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LA TROMPETA DE JERICÓ

Curiosidades etimológicas XII

EXPRESIONES Y DICHOS

ÍNDICE DEL POST

    ETIMOLOGIA12

    Saludos a todos una semana más. Estamos ante otra ocasión en las que las curiosidades etimológicas vuelven al blog. Los lectores habituales ya estaréis al tanto de esta sección. Básicamente elijo una selección de expresiones llamativas y explico su origen, si es conocido, o las teorías que hay al respecto. Pero no nos entretengamos más y vayamos con ellas. ¡Qué aproveche!

    ¡SE VA A ENTERAR DE LO QUE VALE UN PEINE!

    Cuando señalamos que alguien se va a enterar de lo que vale un peine, lo hacemos en tono de amenaza para referirnos a que una persona va a recibir su un castigo o su merecido debido a una mala acción cometida.

    ¿Pero qué diablos tiene que ver un peine con todo esto? ¿Está acaso relacionada la expresión con el pelo? Pues la respuesta a ambas preguntas es un rotundo no.

    Como muchos sabréis, un peine es un utensilio formado por púas, y es en esta palabra donde tenemos que fijarnos para buscar el origen de la expresión.

    En la Edad Media, existían varios instrumentos de tortura conocidos como peine. Solían consistir en una barra de metal o madera que contaba con una serie de púas, las cuales se podían hacer rodar sobre alguien con el fin de torturarlo. El método era simple y cruel ya que se daban pasadas cada vez más fuertes sobre el preso, las cuales le arrancaban la piel y le producían heridas que podían acabar con su confesión o su muerte. Así que enterarse de lo que valía un peine podía venir a significar el descubrir el daño que este instrumento de tortura podía llegar a producir.

    Otra posible explicación podría venir también de otro método de tortura conocido como Tortuga o “Peine forte et dure” (por su origen francés). En esta ocasión se tumbaba al torturado en el suelo, se ataba cada una de sus extremidades a un extremo de la habitación y se le comenzaba a poner gradualmente peso encima hasta que el torturado confesaba o moría por aplastamiento, lo que podría llevar incluso días en función del peso.

    Peine et Forte
    Tortuga o «Peine et Forte», un método de tortura al que se alude que pudo ser el origen de la expresión «se va a enterar de lo que vale un peine»

    Al igual que la teoría anterior, no está del todo claro cómo se pasó de la tortura a la expresión, pero el componente de castigo puede ser la clave. Espero que nunca descubráis lo que valen uno de estos “peines”.

    HACERSE EL LONGUI

    Pasemos a la segunda expresión del día la cual he utilizado en más de una ocasión.

    Cuando señalamos que alguien se está haciendo el longui (o el lnoguis), queremos indicar que una persona no quiere enterarse de algo, haciéndose generalmente el despistado.

    Existen dos explicaciones sobre su origen que os detallo a continuación. La primera, apunta que tanto longui como longuis proceden de la misma palabra, longuiso, un vocablo de la germanía (la jerga de los delincuentes) para señalar a quien disimulaba distracción, ausencia o lejanía física y mental pese a que la realidad estaba al tanto de la situación. Por lo tanto “el longui” simulaba distracción para cometer sus fechorías. Como muchos podréis estar pensando, es muy posible que este sea el origen principal, pero veamos la segunda explicación.

    La misma señala que longuis viene de liongus (o longus), palabra latina para lejano o apartado. Sabiendo que “el longui” simula estar despistado, podemos hacer un paralelismo con el significado actual e incluso pensar que el vocablo usado por la germanía se inspiró en él.

    A modo de curiosidad, he podido encontrar también alguna relación entre longus y longo, que vendría a ser largo. Parece que tiempo atrás, cuando una persona era muy avispada, se le decía que era muy largo, en contraposición a una palabra que seguimos utilizamos, corto, con la acepción de una persona de poco intelecto o poco avispada. Al ser el longui alguien que en verdad es muy atento (pese a disimularlo), cabría pensar que un término influyó al otro.

    Hacerse el longui

    Así que puedo decir que si alguna vez te haces el longui, ¡espero que no sea con fines de delincuencia!

    UN ERROR GARRAFAL

    Si alguien ha cometido o algo es un error garrafal, nos referimos a que es un error o equivocación de gran magnitud.

    Estoy casi seguro de que la gran mayoría pensaréis que el origen de la expresión está en el gran tamaño de una garrafa, utensilio que utilizamos para almacenar líquidos. Pero nada tiene que ver eso.

    Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra garrafal viene de garrofal y en su primera acepción queda definida como: “Dicho de una guinda o una cereza: De una especie mayor y menos tierna que la común.”

    ¿Una cereza o una guinda? Pues sí, y si hacemos un poco más de zoom, la palabra está emparentada con garrofa, que se trata de una variante de la algarroba cuyo fruto es más grande y duro que las guindas comunes.

    Guinda Garrafal
    Guinda del tipo «Garrafal», de la cual surgió la expresión error garrafal.

    Por lo tanto podemos ver un paralelismo entre el mayor tamaño del fruto y el hecho de que algo garrafal se considere grande, pero no he podido encontrar el componente negativo con el que la palabra queda automáticamente asociada. Quizás la calidad del fruto fuese considerada inferior.

