, siendo los primeros obligados los presos y aquellos que se encontraban en el régimen de libertad vigilada. Les siguieron los hombres que cambiaban frecuentemente su residencia por motivos laborales. Después los varones de ciudades de más de 100.000 habitantes y luego los de ciudades entre 25.000 y 100.000 habitantes. Posteriormente fueron las mujeres y así se fue completando el círculo. En la actualidad, es obligatorio poseer este documento a partir de los 14 años, aunque se puede poseer a partir de los 3 meses de edad.
¿Quién tiene el DNI número 1 en España?
Sumemos esta otra pregunta: ¿Hay españoles que ostentaron u ostentan números concretos ya prefijados? La respuesta es que sí. Tras su creación, Francisco Franco se autoasignó el número 1, correspondiendo el 2 y el 3 a su señora e hija. Asimismo, el dictador dejó los números del 10 al 99 reservados a la familia real española. Por ejemplo, Juan Carlos lleva el 10 y el actual rey, Felipe VI, el 15. Por motivos supersticiosos, el número 13 no lo lleva nadie, algo muy llamativo.
Tipos de DNI españoles: 4 estatus económicos
Antes mencioné la condición económica como un factor presente en los antiguos DNI. Hasta 1981, existía una casilla de estatus económico que reflejaba la posición de la persona en la sociedad. Había 4 categorías, y según la cual a la que pertenecieses, la calidad del documento emitido era distinta. También las tasas que se debían pagar al expedirlo y renovarlo eran más altas. El estatus más bajo correspondía a los considerados como pobres de solemnidad, los cuales no tenían que pagar por el documento.
Un número personal e intransferible
Aquí es donde uno puede encontrar mayor número de mitos. El número del DNI es personal e intransferible, así que desde que se nos asigna uno, lo llevamos con nosotros toda la eternidad. Hoy en día existe la creencia popular de que se nos asignan números correspondientes a personas que han fallecido. Esto es totalmente falso. Como he dicho, los números no se transfieren de ningún modo y no puede haber dos iguales.
Sobre la existencia de números iguales, si ocurre se trata de un error, como pude comprobar en mis carnes hace años. Y es un error que puede venir de cuando se informatizó la base de datos. Antes de eso, los números quedaban contabilizados en libros de registro, y al pasarlos manualmente al ordenador, parece que fueron bastante comunes las erratas. Si tenéis este problema, os recomiendo dirigiros a la comisaría más cercana y pedir un certificado de DNI. En el mismo, mediante firma y sello, se nos garantizará que nuestro número es único y personal.
El número solitario del documento nacional de identidad
Otra de las creencias muy expandidas esta relacionada con el número solitario que aparece en el reverso del DNI. Se cree así que el mismo corresponde al número de personas con igual nombre y apellidos que hay en España. Nada más lejos de la realidad. Este es un número de control, resultado de realizar una serie de operaciones con nuestros datos personales. Se imprime, en formato conocido como OCR, para poder ser leído por una máquina. La misma recurre a este dígito solitario para comprobar que todo el proceso ha sido correcto. Para aquellos curiosos os dejo un enlace en el cual se explica cómo se calcula este número:
8 números, una letra, un DNI
Otro de los campos que quiero detallar es la letra que acompaña a los ochos número de cada DNI. He llegado a escuchar que la letra y el número no guardan ninguna relación y que es una forma de aumentar en millones las posibilidades de DNI distintos. De nuevo, esto es falso. La letra es afín a cada número, de modo que si alguno de los números cambia, también lo hará la letra.
¿Cómo se determina la letra? Mediante el conocido como módulo 23. Para ello, el número del DNI se divide entre 23. Según el resto obtenido de la división, que variará entre 0 y 22, existe una letra asignada. A continuación podéis ver la letra asignada a cada número.
Como podéis observar, faltan algunas letras. He de decir que no se utiliza ni la I ni la O, por sus parecidos al 0 y al 1, ni la U, ni la Ñ, por su exclusividad en el castellano.
Si queréis saber la letra que le correspondería a un número de DNI, en esta página podéis calcularla: https://www.letranif.com/
CONCLUSIÓN
He preferido centrarme en esta entrada en aquellas curiosidades y mito más difundidos sobre el DNI. Y es que sus más de 80 años dan para muchos comentarios y situaciones. En la actualidad, el DNI es considerado como un elemento básico y lógicamente por ello ha debido integrarse en las nuevas corrientes tecnológicas. Gracias a eso, uno puede realizar en un ordenador casi cualquier tipo de trámite.
En resumen, espero que os haya gustado esta breve historia sobre el DNI español. A modo de despedida os dejo un fragmento de TVE en el que comentan algunas cosas de las aquí descritas sobre este documento: