LAS MEJORES FRASES DE ABRAHAM LINCOLN
Esta semana otro famoso de la historia ha accedido a que lo entrevistemos. Para ello, nuestra máquina del tiempo ha viajado al siglo XIX en busca de uno de los presidentes estadounidenses más carismáticos y famosos de su historia. Abraham Lincoln, quien acaba de entrar en la sala con su característico sombrero y traje, toma asiento delante de mí. Sólo me puso dos condiciones para la entrevista: Que no hubiese símbolos confederados presente y que la misma no tuviese lugar en el teatro Ford. Nosotros también le pusimos una: Que desplegase un surtido de sus mejores y no siempre conocidas frases. Aceptó y añadió que espera que la entrevista resulte tan espectacular como la marcha al mar del general Sherman.
LINCOLN Y LA ESCLAVITUD
Sin duda el asunto que más famoso le hizo. La decimotercera enmienda a la constitución de los Estados Unidos fue un hecho muy simbólico en la historia. Prohibía la esclavitud en el país, algo que afectaba fundamentalmente a la gente de color. Pero si bien Lincoln es presentado como el adalid de la libertad, su postura es mucho más compleja de lo que pudiese parecer. Él mismo no era un abolicionista, es más, su relación con ellos fue compleja. Además, algunos de sus comentarios podrían llegar a ser considerados como racistas hoy en día. Posiblemente en el fondo creyese en la libertad de todas las personas, pero también es altamente probable que su mayor impulso a esta igualdad viniera en un momento en el que las personas de color podían ser decisivas en la guerra de secesión estadounidense. En algunas de sus frases deja claro que su objetivo principal era la victoria del norte en la guerra, por encima de cualquier liberación de esclavos.
“Creen que la institución de la esclavitud está fundada tanto en la injusticia como en la mala política, pero la promulgación de las doctrinas abolicionistas tiende más bien a aumentar sus males que a disminuirlos” (1837)
“Si A pudiese probar, aunque de forma concluyente, que puede por derecho esclavizar a B. ¿Por qué no puede B arrebatar el mismo argumento, y demostrar igualmente que puede esclavizar a A? Digamos que A es blanco, y B es negro. Es por el color entonces; ¿El más claro tiene el derecho de esclavizar a los más oscuros? Ten cuidado. Con esta regla, serás esclavo del primer hombre con el que te encuentres con una piel más clara que la tuya. ¿No te refieres al color exactamente? ¿Quieres decir que los blancos son intelectualmente superiores a los negros y, por lo tanto, tienen derecho a esclavizarlos? Ten cuidado nuevamente. Con esta regla, serás esclavo del primer hombre con el que te encuentres con un intelecto superior al tuyo. Pero, digamos, se trata de una cuestión de intereses; y, si puedes hacerlo tu interés, tienes el derecho de esclavizar a otro. Muy bien. Y si él puede hacer que sea su interés, tiene entonces el derecho de esclavizarte” (1854). Curioso razonamiento
“Siempre he odiado la esclavitud, tanto como a cualquier abolicionista” (1858)
“Mi principal objetivo en esta lucha es salvar a la Unión (Estados Unidos), no es ni salvar ni destruir la esclavitud. Si pudiera salvar a la Unión sin liberar a ningún esclavo, lo haría, y si pudiera salvarla liberando a todos los esclavos lo haría; y si pudiera salvarla liberando a algunos y dejando a los demás fuera, también haría eso. Lo que hago respecto a la esclavitud, y la raza de color, lo hago porque creo que ayuda a salvar a la Unión; y lo que lo impide, lo dejo porque no creo que ayude a salvar a la Unión” (1862). Más claro imposible. Esta frase digamos que le quita parcialmente ese halo de libertador que siempre se nos ha querido vender sobre su persona.
“Sin la ayuda militar de los negros libertos, la guerra contra el sur no podría haber sido ganada” Otro ejemplo más.
