LAS MEJORES FRASES EN ESPAÑOL DE IÓSIF STALIN
Para algunos es considerado como el gran camarada, luchador infatigable contra el capitalismo y libertador del proletariado. Para otros, un dictador psicópata y paranoico. Y aquellos a medio camino, lo consideran una persona necesaria para comprender el complejo siglo XX. Así es Iósif/Josef/Joseph Stalin, el sucesor de Vladimir Lenin y el hombre que dirigió con mano de hierro los designios de la Unión Soviética durante casi 30 años. Pero no vamos a detallar los hechos fundamentales de su ascenso y caída. Hoy os presento una selección de frases célebres de Stalin, sus citas más curiosas y no siempre conocidas.
Por cierto, su nombre real era Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, siendo Stalin un pseudónimo o apodo. Stal en ruso es acero, y Stalin podría traducirse como “Hecho en acero”. Un apodo que le hace justicia al hombre que llegó a dar nombre a la ciudad de Stalingrado. Tomad asiento y en palabras de Stalin, que a nadie se le ocurra dar un paso atrás. Preparad las palomitas pues comenzamos.
FRASES DE STALIN SOBRE LA RELIGIÓN
Como muchos os podréis imaginar, Stalin negó en multitud ocasiones la existencia de Dios. A pesar de esto, el futuro dictador soviético cursó estudios en un colegio cristiano-ortodoxo para convertirse en sacerdote. Pero pronto se dio cuenta de que no era lo suyo, llegando a ser expulsado por revolucionario. Veamos algunos ejemplos de sus frases:
“Dios no es injusto, en realidad no existe. Hemos sido engañados. Si Dios existiese habría hecho el mundo más justo. Te dejaré un libro y lo verás”. Esta frase, dicha por un Stalin adolescente, es consecuencia de leer “El origen de las especies” de Charles Darwin, libro que le influenció bastante.
“¡El Papa! ¿Cuántas divisiones tiene?” (1935). Respuesta sarcástica al primer ministro francés Pierre Laval cuando éste le pidió un gesto hacia los católicos rusos. El objetivo era atraerse al papado para contrarrestar la creciente amenaza de Adolf Hitler y el nazismo. Dudo que Laval preguntase una segunda vez.
“¿Dios está de tu parte? ¿Es él un conservador? El diablo está de mi parte y es un buen comunista” (1943). En la conferencia aliada de Teherán de 1943, al hablar sobre la guerra en general, Churchill afirmó que Dios estaba de su parte. Esta respuesta de Stalin supongo que le haría dar un buen respingo.
“Uno de los errores de Iván el Terrible fue el pasar por alto a las cinco grandes familias feudales. Si hubiese aniquilado a esas cinco familias, no hubiese habido el periodo tumultuoso. Pero Iván ejecutaría a alguien y entonces pasaría gran tiempo arrepintiéndose y rezando. Dios se interpuso en su camino en este asunto. Debió haber sido más decisivo”. La importancia de esta cita es doble. Por un lado muestra de nuevo su convicción de que Dios y la religión son un impedimento para la estabilidad. Y por otro, ¿no os suena esto a una justificación suya para las grandes purgas que llevó a cabo en la Unión Soviética? Se me ponen los pelos de punta.
CITAS DE STALIN SOBRE LA DIPLOMACIA
Es muy curioso observar la tremenda desconfianza del líder soviético hacia la política y la diplomacia. Para él, los diplomáticos flotaban en un mar de mentiras e hipocresía adornado de una pompa innecesaria. Aunque es cierto que también se ayudó de ella, él prefería un estilo directo sin muchos rodeos. Siguió la máxima de luchar hasta el final con todos los medios posibles. Maquiavelo se hubiera sentido orgulloso.
“Pensamos que un poderoso y vigoroso movimiento es imposible sin diferencias. La verdadera conformidad sólo es posible en el cementerio” (1912). Esta frase es una verdad como un templo y demuestra que Stalin tenía las ideas muy claras. Perderse en detalles sobre particularidades del movimiento era un signo de debilidad que lastraba el avance. Esta determinación le acompañó toda su vida.
“Un diplomático sincero es como agua seca o hierro de madera” (1913).
“Si un ministro de asuntos exteriores empieza a defender hasta la extenuación una conferencia de paz, puedes estar seguro de que su gobierno ya ha emplazado órdenes para construir nuevos acorazados y aviones” (1913). Los políticos y su doble moralidad.
“Si la oposición se desarma, todo está bien. Si se niega a desarmarse, deberemos hacerlo nosotros mismos” (1927). Dudo que aquí desarmar incluya abrazos y caricias.
“Yo también soy un asiático» (1941). Esta frase se la dijo al ministro japonés de asuntos exteriores Yosuke Matsuoka tras la firma de un pacto de neutralidad entre ambas naciones. El acuerdo, meses antes de la operación Barbarroja, evitaba oficialmente que la Unión Soviética tuviese que combatir en dos frentes ante una invasión alemana. Y con un enemigo menos, podría concentrar sus tropas contra Alemania. Si nos fijamos, la frase es cierta si consideramos a Georgia, patria de Stalin, en el continente asiático.
