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LA TROMPETA DE JERICÓ

Reflexión sobre el nacionalismo

UNA IDEOLOGÍA MUY PELIGROSA

ÍNDICE DEL POST

    Nacionalismo

    Esta semana me apetece traeros una reflexión sobre un tema ya habituado a aparecer en los medios de comunicación. Hoy en día no sorprende escuchar el término nacionalismo, ni todo lo asociado a él. Pero si aquí vais a leer al respecto, no es para regurgitar una serie de tópicos que estamos hartos de oír. Voy a intentar hablar sin tapujos del nacionalismo en general y por supuesto, particularizaré para el caso español. Deciros que no me he basado en ninguna bibliografía, sino que lo que vais a leer es el resultado de una reflexión personal. Cualquier comentario y opinión hecha desde el respeto será bienvenida y os quedaré agradecido.

    ¿QUÉ ES EL NACIONALISMO?

    Son muchas las definiciones que se podrían dar, pero os traigo las dos acepciones del Diccionario de la Real Academia Española:

    1. Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia.
    2. Ideología de un pueblo que, afirmando su naturaleza de nación, aspira a constituirse como un Estado.

    Según las mismas, cabe preguntarse: ¿Es malo el nacionalismo?

    Si limpiamos el término de otras referencias a las que suele asociarse, cabría pensar que no. El problema es el uso o los artilugios que a veces utiliza para hacer valer su visión.

    El nacionalismo hace defensa de una zona y un servidor opina que el sentirte orgulloso de tu país, región o tierra es un sentimiento normal, el cual es una muestra de la vinculación personal de cada uno al mismo. Pero claro, si leéis detenidamente lo que digo, no estoy incluyendo ningún añadido adicional. Hago mucho hincapié en esto con el fin de discernir el término en origen a lo que actualmente la población suele entender por nacionalismo, algo mucho más complejo que el amor a una tierra (posiblemente esto se adapte mejor al concepto de patriotismo). Debe de haber un elemento de cohesión que haga que un sector de la población se una en una empresa de carácter político, si no yo no lo considero nacionalismo.

    ¿POR QUÉ SURGE EL NACIONALISMO?

    La pregunta del millón de euros. Posiblemente haya muchas razones y voy a señalar algunas que considero importantes.

    La principal o la que siempre hace acto de presencia, aunque en momentos distintos, es la reacción ante lo que se considera una amenaza, sea ésta justificada o no. Y esto es clave. Pero veamos dos escenarios.

    Nacionalismo mundial
    El mundo es un lugar complejo y con multitud de movimientos nacionalistas, ya sean estatales regionales.

    Para el primero, entendamos a un grupo de personas que movidas por su amor y defensa a las tradiciones de su territorio, deciden darle un componente político. ¿Por qué? Quizás piensan que esta es la forma que mejor defiende los intereses de una región o es la más efectiva para conseguir un estatus de protección y/o acuerdo económico superior al que gozan en un momento dado.

    Lógicamente, requieren de un apoyo social para conseguirlo, el cual no siempre está garantizado. ¿Y por qué no? Una explicación rápida y simple sería el señalar que rara vez la gente suele inmiscuirse en masa en asuntos políticos salvo que sean movidos a ello.

    ¿Y cómo se mueve a la gente? Hay muchas respuestas pero lamentablemente hemos podido observar a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI, una panoplia de subterfugios nada limpios. Desde inventarse enemigos, hasta el victimismo, pasando por una distorsión de los hechos históricos. Y ojo, aquí incluyo tanto el nacionalismo estatal de los siglos XIX y XX como el regional que pudimos ver en el siglo XX y vemos en el XXI. Quizás el aspecto más positivo de este nacionalismo lo encontremos en el apartado cultural, con la publicación de diversas obras en defensa de unas particularidades como lengua, tradiciones etc…

    Nacionalismo imperio austrohungaro
    Un ejemplo histórico de como se utilizó el nacionalismo para disgregar un imperio.