LINCOLN Y LA GUERRA
A Lincoln le tocó vivir una guerra esencial en la historia interna de los EEUU, la guerra civil. Pero también asistió a la guerra con México, lo que en el fondo le hizo reflexionar sobre la seguridad de los EEUU. Veamos el surtido de frases que nos dejó:
“¿En qué momento debemos esperar la aproximación del peligro? ¿Con qué medios debemos fortalecernos frente a él?- ¿Debemos esperar que algún gigante transatlántico militar, pise el Océano, y nos aplaste en un golpe? ¡Nunca! – Todos los ejércitos de Europa, Asia y África combinados, con todo el tesoro de la tierra (excluyendo el nuestro) en un cofre militar y con un Bonaparte como comandante, no podría por la fuerza, tomar una bebida del Ohio (río), o hacer una vía en el Blue Ridge, ni probando durante mil años. ¿En qué momento cabe esperar el acercamiento del peligro? Yo respondo, que si alguna vez nos alcanza, debe surgir de entre nosotros. No puede venir del extranjero. Si la destrucción es nuestro resultado, debemos ser nosotros mismos su autor y verdugo. Como nación de hombres libres, debemos vivir a través del tiempo, o morir por suicidio” (1838). Me encanta esta frase por lo que significa y lo visionaria que llega a ser. De un modo simple y conciso deja entrever la guerra civil americana
“Gloria militar, ese atractivo arcoíris que se levanta con baños de sangre” (1848). Frase dicha en oposición a la guerra con México.
“Se ha dicho que un mal general es mejor que dos buenos, y el dicho es verdadero si se usa para significar que un ejército es mejor dirigido por una sola mente, aunque sea inferior, que por dos superiores, variadas o contrarias entre sí. Y lo mismo ocurre en todas las operaciones conjuntas en las que los participantes no pueden tener más que un fin común a la vista y sólo pueden diferir en cuanto a la elección de los medios. En una tormenta en el mar, nadie a bordo puede desear que el buque se hunda, y sin embargo, es frecuente que todos se vayan al fondo porque muchos dirigirán y ninguna mente ejercerá el control” (1861). Esto no es sólo cierto en el ejército.
“[La larga experiencia ha demostrado que los ejércitos no pueden mantenerse a menos que la deserción sea castigada con la pena de muerte. El caso lo requiere, y la ley y la constitución sancionan este castigo. ¿Debo disparar a un simple soldado que deserta, mientras no debo tocar un pelo de un agitador que lo induce a desertar?] [Creo que en tal caso, silenciar al agitador, y salvar al niño, no es sólo constitucional, sino también una gran misericordia]” (1863). Si comparamos las dos expresiones, vemos cómo la exigencia de la guerra le hizo cambiar.
“Me gustaría que algunos de ustedes me dijeran la marca de whisky que [Ulysses S.] Grant bebe. Quisiera enviarle un barril a cada uno de mis otros generales” (1865). Esta graciosa frase fue la respuesta de Lincoln ante la acusación de que sus generales bebían demasiado. Parece ser que el buen resultado no dependía de ello…
LINCOLN Y LA POLÍTICA
En este apartado Lincoln destacó por ser un hombre práctico y por preocuparle la división de la nación. Tenía las ideas muy claras y sus razonamientos solían ser la consecuencia de una concienzuda interpretación de su entorno.
“Nosotros esperamos que todo el peligro pueda ser superado; pero llegar a la conclusión de que ningún peligro pudiera surgir nunca sería muy peligroso” (1838) Nunca bajes la guardia.
«Una casa dividida contra sí misma no puede sostenerse. Creo que este gobierno no puede soportar permanentemente siendo medio esclavista y medio libre. No espero que la Unión sea disuelta – no espero que la casa caiga – pero espero que deje de estar dividida. Se convertirá en una cosa o en la otra” (1858). Otra acertada predicción.
