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LA TROMPETA DE JERICÓ

CATALINA de ERAUSO, la monja alférez

UNA MONJA EN EL EJÉRCITO ESPAÑOL

ÍNDICE DEL POST
    catalina de Erauso
    Catalina de Erauso

    ¿Una monja en el ejército español y en el siglo XVII? Sí, has leído bien. Nuestra protagonista, Catalina de Erauso, rompió con todos los estereotipos y se convirtió en una de las mujeres más temerarias de la historia. Esta audaz vasca vivió una vida llena de aventuras y emociones, las calles de España hasta las los confines de América. Se suma a otras militares como Agustina de Aragón o María Pita, pero en mi opinión, Catalina de Erauso las supera en todos los sentidos.

    VIDA DE LA MONJA ALFÉREZ

    Catalina llegó al mundo en San Sebastián, aunque se desconoce el año (1585 o 1592). Pasó sus primeros años en un convento religioso, donde debido a su fuerte carácter, tuvo frecuentes peleas con otras novicias. Con apenas 15 años decidió escaparse, pasando tres años vagando por la península ibérica.

    Su carácter rudo le provocó más de un problema. Por desgracia, tampoco ayudó que fuese mujer en una época en las que estas quedaban relegadas a un segundo plano.

    En 1603 le surge la posibilidad de viajar a América y aquí tomo una decisión trascendental: disfrazarse de hombre. Su fealdad física y cuerpo masculino le ayudaron a pasar desapercibida, algo que seguiría haciendo a lo largo de su vida.

    Y en América surgió su leyenda. Inició su andadura por Venezuela y Colombia, pasando luego por Panamá. Pero su fuerte carácter pendenciero provocaba altercados allá donde iba. Y más de uno acabó con la muerte de aquellos que se atrevían a enfrentarse con ella. Y así pasaría tiempo huyendo de las autoridades y tiempo entre rejas. Pero siempre se acabaría saliendo con la suya. Y es que Catalina solía obtener lo que se proponía, cosa que agradaba a los hombres de negocios para los que trabajaba.

    Tras más altercados, tuvo una vida itinerante por Ecuador y Perú hasta que huyendo de otro de sus crímenes acabó en Chile. Aquí se ganó su reputación de guerrera luchando en el ejército español contra los indios de la zona. Su coraje y acciones temerarias consiguieron muchas victorias para la corona española, lo que le valió el rango de alférez. Pero de nuevo, su carácter pendenciero, sumado a algunos actos de brutalidad que contra los indios, le iba a ocasionar más de un problema.

    En unas de sus pendencias, mató a un hombre tras retarlo. Y en su lecho de muerte se dio cuenta de que era uno de sus hermanos. Esto marcó su vida y le haría huir y vagar algun tiempo por Argentina y Perú.

    Pero su carácter volvía a salir a flote y no le evitó nuevos problemas. En una de ellas, para evitar la pena de muerte, fue a confesarse a un obispo. Le reveló que se trataba de una mujer y le relató todas sus peripecias. El obispo la protegió y la envió a España. Allí llegaría a reunirse con el monarca Felipe IV, quien entre otras cosas:

    • Le respeto su graduación militar
    • Le permitio seguir vistiendo como hombre
    • Le dio el sobrenombre por el que pasaría a la historia: “La monja alférez”.

    catalina de erauso urbano viii

    Este reconocimiento le dio popularidad por toda Europa. Catalina viajaría por el continente siendo recibida por monarcas, nobles y religiosos. Pero lo mejor vendría gracias al papa Urbano VIII. El mismo, tras ratificar su condición de mujer, le permitió conservar sus privilegios y seguir vestir como hombre. Algo increíble para el siglo XVII.

    Tras su periplo europeo, partió de nuevo a América, y se cree que murió en Veracruz (México) en 1630. Catalina fue enterrada en la iglesia de San Juan de Dios en Orizaba en la provincia de Veracruz.

    Pero sin duda, lo más destacado de la historia no su comportamiento, terrible en más de una ocasión. Lo importante es que en una sociedad con una mentalidad muy cerrada, esta mujer fue reconocida hasta por el Papa. Esto crearía un precedente, según el cual, hasta un travesti puede alcanzar el respeto de la iglesia católica. Y con este mensaje, cerramos esta entrada homenaje.

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    Monumento en honor a Catalina de Erauso en Orizaba, México

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