PARAÍSOS PERDIDOS, LUGARES MÍTICOS
La semana pasada desarrollamos algunos enigmas que encierran las pirámides egipcias y aquellas en otros lugares del planeta. Siguiendo con el hilo misterioso, en esta vamos a visitar lugares míticos que siguen despertando el interés del ser humano. Me refiero a esa panoplia de ciudades y sitios legendarios que motivaron su búsqueda en el pasado y que han sido objeto de películas y libros.
Es harto probable que casi todos los lugares que voy a nombrar nunca existieron y no sean más que leyendas. Pero no hay que obviar que su búsqueda ha sido tan intensa que hacen a uno dudar. Y, ¿por qué no? Soñar con ciudades paradisíacas incluso en pleno siglo XXI. Debido a la extensión del contenido, se va a partir en dos, trayéndoos aquí la primera parte.
LAS CIUDADES MÁS RICAS DEL MUNDO
¿Alguna vez habéis soñado con una ciudad hecha en oro y colmada de riquezas? Si la respuesta es afirmativa, no sois los únicos. Antes de vosotros ya hubo cientos de conquistadores y buscadores de fortuna que también la soñaron. Incluso la buscaron por toda la inmensidad del continente americano. Y es que las leyendas hablaban de una o varios conjuntos de ciudades llenas de inmensas riquezas. Un metal dorado que cegaba a cualquier visitante por el brillo de sus edificios. Aunque nunca se llegó a encontrar nada, existe una explicación para la existencia de esta ciudad en concreto.
Hay que entender que nos situamos en la época de la colonización y conquista del continente americano. Una época donde las grandes potencias buscaban explorar y conquistar nuevas tierras. Y la avaricia humana siempre ha sido un añadido a tener en cuenta. Así, sumado al afán de encontrar riquezas, se pudieron justificar las más rocambolescas misiones de exploración. Y estas leyendas comenzaron a gozar de importancia, las cuales se exageraban con el boca a boca. Esto permitió que la corona sufragase alguna expedición, aunque ninguna llegase a encontrar estas ciudades.
Respecto a los nombres, aquí encontramos el de Cíbola, Quivira, El dorado, Ciudad de los Césares y Paititi. Y he de decir que el concepto era el mismo. Un lugar colmado de riquezas y escondido. Y como no se sabía su paradero, esto motivó que fuese buscada a lo largo de toda la geografía americana.
QUIVIRA Y CÍBOLA
El origen de la leyenda de Quivira y Cíbola reside en la época en la que los musulmanes invadieron España. Tras la conquista de Mérida en el año 713 d.C., se cuenta que siete eclesiásticos huyeron con los tesoros de la zona. Estos religiosos habrían llegado a Norteamérica, donde cada uno fundó una ciudad, surgiendo las siete ciudades de Cíbola o Quivira.
La palabra Cíbola viene de cíbolo, que significa bisonte, lo que viene a remarcar que las siete ciudades de Cíbola se encontraban en tierras pobladas por grandes manadas de bisontes. Esto correspondería con las grandes llanuras centrales de los Estados Unidos lugar donde habitaban grandes cantidades de bisontes. Y digo habitaban porque el ser humano los esquilmó en el siglo XIX. Así que si había bisontes, había posibilidad de que se hallase la ciudad dorada. Esto motivaría su búsqueda con insistencia por suelo estadounidense.
EL DORADO
El origen de El dorado se remonta al siglo XVI. Surgió cuando los españoles conocieron la presencia de una tribu que hacía rituales con el cuerpo cubierto de polvo de oro. Como os podéis imaginar, la codicia se disparó y provocó no pocas exageraciones. Y claro está, su búsqueda, concretamente por el territorio actual de Colombia. En la actualidad existen varias películas sobre esta ciudad, siendo una de ellas de dibujos animados.
CIUDAD DE LOS CÉSARES
Respecto a la ciudad de los Césares (o Paititi según algunas culturas), las leyendas la situaban entre Chile y Argentina. El nombre tuvo su origen en un término utilizado para emplazamientos de los que se desconocía su ubicación, «Los Césares». El mismo iría exagerándose con el boca a boca.
Siguiendo con el recorrido, existen dos hechos que también pudieron alimentar la mistificación y expansión de las leyendas de estas ciudades. Y aquí debemos mirar a los caballeros templarios. Se cuenta que al prohibir y perseguir su orden, muchos escaparon desde uno de sus más importantes puertos en Francia, La Rochelle. Y lo hicieron llevándose sus tesoros de plata al continente americano. En esto también influyó el hecho de que se aseguraba que los Templarios poseían una cantidad de metales preciosos muy superior a los conocidos en Europa, Asia y África. Y según estas teorías, los mismos procedían de América, lugar al que habían llegado tiempo atrás. Independientemente de la leyenda, esto alimentó más el deseo de encontrar ese tesoro templario por tierras americanas.
