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LA TROMPETA DE JERICÓ

La síntesis Hegeliana

LA TRIADA DE HEGEL

ÍNDICE DEL POST

    ¿Algo de filosofía en este blog? Posiblemente algunos de los que lo leáis os habréis dado cuenta de que la filosofía suele brillar por su ausencia. La razón principal de ello radica en que muy humildemente he de reconocer mis escasos conocimientos de la misma, aunque me sigo sorprendiendo de su extrema utilidad al ser el muro en el que vienen a chocarse muchas preguntas sobre el ser humano y su forma de actuar. En esta ocasión, topé por casualidad hace tiempo con una teoría de un filósofo que aun habiéndola enunciado a principios del siglo XIX, puede ser perfectamente entendida y aplicable en nuestro tiempo. Por lo tanto volviendo a la pregunta inicial, creo que la mejor respuesta de momento sería: ¿Y por qué no? Creo que esta vez merece la pena.

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    Y el filósofo en concreto se llama George Wilhelm Friedrich Hegel (foto). Nacido en 1770 en Stuttgart (actual Alemania), era hijo de una familia de clase media bien situada. Ya desde temprana edad manifestó una gran inteligencia y le interesaron temas relacionados con la filosofía. Pero sin duda su formación y sus pasiones quedaron muy influidas por dos hechos. El primero fue el ingreso en una institución de enseñanza protestante en la cual pudo estudiar y maravillarse con los grandes filósofos que le habían precedido. El otro fue sin duda el gran acontecimiento de su época, la revolución francesa. Durante los primeros meses del proceso revolucionario, fue un ferviente defensor de la misma y se dejó llevar por ella hasta que se percató de la orgía de sangre en la que se convirtió. Aunque aplaudió las mejoras sociales que trajo en algunos ámbitos, quedó muy decepcionado con el resultado al constatar que las ideas revolucionarias y modernas eran destrozadas bajo la fuerza de un instrumento llamado guillotina. Esta decepción le llevó a pensar sobre la sociedad y a analizar los cambios que en ella se dan y se dieron. De todos estos razonamientos, publicó diversas obras, pero una de ellas, su dialéctica, es la que quiero explicar y transmitir.

    Pero antes de entrar de lleno con su teoría filosófica, quiero detallar la base del por qué algunas actuaciones actuales pueden entenderse con este razonamiento de modo que al final se pueda ir poco a poco digiriendo y comprendiendo el mensaje.

    queja

    Es muy común que hoy en día nos quejemos de la situación actual de nuestro país, criticando a la clase política y a la clase económica-financiera de los problemas que nos acechan. Pero aunque nos quejemos amargamente, rara vez pasamos de decir una supuesta solución al problema. Es muy común escuchar soluciones que puedan ser justas pero que son muy difícilmente aplicables. ¿Por qué? Porque no solemos entender los mecanismos de los cambios. La pasión al respecto, manifestada en actos de ira donde se despotrica contra ciertas personas, acaba en la más absoluta nada una vez que la ira se va. ¿Y de nuevo por qué? Pues generalmente porque no analizamos el problema en su conjunto o no estamos a la hora de la verdad dispuestos a actuar más allá de una crítica verbal. Y esto realmente no soluciona nada, más bien crea una frustración personal que de algún modo refuerza la impunidad de la que disfrutan esas clases en donde se sitúa el origen del problema. Hegel no explicó la forma en sí de actuar físicamente, pero si razonó sobre cómo se dan los cambios sociales (en cuanto al concepto) y cómo quizás debemos de plantear los problemas con el fin de cimentar en nuestras cabezas unas ideas firmes que ayuden a actuar ante ellos.

    Dialectica

    Para explicar los cambios sociales, Hegel definió tres conceptos. A la sociedad existente en cada momento le llamo Tesis, a la que se opone a la situación actual la llamo Antítesis y al resultado de esta lucha Síntesis. Para Hegel, la existencia de una tesis provocaba irremediablemente que apareciese su opuesto, en este caso la Antítesis. En cuanto la Tesis y la Antítesis chocan lo más mínimo, se inicia una batalla. Y he aquí un punto importante. En esta batalla puede que uno de los dos contendientes gane, aplaste al otro e imponga su criterio totalmente, pero sinceramente esto se antoja difícil cuanto más grandes son los contendientes. Lo más usual, es que la lucha entre la Tesis y la Antítesis se prolongue en el tiempo de modo que ninguna aniquile a la otra. Es en este caso cuando la lucha evoluciona hacia un nuevo tipo de sociedad llamado Síntesis, que es una mezcla de las dos anteriores que acabaría por absorber los principios de cada uno de los contendientes. Pero personalmente uno puede percatarse que aún en las victorias de un tipo contra otro, aquella que prevalece sufre cambios intrínsecos que la hacen evolucionar con algunas de las características del opuesto al que se enfrentó.