    ENTRAR A SACO

    Todos hemos utilizado esta expresión y he de reconocer que me gusta especialmente. Y como tantas otras, tiene una curiosa explicación detrás.

    Hoy en día entendemos entrar a saco como una acción descarada y a veces sin control (muy relacionado con el flirteo).  Pero también es cierto que podría entenderse como acceder a un lugar de forma violenta o salvaje sin pensar en las consecuencias y básicamente llevándoselo todo por delante.

    Pero aunque nos pueda venir a la cabeza que saco se refiere únicamente al utensilio para almacenar objetos, en este caso el origen lo encontramos en la palabra saqueo. Y es que la expresión sería más fácil de entender hoy en día si fuese “entrar a saqueo o a saquear”, en relación a entrar en un lugar arrasándolo y apoderándose de todo cuanto haya. Si por alguna casualidad no os suena la palabra saco con este fin, busquemos en la historia un ejemplo. Quizás el saco más famoso fue el de Roma, acaecido en 1527 por las tropas imperiales de Carlos V.

    Saco de Roma
    Cuadro del Saco de Roma, acaecido en 1527 por las tropas imperiales de Carlos V

    Pero también, es posible que muchos estéis pensando que los saqueadores, ya fuesen soldados, bandidos, piratas etc…, eran muy probable verlos portando grandes sacos para guardar el botín, lo que pudo repercutir en la expresión.

    Así que la próxima vez la utilices, tened en cuenta que en su origen significaba saquear. No olvides la bolsa si hay botín de por medio.

    HABLANDO DEL REY DE ROMA…

    Quedémonos en Italia, pues la siguiente expresión vuelve a tener a la ciudad eterna como ejemplo. La misma, tiene una serie de variantes como: “Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma” o Hablando del ruin de Roma…”

    Como muchos sabréis, la utilizamos cuando al estar hablando de una persona, la misma aparece en ese instante. Por lo que he podido encontrar, en un principio se utilizaba ruin en lugar de rey, en relación a una persona de mal comportamiento que aparecía cuando menos se la esperaba.

    Pero, ¿y si os digo que tanto ruin como rey hacen referencia al Papa de Roma? Y es que la versión más extendida alude al periodo conocido como el papado de Aviñón. En el mismo, acaecido en el siglo XIV, siete Papas residieron en esta ciudad francesa, hasta que a finales del mismo siglo tuvo lugar el conocido como Cisma de Occidente. Parece ser, que por el comportamiento de los Papas, a los mismos se les llegó a conocer como “el ruin de Roma”.

    Popularmente y con el paso del tiempo, la expresión fue variando hasta las versiones actuales, aunque no queda claro el por qué se pasó de ruin a rey. En la obra de Alberto Buitrago consultada, se señala que hasta 1903, los Papas eran considerados como reyes de Roma o que incluso la expresión venga por otro lado y Roma no sea más que una ciudad elegida porque rima con “por la puerta asoma”.

    Hablando del rey de Roma
    Palacio de los Papas en Avignon (Francia), lugar al que se apunta como origen de la expresión «Hablando del rey de Roma..»

    También, y teorizando un poco con el término, el título de Rey de Romanos hacía referencia a un emperador del Sacro Imperio Germánico que aún no había sido coronado por el Papa. Cabría pensar que esto también haya podido tener algún tipo de influencia en el resultado.

    Por cierto, mientras escribía estas líneas, ningún papa de Roma asomó por la puerta.

    HACERSE EL SUECO

    Y vamos con la última del post, igualmente muy conocida y similar a hacerse el longui. Cuando alguien se hace el sueco, básicamente se desentiende de algo a la par que disimula.

    La explicación más folclórica alude a que surgió con la llegada de veraneantes extranjeros a España a partir de los años 60, los cuales al no hablar español, solían no comprender o en algunos casos hacer como que la cosa no iba con ellos. La palabra sueco, según esta versión venía a englobar cualquier turista extranjero rubio y alto, algo llamativo en el sureste español de la época. También siguiendo la misma estela, algunos apuntan a los marineros suecos en lugar de los veraneantes.

    Pero esta versión es muy probable que sea falsa y exagerada. Y lo es porque son varios los lingüistas que apuntan a que sueco no hace referencia al gentilicio de Suecia sino a la palabra latina Soccum, que en nuestra lengua derivó en zueco. Un zueco es un tipo de calzado de madera que parece que era utilizado en la antigüedad por los actores cómicos latinos y griegos. El soccum quedó entonces relacionado con los personajes graciosos que a su vez solían ser vulgares o de poco entendimiento. Siguiendo el hilo, podríamos pensar que la palabra evolucionó a no entender o no enterarse y que de la misma soccum (zueco), tengamos palabras como zoquete, socarrón o socarronería (astucia o disimulo acompañados de burla encubierta) y soca (hacerse el tonto).

    Hacerse el sueco
    Zueco del cual podría derivar la expresión en lugar de los habitantes de Suecia

    ¡Espero que la próxima vez que te hagas el sueco no quedes como un zoquete!

    ¡Hasta la semana que viene!

    Si te ha gustado, te dejo con otras entradas sobre el origen de dichos y frases españoles.

    BIBLIOGRAFÍA

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