LAS MEJORES FRASES DE MAQUIAVELO
Ya tocaba que otro famoso de la historia se dejase caer por el blog y nos iluminase con algunas de sus mejores frases. Tras mandar algunos e-mails por el túnel del tiempo, el único que respondió esta vez fue Nicolás Maquiavelo. Una persona controvertida y que ha pasado a la historia con un halo oscuro, pese a que no le falta razón a muchas cosas que afirmó en vida. En la sociedad actual de lo políticamente correcto, Maquiavelo chirría, pero resulta curioso que sus comentarios sigan siendo de actualidad casi cinco siglos después de su marcha al otro barrio.
Nicolás entra engalanado cual noble italiano renacentista y tras dejar sus pertenencias toma asiento en el sillón preparado para la ocasión. Tras los respectivos saludos, me asegura que tiene la lengua bien afilada y que no dudará en cortar muchos prejuicios que aún seguimos teniendo en la actualidad. Por cierto, me ha prometido una sorpresa para el final. Veremos.
Señor Maquiavelo, adelante con su selección de frases.
MAQUIAVELO Y LA SOCIEDAD
Nuestro protagonista no se anduvo con rodeos y mostró los aspectos más negativos de la sociedad. No es que fuese pesimista, sino que señalaba estas actitudes de las personas para que fuesen tenidas en cuenta tanto por gobernantes como por el resto de la población.
«Los hombres son tan simples y están tan sujetos a las necesidades del momento, que aquel que busca engañar, encontrará siempre quien se deje engañar». (1513)
«El amor es un vínculo de gratitud que los hombres, perversos por naturaleza, rompen cada vez que pueden beneficiarse; pero el temor es miedo al castigo que no se pierde nunca».
“Pues los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos, porque todos pueden ver, pero pocos tocar. Todos ven lo que pareces ser, mas pocos saben lo que eres; y estos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que se escuda detrás de la majestad del Estado” (1513).
«La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos”. Una frase que dice poco del trabajo en equipo, pero que demuestra que muchas de las grandes acciones de la historia han sido llevadas a cabo por un número muy reducido de personas.
«Los hombres olvidan antes la muerte del padre que la pérdida del patrimonio». Tan triste como cierto.
MAQUIAVELO Y EL GOBIERNO
Quizás el aspecto por el que más se conoce a Maquiavelo es por su obra de “El príncipe”. En ella sugería a los gobernantes una serie de actuaciones de las cuales os dejo con algunas muy llamativas:
“Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o temido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado. Porque de la generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras les haces bien, son completamente tuyos […]; pero cuando la necesidad se presenta se rebelan” (1513).
«A los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, porque si se vengan de las ofensas leves, de las graves no pueden; así que la ofensa que se haga al hombre debe ser tal, que le resulte imposible vengarse» (1513). Igualito que la mafia.
“Conviene que el príncipe se transforme en zorro y en león, porque el león no sabe protegerse de las trampas ni el zorro protegerse de los lobos. Hay, pues, que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos. Los que sólo se sirven de las cualidades del león demuestran poca experiencia” (1513). Otra frase de astucia. El monarca debe saber todos los trucos con los que le pueden atacar y no usar la violencia por sistema. De este modo podrá a veces paralizar un problema sin tener que recurrir a la misma.
“Y cuando cualquier súbdito hace algo notable, bueno o malo, en la vida civil, hay que descubrir un modo de recompensarlo o castigarlo que dé amplio tema de conversación a la gente. Y, por encima de todo, el príncipe debe ingeniarse por parecer grande e ilustre en cada uno de sus actos” (1513).
«Una regla general que rara vez o nunca falla: que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina. Porque es natural que el que se ha vuelto poderoso recele de la misma astucia o de la misma fuerza gracias a las cuales se lo ha ayudado».
«Castigar a uno o dos transgresores para que sirva de ejemplo es más benévolo que ser demasiado compasivo.» Muy curiosa esta frase y nos vuelve a demostrar que Maquiavelo pensaba a largo plazo.
«… es más sensato quedarse con la fama de tacaño, que genera una mala fama sin odio, que por buscar la reputación de liberal, ganarse la fama de ladrón que genera mala fama y odio a la vez; se debe ocultar el liberalismo…» Me resulta algo difícil de asimilar que Maquiavelo hablase tan claro del “liberalismo”, pero esta frase es muy cierta en pleno siglo XXI español.