“Ellos casi no han podido percibir que el esfuerzo de desunión produce la dificultad existente y que una nación fuerte promete una paz más duradera y un comercio más extenso, valioso y confiable de lo que la misma nación rota en fragmentos hostiles” (1861). Tan aplicable a los EEUU de la época como a la España actual.
“No me permito, caballeros, concluir que soy el mejor hombre del país; pero recuerdo, sobre esto, la historia de un viejo granjero holandés, que una vez le dijo a una compañera que no era lo mejor cambiar de caballo cuando se cruza corrientes” (1864). A veces un cambio puede ser la solución, pero es cierto que en momentos cruciales puede ser la causa del desastre.
Puedes engañar a algunas de las personas todo el tiempo, y a todas las personas algunas veces, pero no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo. Esta frase está en disputa, pero no me extrañaría que viniese de Lincoln. La misma es muy acertada.
LINCOLN Y LAS RELACIONES HUMANAS
Poco más puedo decir que añadir algunas de sus frases más curiosas:
“Evita los litigios. Persuade a tus vecinos a comprometerse siempre que puedan. Señálale cómo el ganador nominal es a menudo un verdadero perdedor – en honorarios, gastos, y pérdida de tiempo. Como pacificador, el abogado tiene una oportunidad superior de ser un buen hombre. Todavía habrá suficiente negocio que hacer” (1850). Quizás sea en EEUU, país de demandas, donde esta frase tenga su mejor significado.
“Siempre ten en cuenta que tu propia resolución para tener éxito, es más importante que cualquier otra cosa” (1855)
“Ningún hombre tiene suficiente buena memoria como para ser un mentiroso exitoso”
“Puede ver la grandeza de un hombre viendo lo que le hace enfadar” Muy buena frase
«Según mi experiencia, gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes” La clave está en el equilibrio.
MISCELANEA
Y por último englobo como siempre en este apartado otras frases sobre temas que no encajan en las categorías anteriores.
Las dos primeras son el resultado de una serie de debates, los cuales mostraron el sentido del humor de Lincoln. En ambas su respuesta fue muy graciosa:
En el primer caso, fue acusado de tener dos caras respecto a su política, y su respuesta fue la siguiente: “Se lo pregunto a mi audiencia. Si tuviese dos caras, ¿creen que llevaría puesta esta?”
En el segundo caso, al ser preguntado sobre su estatura, contestó: “Soy suficientemente alto como para llegar al suelo”
Vamos con otras dos:
“Sobre el tema de la educación, no presumiendo dictar ningún plan o sistema respecto a ella, sólo puedo decir que lo veo como el tema más importante en el que nosotros como pueblo podemos participar. Que pueda cada hombre recibir al menos una educación moderada, y por lo tanto poder leer las historias de su propio país y de otros países, para que pueda apreciar debidamente el valor de nuestras instituciones libres, parece ser un objeto de vital importancia” (1832)
“Se dice que un monarca oriental encargó una vez a sus hombres sabios inventarle una oración, que estando siempre presente fuese verdad y apropiada en todos los tiempos y situaciones. Ellos le presentaron las palabras: «Y esto también se consumirá». ¡Cuánto expresa! ¡Qué castigo en la hora del orgullo! ¡Cuán consolador en las profundidades de la aflicción!” (1858)
CONCLUSIÓN
Y tras decir esta frase, Abraham se levanta, se coloca su sombrero y se dispone a marcharse no sin antes despedirse. Que le vaya bonito sr. Lincoln.
Respecto a los ejemplos, he de señalar que hay toneladas de información sobre Abraham Lincoln. Y cuando hay tantas el número de citas apócrifas se dispara. En la medida en la que me fue posible he intentado contrastarlas, pero es difícil estar 100% seguro ya que dependemos de los registros escritos que han quedado. Si detectáis alguna cita errónea, hacédmelo saber por favor.
¡Nos vemos la semana que viene!
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