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LA TROMPETA DE JERICÓ

10 Puntos contra la propaganda (I)

TRAS LA PROPAGANDA

ÍNDICE DEL POST

    10 puntos propaganda

    Es posible que recordéis las dos entradas que tratamos en el blog sobre los 19 principios de la propaganda de Joseph Goebbels, ministro de propaganda de la Alemania nazi. Sí, 19, pues por la red pulula un listado de 11 principios que no he sido capaz de encontrar la fuente de su relación con Goebbels. Todas estas webs apuntan a él, pero nada más. En cambio, sí pude hallar un trabajo del profesor estadounidense Leonard W. Doob donde resumía su doctrina propagandística en los 19 principios mencionados.

    Pero hoy el objetivo es ir un poco más allá y pretendo traer una metodología para analizar la propaganda basada en 10 puntos. De este modo, mi idea es haceros conscientes de que existen una serie de herramientas que nos pueden ayudar a desenmascararla y hacernos más resistente a ella o al menos que sea más difícil caer en sus redes. Es posible que parte del contenido pueda sonar básico, pero os aseguro que rara vez uno se molesta en hacerse estas preguntas para determinar si está siendo victima de alguna campaña de manipulación.

    Debido a la cantidad de información a tratar, creo necesario el dividir el contenido en dos partes, ayudando a que sea más fácilmente digerirla.

    10 PUNTOS

    Antes de entrar de lleno en los 10 puntos, permitidme que mencione un aspecto clave. Cuando hablamos de propaganda, hemos de tener en cuenta sus efectos a corto y largo plazo. Si nos limitamos al corto, es posible que estemos mirando a una rama de un árbol, pero sin llegar a entender que la misma forma parte de un todo más grande. Si obviamos el corto plazo, no seremos capaces de ver aquellas estrategias en las que se basa para la consecución de sus objetivos. Y por supuesto, en este mejunje hay que también tener en cuenta que la propaganda varía con los cambios tecnológicos, de modo que pueda ser difícil entender la propaganda de hoy en día si únicamente la miramos teniendo en cuenta los medios de hace 10 años, por poner un ejemplo.

    Manipulacion

    Pasemos por fin a numerar los 10 puntos considerados:

    • La ideología y el propósito de la campaña de propaganda.
    • El contexto en el cual ocurre la propaganda.
    • Identificación del propagandista.
    • La estructura de la organización propagandística.
    • El público objetivo.
    • Técnicas de utilización de los medios.
    • Técnicas especiales para maximizar el efecto.
    • Reacción del público a diversas técnicas.
    • Contrapropaganda, si está presente.
    • Efectos y evaluación.

    Veamos cada uno de ellos:

    1. LA IDEOLOGÍA Y EL PROPÓSITO DE LA CAMPAÑA DE PROPAGANDA

    Para que la propaganda pueda llegar a calar mínimamente en una población, debe de algún modo tener en cuenta las creencias, valores, actitudes y comportamientos de una sociedad o cultura determinada. Es a partir de aquí, cuando la misma puede incidir en lo que debería ser considerado como bueno o malo, deseable o repulsivo, abarcando determinados aspectos o desarrollándolos. Por lo tanto, a partir de una serie de valores sociales, la propaganda bebe y se inserta en ellos para conseguir una serie de objetivos en el presente y el futuro.

    Así la propaganda, puede hacer hincapié en la legitimidad de una organización y sus actividades, mantener el estatus o privilegios de grupos o incluso justificar acciones por el simple hecho de que en el pasado funcionaron o porque corresponden a una cultura concreta, pese a que las mismas pueden ser muy perniciosas. Incluso en aquellos casos en los que la propaganda ataca valores sociales y tradicionales, la misma suele utilizar como punto de apoyo algo característico de la población, estableciendo una frontera rígida entre lo que debe ser considerado como bueno y malo. Para ello utiliza estrategias como el miedo, amenaza o recelo social para desprestigiar a aquellos grupos que se oponen a estos cambios.

    Podríamos resumir este punto si nos hacemos varias preguntas: ¿A qué están apelando los medios para justificar un determinado comportamiento? ¿En qué aspectos se apoya una argumentación para decirnos que algo es malo o bueno?

    2. EL CONTEXTO EN EL CUAL OCURRE LA PROPAGANDA

    Visto el primer punto, cabe añadir que en el éxito de la propaganda también influye el estado de ánimo o la actitud general de la población, la cual varía a lo largo del tiempo. Aunque no hay que olvidar que este estado de ánimo ha podido ser inducido mediante campañas de propaganda anteriores, por supuesto.