    De este modo, y particularizando a un caso práctico, la sucesivas sociedades y culturas de pensamiento de la historia que han ido desarrollándose (por ejemplo el paganismo, la grecorromana y la de las grandes religiones con sus variantes), han provocado que la propia historia no sea más que una Síntesis continua que va englobando conceptos de culturas pasadas y adaptándolos a la Síntesis tras luchas feroces. Miremos por lo tanto el caso de la cultura Europea. Desde el principio las luchas por sus territorios provocaban que aquellos que se asentaban en las tierras de otros, adquirieren fundamentos culturales de las tribus a las que vencían, de modo que se incorporaban a sus tradiciones (al mismo tiempo que se deformaba la realidad base de ella). Griegos, fenicios y cartagineses pulularon las costas del Mediterráneo y sin darse cuenta, pusieron en marcha el motor de la Síntesis que una vez arrancado avanzaba sin piedad. Puede que el caso del Imperio Romano sea uno de los más claros, pues basta a nivel religioso con observar el paralelismo de sus dioses con los dioses Griegos adorados anteriormente (aunque los nombres sean distintos y sus representaciones también, el concepto es el mismo y es una adaptación de una lucha de dos culturas que se opusieron en algún momento). Por estas fechas el cristianismo provocó una lucha enconada con el Imperio y el resultado fue una transformación que representa muy claramente la Síntesis hegeliana (un imperio con la ideología cristiana).

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    Son muchos los casos que se podrían dar en la historia para ejemplificar las luchas entre Tesis y Antítesis a lo largo de la misma. Uno puede asumir que la Síntesis en el fondo es un proceso enriquecedor de las culturas y hechos de los países, pero para Hegel no era necesariamente eso. La Síntesis no siempre era positiva ni traía como resultado algo justo, pues a veces la mezcla resultante era el reflejo de los peores elementos de dos ideas que luchaban. Por hacer un símil muy simple e incluso infantil, uno puede darse cuenta de que un tomate y un plátano por separado pueden tener cosas buenas, pero si los metemos en una licuadora y los combinamos, el resultado no tiene por qué ser bueno (en este caso el sabor no sería precisamente una delicia).

    Entonces explicado de algún modo el motor de Síntesis, ¿cómo podemos cambiar la sociedad o luchar ante cosas que están imbuidas en una Síntesis? Uno puede pensar rápidamente que la solución según Hegel bastaría con crear una Síntesis opuesta que luche contra la actual de modo que el resultado sea una nueva Síntesis. Pero no, porque ya una Síntesis en si no admite lucha, de modo que todo lo que le acabes tirando será engullido sin problemas por la misma. Hegel definió que era necesario por lo tanto transformar la Síntesis en una Tesis, de modo que entonces si sería posible aplicarle una Antítesis y modificar el resultado global. Pero luchar contra la Síntesis no es algo sencillo, ya que la propia inercia de la misma hace que sea difícil “frenarla” y acabar con su capacidad sintetizadora, paso necesario para una futura transformación.

    Aunque es posible que algunos penséis que tras estos conceptos no haya ninguna moraleja, resulta muy útil adaptar el problema a un tamaño pequeño (evidentemente si lo analizamos todo con el objetivo de cambiar la sociedad contemporánea uno tiende a abrumarse). Imaginemos por lo tanto un caso práctico:

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    Un grupo de personas están realizando un trabajo. La situación no es la más eficaz, ya que ocasiona problemas entre ellas de modo que es difícil avanzar. Pero el método de trabajo hace que sea una Síntesis, de modo que avanza con una inercia difícil de parar. Ahora bien, para transformar esa Síntesis en Tesis, uno puedo comenzar a frenar la propia Síntesis provocando que no pueda seguir avanzando (mediante incongruencias, dilaciones, falta de comunicación…). De este modo, la gente se empezará a plantear si la Síntesis actual no es por lo tanto problemática y debe de ser repensada. El hecho de ponerla en duda, hace que sea difícil que pueda seguir sintetizando como hasta ese momento, pues el resultado de la misma será poco tenido en cuenta. Si se analiza al detalle, lo que estamos provocando es dejando estática a la síntesis, y por lo tanto transformándola en una Tesis. Bastará con enfrentar esta Tesis con una Antítesis que se le oponga en diversos aspectos (no tiene por qué oponerse en todo). Para ello basta con que haya algunos resultados que demuestren el mayor éxito de la Antítesis. Incluso si la Antítesis no triunfa, de la lucha de ambas surgirá una nueva Síntesis que posiblemente se adapte mejor a las soluciones planteadas en un principio. Sé que quizás este ejemplo sea demasiado simple, pero permite teorizar sobre las fórmulas de abordar los problemas.

    Para acabar con Hegel, señalar que sus teorías encontraron un gran seguidor en la figura de Karl Marx, quedando plasmado en su materialismo histórico. Marx, en sus tesis comunistas adaptó la idea de Hegel y teorizó sobre la necesidad de transformar la síntesis de la cultura Europea en Tesis, para por lo tanto poder oponer una Antítesis que diese como resultado una nueva Síntesis reflejada en una sociedad regida por el denominado por él como comunismo libertario. Para ello movilizó a las masas y las imbuyó en un espíritu de lucha y de inconformismo.

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    Finalmente, espero no haber creado una entrada pesada y farragosa y haber podido al menos transmitir una nueva forma de enfocar y actuar ante los problemas que se puedan presentar. Humildemente digo que aunque no deja de ser una teoría (con sus errores y aciertos) es muy importante si gracias a ella llegamos a razonar diversas formas de actuar y eso nos ayuda por un lado a conocernos mejor y por otros a afrontar los problemas de otro modo que nos sea más exitoso. ¡Hasta la semana que viene!

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    Comentarios (4)

    Hola, yo pienso que «ensacar» la sintesis (la actual interaccion tesis-antitesis) en una nueva tesis para poder enfrentarle una nueva antitesis es un proceso discreto, que hace frente al caracter continuo de las sociedades.
    Por lo que considero que los verdaderos cambios llegan con las armas u otro tipo de sucesos discretos, más acordes con el rollo tesis-antitesis del borracho en cuestión. Dudo seriamente que las «posturas» dialécticas induzcan cambios.

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    Si analizamos la historia, tienes razón en afirmar que las armas han sido los elementos que han hecho muchos cambios por la fuerza. Pero sea Hegel u otros razonamientos, parece ser que desde siempre se ha buscado una justificación a los hechos y en este caso (como en otros muchos) los razonamientos de filósofos eran adaptados en pro de esas justificaciones. Aún así el hecho de un nuevo razonamiento implicaba cambios positivos en la forma de pensar y creo que en esto también Hegel marcó un punto.

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    Interesante artículo. No se si será verdad lo que dicen que dijo Hegel de que cuando empezó a escribir su Fenomenología del Espíritu sólo la entendían el y Dios y que cuando la acabó ya sólo la entendía Dios. Desde luego, Hegel, para mi, no es fácil de entender. Lo de la Tesis, Antítesis y Síntesis en evolución contínua quizás sea lo más asequible de entender. Aunque tengo entendido que esa terminología es más bien de Fichte interpretandolo. ¿Es todo una lucha de contrarios?¿O hay de vez en cuando consensos?¿Quizás algunas veces venza la Tesis o la Antítesis y no de lugar a la Síntesis?. Hegel creo que veía en esta su dialéctica la manera de explicar como avanza el mundo, siempre hacia adelante, como evoluciona la Historia, siempre hacia la Perfección y el Progreso. Parece ser que el no contemplaba la posibilidad de las involuciones históricas. O quizás es que no he entendido casi nada, o nada.

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    Gracias por el comentario. En mi modesta opinión, creo que se ha dicho mucho de Hegel y se le ha reinterpretado de muchas formas. Entiendo que para Hegel, siempre que una tesis choca contra una antítesis, el resultado, siempre implica elementos de ambas. Aunque sólo tenga poco de uno de ellos. Si lo piensas, una involución puede ser el resultado de una síntesis. Un saludo!

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