    Pasando a una segunda explicación, creo que la podemos resumir en la existencia o creación de una amenaza externa. El miedo o la creencia de una situación injusta provocan un sentimiento de unión, el cual puede desembocar en acciones políticas. Pero claro, desemboca porque hay alguien que le da forma, buscando unos fines concretos. Es a veces a partir de este punto cuando el nacionalismo puede derivar en algo razonablemente sensato o en un movimiento que acabe incluso dañando a lo que pretende defender.

    Y por último, no me quiero olvidar de ese nacionalismo al cual se apela con fines propagandísticos. Y es que a lo largo de la historia hemos podido ver casos en los que a base de ensalzar las supuestas virtudes de un territorio y atacar las de otro, se ha logrado justificar diversos actos como por ejemplo guerras. Es decir, con el fin de tapar un supuesto problema, se apela al nacionalismo para provocar que la población se deje llevar por sentimientos y no sea consciente de este tipo de manipulación. Creo que todos tenemos en mente numerosos ejemplos.

    ALGUNAS MENTIRAS DEL NACIONALISMO

    Pasemos a tratar algunas de las excusas o triquiñuelas que podemos ver en muchos nacionalismos históricos y actuales. De nuevo hago la advertencia de que no todos los nacionalismos son igual de nocivos, pero es cierto que lo que voy a comentar es común en bastantes de ellos.

    Uno de los primeros problemas es cuando el amor a tu tierra se pone a tal nivel que se utiliza con fines de superioridad, minusvalorando todo aquello externo (siendo comunes los tintes racistas). Este es sin duda uno de los inicios por el que muchos nacionalismos han pasado en su proceso de radicalización. Y recordemos que las ideas se radicalizan o para ejercer presión sobre determinados grupos o porque hay diversos intereses ocultos en que eso ocurra.

    Nationalism
    Un dibujo crítico con el nacionalismo

    Pero ensalzar las características de un pueblo tiene un límite y hay un momento en el cual se requiere de ayuda externa. Y el odio ha sido la gasolina de muchos nacionalismos. No en vano hay varias frases que lo demuestran tales como: “No hay nada que una más que el odio hacia algo” o “El odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida”. Y es que un servidor piensa que cuando un nacionalismo comienza a basar su planteamiento en el odio, acaba irremediablemente necesitándolo constantemente para mantener su aparato. Pero este odio es tan peligroso porque provoca la radicalización de posturas y como consecuencia suele provocar la aparición de un nacionalismo igual de peligroso e irracional en la gente que se siente atacada por el primer nacionalismo.

    ¿Cómo se puede alimentar el odio? Hay infinidad de formas pero dos muy comunes son combinar el victimismo actual con el histórico, no importando distorsionar hechos con el fin de adaptarlos a su mensaje. Y esto es igual de peligroso pues provoca una fractura y que la población, al no conocer los hechos pasados, saque conclusiones erróneas y se vuelvan a repetir problemas del pasado.

    NACIONALISMO EN ESPAÑA

    Y llegados a este punto nos metemos en la boca del lobo. Toca dar unas pinceladas de cómo un servidor intuye el nacionalismo en España.

    Pero antes, quiero dejar claras un par de cosas. Para mí, la existencia de nacionalismos en  España no supone un problema mientras se traten de movimientos sensatos. Un movimiento que defienda la lengua y tradiciones de un territorio es necesario y ayuda a demostrar en el caso español la riqueza histórica y cultural que se ha dado durante siglos e incluso milenios. Vivimos en un territorio con una historia tan densa y rica que es realmente complicado simplificarla al nivel que nos la presentan los medios de comunicación.

    Nacionalismo España
    El árbol de España. Una curiosa representación de las ramificaciones del país.

    Que haya gente que defienda el euskera, el gallego o el catalán y que ensalce las particularidades de estas regiones es algo sin duda positivo siempre que se haga desde el respeto y la ecuanimidad. Considero un error de enorme magnitud aquellos que piden la supresión de un idioma o la prohibición del mismo, ya que en el fondo eso conlleva un daño al patrimonio cultural y humano.