    Manipulacion propaganda
    La verdad que conocemos puede ser el resultado de la suma de mentiras

    Aquí caben hacerse preguntas como: ¿Cuál es el trasfondo histórico de la situación actual y cómo se llegó a él? ¿Qué tipo de reacciones buscan en la población los medios? ¿Qué grupos sociales están implicados y qué está en juego? Y, sobre todo, ¿qué factores son los que evitan que un problema se resuelva?

    Los propagandistas no dudan en responder a estas preguntas barriendo para casa, por lo que nosotros debemos igualmente reflexionar al respecto. Sobre todo, cuando nos presenten a un grupo como el causante de un problema o una solución concreta como la única viable. O cuando simple y llanamente se pretenda desviar la atención de un problema ante el que no se pretende hacer nada.

    ¿Qué armas se suelen utilizar para ello? Por dar algunos ejemplos, un clásico es la difusión de noticias que creen un estado de psicosis, miedo e incertidumbre, aceptando el público general medidas que de otro modo no lo haría. Otro, es bombardear los medios con noticias con hechos más graves que ocurren en otros lugares con el fin de minimizar psicológicamente un problema actual. Es el clásico: “Pues no estamos tan mal o podría ser mucho peor”. Y otro que no me resisto a contar es cuando con el fin de desviar la atención sobre algo, se eleva a problema algo que no lo es, movilizando a los medios y a la población a dedicar ríos de tinta al respecto.

    En definitiva, las redes sociales son un excelente laboratorio para ver las reacciones del público ante noticias concretas y es donde podemos hacernos las primeras preguntas sobre las aviesas intenciones de algunas noticias.

    3. IDENTIFICACIÓN DEL PROPAGANDISTA

    ¿Quién está detrás de la propaganda? ¿Es una institución? ¿Una organización? ¿Y qué intereses están detrás de ella? Estas preguntas son claves para quitar la carcasa sobre la que se esconde una campaña de propaganda. Lamentablemente no es fácil, pues incluso en aquellos casos en los que esta organización se muestra claramente, no hay que olvidar que alrededor de ella puede haber subgrupos que aprovechen el tirón de la primera para otros objetivos propagandísticos. El caso más claro lo tenemos con algunos periodistas y tertulianos, que pese a que son la cara visible y uno los puede calificar de propagandistas, no suelen ser más que la punta de lanza del sistema, habiendo detrás personalidades con enorme influencia pero que no aparecen en los medios.

    Esta opacidad puede llegar a ser mucho mayor si estas organizaciones, en lugar de utilizar los medios convencionales de prensa, se apoyan en la conocida como “propaganda negra”, consistente en difundir información falsa, generalmente mediante rumores, donde no está clara ni la fuente ni la organización que la difunde. En estos casos uno debe preguntarse quién es el principal beneficiado con ella y si sus efectos buscan el cortoplacismo o por el contrario hay una idea a largo plazo que hace aún más complejo su estudio.

    4. LA ESTRUCTURA DE LA ORGANIZACIÓN PROPAGANDISTA

    Es común que, al pensar en propaganda, lo hagamos como algo abstracto u oscuro, obviando que alrededor de ella suele haber una organización centralizada y jerárquica. Este factor es esencial para que la campaña sea capaz de lanzar su mensaje y llegar a buen puerto.

    Media manipulation
    Este ejemplo puede servirnos para mostrar como a veces, una campaña de propaganda puede estar formada por diversas campañas a menor escala, pudiendo observar el objetivo de la mayor a largo plazo.

    He dicho jerarquía, y lo he mencionado porque la misma puede aportar mucha información sobre cómo funcionan las campañas de propaganda. En las grandes campañas actúa mucha gente, ya sea consciente o inconscientemente. Incluso los medios utilizados son muy variables y los objetivos de diversa escala. Por ejemplo, a veces se atrae a figuras de cierto renombre y prestigio para que hablen bien o mal de algo en concreto. Respecto a estas figuras, a veces los medios “fabrican” la reputación de alguien, de manera que de la noche a la mañana pasa de ser un completo desconocido, a ganar mucha visibilidad. Preguntaros de dónde procede esa persona, quién la está aupando y para qué y estaréis acercándoos al quid de la cuestión.