MAQUIAVELO Y LA GUERRA
Veamos ahora algunas frases sobre la guerra y cómo esta debe tratarse:
“De donde se explica que todos los profetas armados hayan triunfado, y fracasado todos los que no tenían armas” (1513). Las palabras por si solas no bastan…
“Porque, en verdad, el único medio seguro de dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueño de una ciudad así y no la aplaste, que espere a ser aplastado por ella” (1513). Un poco violento nuestro invitado.
“Las guerras empiezan cuando quieres, pero no terminan cuando lo deseas” (1525). Interesante frase que podemos aplicar a cuando tengamos en mente comenzar un conflicto.
«Una guerra no se evita, sino que se difiere para provecho ajeno». Importantísimo ligar esta frase a la anterior.
«En las tropas mercenarias hay que temer sobre todo las derrotas; en las auxiliares, los triunfos». Pese a que hay dudas de su autoría, a la frase no le vuelve a faltar razón.
MISCELÁNEA
Veamos una serie de frases que no terminan de encajar en las otras categorías pero que merecen ser tenidas en cuenta:
“Pues hay tres clases de cerebros: el primero discierne por sí; el segundo entiende lo que los otros disciernen, y el tercero no discierne ni entiende lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo bueno y el tercero inútil” (1513) ¿Qué tipo de cerebro tienes tú?
“El primer método para estimar la inteligencia de un gobernante es mirar a los hombres de los que se rodea” (1513).
“Los títulos no hacen al hombre ilustre, sino los hombres los que hacen a los títulos ilustres” (1517). Una bonita frase que generalmente interpretamos al revés, al soler darle más valor al título que a la persona.
“Yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla” (1521)
“En el reino de los ciegos, el tuerto es el rey” (1524). Esta frase se la atribuyen a varias personas, destacando a Erasmo de Rotterdam. Parece que Maquiavelo también la dijo y realmente da mucho que pensar al respecto.
¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?
Todos conocemos y atribuimos la anterior frase a Maquiavelo. Pero, ¿y si os dijera que eso no es 100% exacto? Veamos.
Maquiavelo escribió las siguientes frases:
“Al juzgar las políticas, debemos considerar los resultados que se han logrado a través de ellas en lugar de los medios con las que se han ejecutado.”
“Y en las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos”
Existen otros ejemplos similares, que aunque nos lleven a pensar que el fin justifica los medios, hay que señalar dos cosas. Maquiavelo nunca escribió la expresión como tal y nunca la libró de toda moralidad. Entonces, ¿quién es el responsable de que al oír semejante expresión pensemos automáticamente en él? Pues ni más ni menos que Napoleón Bonaparte.
Existe una versión del Príncipe que fue comentada por el emperador francés en la cual en uno de los comentarios señala: «La expresión es duramente improbativa. ¿Qué importa el camino, con tal de que se llegue? Maquiavelo comete una falta en hacer de moralista sobre semejante materia.». Por lo tanto, podemos afirmar que Napoleón elimina todo el componente de “bien común” que Maquiavelo sí reconoce. Es decir, Maquiavelo justifica los medios siempre que el fin sea de algún modo el bien común (a través inicialmente del bien del príncipe), mientras que Napoleón lo que hace es desligar totalmente el bien común y centrarlo en el bien personal.
Así que la frase tal y como la entendemos en el siglo XXI, sería más correcta atribuirla al emperador, pese a que este tampoco la dijo de un modo explícito.
CONCLUSIÓN
Y llegados a este punto, Maquiavelo se levanta y se va. Me asegura que se retira a descansar por un largo periodo, pero que está convencido que su persona seguirá estando muy presente en la actualidad.
A modo de broche de esta entrada, dejadme que os reproduzca las palabras que se pueden leer en epitafio: “TANTO NOMINI NULLUM PAR ELOGIUM”, o traducido: Con tal nombre, no hay necesidad de elogio, lo que se puede entender como No existe elogio suficiente para tal persona. ¿Estáis de acuerdo?
¡Nos vemos la semana que viene!
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