JOSEF STALIN Y LA PROPAGANDA
Una de las cosas más llamativas del comunismo, la cual aún perdura, ha sido su brillantez a la hora de la propaganda. Los soviéticos no fueron una excepción y sus llamativos mensajes calaron muy hondo en la época. De los múltiples ejemplos que podrían citarse, voy a referirme a un triángulo muy presente en la historia: Educación, prensa y elección de gobernantes.
“La prensa debe crecer cada día. Es el arma más penetrante y poderosa de nuestro partido” (1923). Como otros tantos en la historia, domina los medios de comunicación y tendrás a la gente comiendo de tus manos.
“Considero completamente irrelevante a quién o qué partido se votará; Pero lo que es extraordinariamente importante es quién contará los votos y cómo” (1923). Esta frase la he escogido porque se puede universalizar. Ya se puede estar hablando de la democracia más transparente, que si el conteo de votos está muy “preparado”, dará igual la votación en sí. Como ejemplos podéis mirar el Gerrymandering o las particularidades de la Ley D’Hondt española. Respecto a Stalin, suena a definición de pucherazo y caciquismo.
“La educación es un arma cuyos efectos dependen de quien la sujeta en sus manos y hacia quien está dirigida” (1937). Puede parecer obvia, pero que la reconozca un hombre de las altas esferas es otro ejemplo más de su importancia.
UN “KHAN” DE ACERO PARA LA GUERRA
Stalin más tarde o más temprano nos dirige a la segunda guerra mundial. Aunque su ascenso a secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética se dio mucho antes, fue en esta confrontación cuando su popularidad alcanzó cotas espectaculares y se forjó su leyenda. He elegido algunos ejemplos muy significativos, que muestran sus ambiciones y su inflexible disciplina.
“En el ejército soviético, se necesita más valor para retirarse que para avanzar”. Esta frase se complementa con la siguiente: “Muere, pero no te retires”. ¿Algún valiente que le lleve la contraria?
“La guerra no es como en el pasado; Quien ocupa un territorio también impone en él su sistema social. Todo el mundo impone su propio sistema tan lejos como su ejército puede llegar. No puede ser de otra manera. Si no hay un gobierno comunista en París, es sólo porque Rusia no tiene un ejército capaz de llegar allí” (1945). Si lo hubiese tenido lo mismo la guerra fría no lo hubiese sido tanto.
“Estamos 50 o 100 años por detrás de los países avanzados. Debemos compensar esta distancia en diez años. O lo hacemos o nos aplastarán” (1931). Lo más curioso de esta frase es el carácter visionario de la misma. Justo 10 años después, en 1941, Alemania invadió la Unión Soviética.
OTRAS FRASES DE JOSÉ STALIN
Como siempre, me gusta englobar otras frases que no terminan de encajar en las anteriores categorías. Os dejo tres.
«Ella ha sido la única criatura que ha logrado ablandar mi corazón de piedra. Ella ha muerto y, con ella, han muerto todos los sentimientos de afecto que yo tenía para la humanidad” (1907). Esta frase está dedicada a su primera esposa (Catalina Svanidze) justo después de morir, hecho que le afectó profundamente. ¿Un aviso de lo que vendría después?
“Sé que después de mi muerte una pila de basura será amontonada sobre mi tumba, pero el viento de la historia tarde o temprano la barrerá sin piedad” (1943). Juzguen ustedes mismos.
“Estoy acabado. No confío en nadie, ni en mí mismo”. Esta frase se le atribuye en los últimos años de su vida, y viene a reflejar el aura de paranoia que le rodeó. Hay multitud de anécdotas al respecto de su escasa confianza en la gente que le rodeaba.
LAS FRASES QUE IÓSIF STALIN NO DIJO
Existen una serie de frases que se le vienen atribuyendo desde hace años y que son falsas. Ya sea por su carácter o por la simple repetición, éstas han calado hondo y no es raro verlas atribuidas en multitud de webs. Es por esto por lo que he seleccionado tres de sus citas más famosas erróneamente atribuidas. La mayoría son frases de Stalin sobre la muerte:
“La muerte de un hombre es una tragedia, la de millones una estadística”. Atribuida como respuesta a Churchill en la conferencia de Teherán de 1943 o en la de Potsdam de 1945. No han quedado registros que lo demuestren y aunque posteriores historiadores se la atribuyen, lo hacen sin una base sólida. De todos modos no está nada claro el origen de la misma.
“La muerte soluciona todos los problemas. Sin hombre, sin problema”. Esta frase se la inventó un escritor ruso el cual acabó años más tarde reconociendo su mentira.
“Las ideas son más poderosas que las armas. Nosotros no dejamos que nuestros enemigos tengan armas, ¿por qué dejaríamos que tuviesen ideas?”. No hay ninguna fuente que demuestre que esta frase es de Stalin. Parece ser que se difundió y popularizó por internet.
CONCLUSIÓN
En definitiva, como otras grandes figuras de la historia, Stalin dejó su impronta con su interpretación de los hechos que le toco vivir. Aquí os he dejado unas cuantas, pero os invito a que vayáis a los enlaces dejados en la bibliografía para descubrir muchas más.
¡Hasta la semana que viene!
Lee otras frases célebres de famosos de la historia.
BIBLIOGRAFÍA
He rebuscado por la red para asegurarme de que todas las frases sean reales. Si por casualidad se me ha escapado alguna y la detectas, por favor házmelo saber para subsanar el error.