    Si miramos al caso vasco, podemos ver que el nacionalismo surgió a finales del siglo XIX debido a dos hechos principales. Por un lado las derrotas en las guerras carlistas provocaron la supresión de algunos derechos especiales como los fueros, y por otro el aumento de la inmigración trajo consigo que algunos pensasen que se estaba poniendo en riesgo las tradiciones y características del pueblo vasco (aquí tenemos como eje central a Sabino Arana). Pese a la radicalidad de algunos planteamientos de este nacionalismo, la intransigencia posterior de Franco y la represión llevada a cabo (sobre todo en los años 40 y 50) fueron decisivas para radicalizar el entorno. La respuesta concreta de un grupo de vascos fue la creación de ETA, la cual ha sido una lacra que ha causado tanto o más daño al nacionalismo que supuestamente decían defender.

    Curiosamente, y esto es una particularidad del nacionalismo vasco (sobre todo a partir de la llegada de la democracia), hubo más de un nacionalismo. El más sensato, condenaba el terrorismo a la par que buscaba un diálogo, seguido de aquel que justificaba a ETA “como un mal menor” ante una supuesta opresión y represión estatal total, para terminar en el netamente radical, el cual tenía a ETA como su voz cantante. En la actualidad, ya sin ETA gracias a Dios, he podido observar que sigue habiendo un grupo que cimienta su pilar en la consigna de la represión estatal, siendo más un victimismo que otra cosa. A ver, es cierto que España cometió errores y fue culpable de algunas situaciones lamentables (algo que ciertos sectores de la sociedad nos recuerdan a diario), pero también hubo muchos aciertos.

    Y si hoy en día Euskadi vive sin terrorismo, es en parte porque hubo sonados aciertos entre vascos y el resto de españoles. Y así debería ser, ya que la existencia de un nacionalismo sensato no debe de ser visto como un problema, sino como una oportunidad de seguir compartiendo experiencias al igual que ha venido ocurriendo durante siglos.

    Pasando a Cataluña, tenemos sin duda un maremágnum mediático montado donde la porquería rezuma por doquier. Da igual la intención con la que uno decida acercarse a los hechos, que generalmente saldrá escaldado ante el pestilente circo mediático que hay montado en los medios. Son sin duda vergonzosos muchos de los tratamientos que uno puede observar, procedentes tanto de Cataluña como del resto de España. Aunque he de señalar que al igual que en el caso vasco, existe un nacionalismo más sensato, pero éste ha quedado recluido a un segundo o tercer plano.

    España Cataluña
    Imagen satírica sobre la situación actual España-Cataluña

    ¿Responde el nacionalismo catalán actual a una necesidad capital o es consecuencia de un estado de opresión? Un servidor opina que no. Es cierto que Cataluña ha venido demandando mayor autonomía y ventajas económicas a lo largo de las últimas décadas, pero este brote de radicalismo está muy por encima de algo normal. Es cierto que la inoperancia política de España en algunos aspectos ha provocado situaciones difíciles, pero esto no justifica la ola de victimismo y las acusaciones tan fuera de lugar que se están vertiendo contra España. España no es una dictadura por mucho que esté de moda decirlo. Existen multitud de indicadores internacionales que lo demuestran.

    Respecto al asunto de no dejarles votar, creo que es cierto que se podían haber buscado otras formas de canalizar el asunto, pero también añado que pienso que mucha gente no sabe realmente lo que significaría ser independiente. Y votar con el corazón por unos ideales suele acabar mal, como la historia tantas veces nos ha demostrado. Pero el asunto más peligroso es la radicalización general que ha surgido al respecto. Veo en los medios de comunicación que se está vendiendo un odio general, tanto desde Cataluña hacia España, como de España hacia Cataluña. Y aquí no hay escala de grises pues ambos me parecen absolutamente lamentables.