Pero fundamentalmente el deseo de fama y reputación por descubrir un gran tesoro acabó ganando. Al requerir las expediciones un permiso real, había que inventarse un buen pretexto. Como os podéis imaginar, para llamar la atención del rey y obtener los fondos necesarios para el viaje, las exageraciones hicieron acto de presencia. Muchos conquistadores inventarían así historias de ciudades y civilizaciones muy ricas y que estaban al alcance de la mano. Pero en la gran mayoría de los casos, el tiempo demostraba que sólo se trataban de terrenos peligrosos, deshabitados y donde la supervivencia era difícil.
EN EL CORAZÓN DEL PLANETA
Pasemos al siguiente grupo de lugares míticos. ¿Y si la tierra fuese hueca? ¿Y si bajo la superficie terrestre existiesen grandes túneles que conectasen diversas partes del planeta y que albergasen ciudades y civilizaciones maravillosas?
Por muy fantasioso que pueda sonar, existen teorías sobre la presencia de estas ciudades en multitud de libros y mitos. Y no precisamente pocos han sido los que anhelando encontrarlas, han ido en su búsqueda. Tan importante fue la idea de que la tierra es hueca, que uno de los más famosos novelistas del siglo XIX, Julio Verne, escribió un libro al respecto. Lo tituló “Viaje al centro de la Tierra”, y es actualmente un clásico de la lectura contemporánea.
Volviendo a las teorías, las mismas difieren sobre los puntos de acceso a estos túneles. Algunos autores hablan de los polos y otros de montañas en Europa. Pero la teoría más extendida es la que sitúa la presencia de una civilización bajo las montañas del Tíbet.
AGARTHA, BAJO LAS MONTAÑAS EL TÍBET
Se las conoce como Agartha, Shangri-La, Kalapa o Shambhala y poseen una influencia muy importante de la cultura budista tibetana. En esta cultura, la búsqueda del yo interior y la meditación son acciones básicas para llegar al nirvana. Y una vez allí, poder alcanzar una comunicación mucho más avanzada que la que los humanos tienen en la actualidad. Esta habilidad permitiría acceder al Shambhala, reino mítico cuya capital es Kalapa y que encierra las enseñanzas más profundas y poderosas del universo.
Los nombres de Shangri-La (fortaleza inexpugnable) y Agartha, fueron interpretaciones que personas de países occidentales dieron a estas teorías basadas en el budismo. Para ellos, no se trataba sólo de un camino espiritual, sino uno material. Según ellos, a Agartha se podía llegar a partir de túneles y galerías situados en el interior de la tierra. Allí, se podría conocer a los creadores del planeta y encontrar las respuestas a las preguntas que desde milenios se ha formulado el ser humano. Demasiado bonito para ser cierto.
Sobre los creadores de la Tierra, surgieron del mismo modo muchas teorías. Una de ellas señala a los Hiperbóreos como una de las primeras civilizaciones de partida de la humanidad. Los mismos, por diversos motivos decidieron esconderse en las entrañas del planeta llevándose con ellos gran parte del conocimiento existente de la época.
LOS NAZIS Y EL TÍBET
Uno de los que buscaron este reino con más ahínco, fueron los nazis. Creían que en Agarta habitaban los primeros arios, y por lo tanto el origen de la raza aria. Esto queda complementado con el reino mítico de Thule o Hiperbórea, el cual creían algunos nazis que se trataba de un continente perdido o reino subterráneo.
Los nazis buscaron entradas a Thule e Hiperbórea por diversos lugares de Europa y a Agartha y Shambhala por el Tíbet. Muy curiosa la relación de amistad entre algunos jerarcas nazis de las SS y miembros del budismo. Esta relación sorprende aún más al saber que en la batalla de Berlín de 1945, un destacamento tibetano luchó junto a los alemanes.
El esoterismo, una pseudociencia que adquirió gran popularidad en el siglo XIX fue uno de los responsables del auge de estos reinos míticos. Fueron varios los que creyendo encontrar el origen del ser humano, se embarcaron en su búsqueda. Esto se engloba sabiendo que para las sociedades europeas y americanas, el mundo asiático siempre ha sido muy atractivo debido a su desconocimiento y a su exotismo. Así, se puede explicar la gran facilidad con la que fueron aceptadas estas leyendas y mitos asociados al budismo.
CONCLUSIÓN
Ya sea la búsqueda de riquezas o las respuestas a preguntas de ser humano, estos emplazamientos míticos han inspirando novelas, películas, canciones y otros elementos. Y es muy probable que sigan haciéndolo. Como se ha demostrado siempre, aquello que el ser humano desconoce, despierta interés y acaba envuelto por el misterio. Cree así el ser humano que será capaz de encontrar su razón de ser dentro del universo.
En una posterior entrada continuaré haciendo un repaso sobre estos lugares míticos buscados durante largo tiempo. Espero haberos hecho reflexionar, despertar vuestra imaginación y abriros el apetito de la curiosidad. La semana que viene más ;).