    A veces, la estrategia es tan compleja como cuando una misma organización utiliza a varias para crear una pugna sobre un asunto. Es posible que penséis que esto es una incongruencia, pero pensad en el largo plazo. Una pugna de este tipo atrae la atención del público y al captar su atención, puede orientarlo hacia una idea o comportamiento concreto, objetivo último de la campaña. Y una vez que el tema goza de cotidianidad, estas fuerzas contrapuestas desaparecen y la campaña puede pasar a un segundo nivel. Vemos por lo tanto que considerar el largo plazo es esencial.

    Dediquemos un párrafo a otro aspecto que se suele obviar: La propia jerarquía interna de una campaña. El aspecto más básico es la comunicación, ya que una mala distribución de la información puede dar al traste con la campaña e incluso hacer que su mensaje llegue distorsionado al público general. Pero esta jerarquía interna puede ser desconocida incluso para la gente englobada en una organización, de modo que sólo perciban el mensaje que a su vez quieren que se transmita al exterior. Y eso por no hablar de aquellos que se suben al carro de un mensaje sin entenderlo, simplemente porque les hace lucir o quedar bien ante el resto. Obviamente, si el mensaje luce bien, posiblemente sea porque hay una campaña que busca que así sea, pasando esta persona a quedar bajo el influjo de la propaganda sin saberlo.

    Resumiendo, una pregunta que nos podemos hacer es: ¿Qué grupos u organizaciones están detrás de una campaña y cuál es la relación entre ellos? Difícil, pero indagando se pueden hallar muchas cosas.

    5. EL PÚBLICO OBJETIVO

    Pese a que suene elemental, ningún mensaje cala de la misma manera en todo el mundo. En el caso de que la campaña se englobe sobre amplios grupos de población, una buena segmentación será necesaria o la misma fracasará. Por ejemplo, no se puede utilizar el mismo mensaje y enfoque con jóvenes y ancianos y en muchos casos la distinción va incluso por sexo.

    Por citar un ejemplo, imaginad que un lobby pretende un cambio en una política económica. No es lo mismo convencer al público general que a los especialistas en el sector. De este modo la estrategia a seguir será diferente. Por ejemplo, un primer enfoque podría actuar sobre estos especialistas o personas con renombre en el sector. Una vez ganados para la causa, los mismos reflejarán las “bondades” de esta política económica. El siguiente paso puede ser presionar al gobierno, utilizando a la población mediante diversas técnicas como generación de miedo, incertidumbre o incluso la promesa solución a un problema actual y a estos especialistas.

    He hablado de segmentación, pero en el caso de una campaña que pretende un cambio de mayor alcance, nos surge una pregunta: ¿cómo actuar ante la masa? Se ha visto que, si se transmite un mensaje de forma homogénea y consistente, al final acabará calando en la población. Es cierto que su nivel de aceptación variará en la población, pero los grupos dudosos o contrarios serán posiblemente pequeños y fáciles de actuar sobre ellos. De este modo, una campaña más específica podrá ganárselos para la causa.

    Fake news propaganda
    Las «Fake News» (noticias falsas) son un ejemplo de recursos utilizados por las campañas de propaganda.

    ¿Cómo se transmite ese mensaje homogéneo y consistente? Una forma muy utilizada es a partir de personas con carisma, autoridad o buena prensa, como vimos en el punto 4. Se dice que es más valioso un periodista convencido para la causa que decenas de personas, pues el primero podrá seguir influenciando al resto.

    Pero, ¿cómo estas organizaciones clasifican a la población y son capaces de aplicar campañas específicas? Si te paras a pensar, diariamente estás compartiendo información sobre gustos e ideas, ya sea cuando navegas por internet, cuando interactúas con algún programa o incluso muestras contenido sobre tu vida. Toda esta información es analizada y cada persona acaba en un perfil tipo genérico. Este perfil es la llave que los propagandistas utilizan para “acceder” a nosotros y asegurarse que sus mensajes calan hondo. Dejadme que os diga que hay un negocio espectacular en la venta de esta información.

    Así que resumiendo, las preguntas que nos podemos hacer aquí es: ¿Sobre qué sector o grupo de población en concreto está incidiendo un mensaje? ¿Por qué? ¿Qué activo tiene ese grupo? ¿Qué consecuencias puede provocar en el mismo?

    Y hasta aquí llegamos en esta ocasión. La semana que viene trataremos los últimos 5 puntos, los cuales complementarán la información tratada en la presente entrada. ¡No os la perdáis!

    Lee la segunda entrada sobre 10 puntos contra la propaganda

    BIBLIOGRAFÍA

    La principal fuente consultada ha sido:

    • Garth S. Jowett Victoria O’Donnell (2014), Propaganda and Persuasion (Capítulo 6: How to analyze propaganda). Editorial: Sage publications.

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