    Se ha llegado al extremo de que gente que no tiene ni idea del asunto, odia a otras personas por el simple hecho de hacer caso a los medios o a los políticos. Y si algo nos demuestra la historia española, cuando las posturas se radicalizan y se hace caso a personas irresponsables, la situación puede acabar muy mal. Por lo tanto soy muy crítico con esta rama del nacionalismo catalán y con parte de la respuesta española, pues se está creando un enorme problema en algo que no debería serlo. Y repito, a esta situación le sobran culpables.

    Por último, me gustaría hacer una mención al nacionalismo español. ¿Existe el mismo? Creo que en la piel de toro existen muchos tipos de nacionalismo, pero quizás el único al que se muestra en los medios es aquel nostálgico del franquismo. He de reconocer que cuando se me intenta meter en el saco del nacionalismo español derivado del franquismo, no me suele sentar nada bien. Y la razón la tenemos en que un servidor ni se considera franquista ni mucho menos opina que defender España sea ensalzar la figura del dictador.

    España lleva siglos vilipendiada, sumida en una leyenda negra que ha calado hondo incluso dentro del mismo país y que la atosiga día a día. Aunque podemos señalar que hemos sido culpables de algunos crímenes, para nada hemos sido lo peor de lo peor. Os remito a la historia para ver que lo que digo es cierto. Es por esto que creo que uno de los pilares de muchos de los nacionalismos antiespañoles favorezcan distorsionar la historia y dar alas a la leyenda negra.

    España en el siglo XIX tuvo sus pinitos con el nacionalismo estatal tan boyante en Europa, pero nuestra debilidad política era tal que en el fondo no dio lugar un desarrollo general del mismo. Es cierto que en el siglo XX observamos un nacionalismo ligado a la dictadura de Franco, pero en la actualidad, y por mucho que nos quieran mostrar lo contrario, éste es muy residual como se demuestra en los resultados electorales (pese a que nos lo muestren a diario en los medios).

    Nacionalismo política
    Otra imagen satírica que suena demasiado a la actualidad

    ¿Cómo está reaccionando la población española ante la crisis nacionalista actual? Pues de muchas formas. La más radical, es el sector que se ha dejado llevar por los medios que señalan a Cataluña como su nuevo enemigo y fuente de problemas. Personalmente rechazo frontalmente la misma ya que opino que España necesita a Cataluña tanto como Cataluña necesita a España. Y rechazar a esta región de pleno es meter en el mismo saco a catalanes que sí se sienten orgullosos con España. Por lo tanto este nacionalismo radical de respuesta me parece negativo y peligroso.

    Pero hemos podido observar otra respuesta. Como bien sabéis, sacar los símbolos de España a la calle ha quedado relegado a los éxitos deportivos o a estar preparado a que a uno lo tildasen de fascista. La crisis en Cataluña provocó un auge sin precedentes en la aparición de símbolos (banderas principalmente) a lo largo y ancho de país, un hecho que demuestra que un colectivo se puede unir al sentirse atacado. Si la manifestación se queda en una simple defensa, no la veo mal, pero si deriva en el radicalismo antes mencionado, será un error.

    Por lo tanto, no creo que en España exista un nacionalismo mayoritario estatal y el que existe o al que se radicaliza es algo tan residual como peligroso. Y no olvidemos que muchos gobiernos están utilizando el nacionalismo con el fin de ocultar sus meteduras de pata, otro factor a tener en cuenta en la ecuación. Tengamos la cabeza fría y leamos, pues gran parte de los problemas derivados del nacionalismo se curan leyendo e informándose en fuentes de calidad.

    CONCLUSIÓN

    Llegados a este punto, puede que algunos estéis pensando que esta reflexión hubiera podido ser más completa y exacta consultando diversas fuentes bibliográficas, pero he querido huir de ello para presentaros mi opinión personal sin añadidos externos. Creo que así el resultado es mucho más personal y sencillo.

    Espero que os haya gustado y de nuevo os invito a que dejéis comentarios al respecto.

    ¡Nos vemos la semana que viene!

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