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LA TROMPETA DE JERICÓ

La CIA en España (XII): La OTAN y el PSOE

ORGANIZACIONES Y PARTIDOS

ÍNDICE DEL POST

    CIA en España

    La CIA vuelve a España y en concreto al blog. Volvemos con otro de los momentos en los que EEUU de forma oficial y la CIA de manera extraoficial volvieron a ejercer su influencia en las decisiones de España.

    Tras un convulso año 1981, España llegó a 1982 donde se dieron varios hechos significativos. El primero fue la entrada en la OTAN  y el segundo las elecciones generales de finales de octubre. Vayamos por partes.

    CON LA OTAN HEMOS TOPADO

    El 30 de mayo de 1982, España se convirtió en miembro de pleno derecho de la conocida como Organización del Tratado del Atlántico Norte, la famosa OTAN. Como muchos sabréis, la misma, auspiciada por los EEUU, pretendía aglutinar países para hacer frente a la Unión Soviética.

    Sin entrar a analizar las fechorías a las que se ha acusado a esta organización, hay que señalar que durante el franquismo, EEUU intentó en varias ocasiones que España formase parte de la misma. Y aquí sale a la palestra lo mismo que he repetido en varias ocasiones. La razón fundamental hay que verla en la importancia geoestratégica de la piel de toro en los planes estadounidenses. El tío Sam no podía permitir que España escapase a su influencia y pasase a engrosar las filas del pacto de Varsovia. Además, la entrada en la OTAN reforzaría las bases yanquis en suelo español.

    fidel castro adolfo suarez
    Adolfo Suárez y Fidel Castro en la Habana en 1979, durante la cumbre de países no alineados.

    Pero he aquí que si España no entró durante el franquismo, fue por la negativa de sus vecinos europeos. Se ha dicho en más de una ocasión que la naturaleza autocrática del régimen fue un pretexto utilizado por franceses, británicos y alemanes para parar en seco la adhesión hispana (al igual que ocurriría con la entrada en la Unión Europea). Por mucho poder que los yanquis pudiesen tener, no podían obviar este rechazo de sus socios.

    Pero el régimen cayó y durante el gobierno de Adolfo Suárez, se iniciaron contactos para la adhesión española. Curiosamente, he podido leer que un sector importante del ejército y la política no veía con buenos ojos formar parte de esta organización, pero de nuevo, EEUU movió su maquinaria para allanar el terreno y asegurar que esto tuviese lugar.

    La oposición más importante vino tanto de la población como de los sectores más progresistas (principalmente partidos de izquierda). Se argumentaba que esta adhesión traería más problemas que ventajas, siendo uno de ellos los enormes gastos asociados a la misma. También se señalaba que España no se encontraba en la misma situación de peligro que otros estados situados en Centroeuropa, por lo que no tenía sentido pertenecer a ella.

    Pero como veremos en el siguiente apartado, fue sin duda muy curioso ver como el gobierno sucesor de la UCD, el PSOE bajo Felipe González, cambió radicalmente su postura al respecto. Algo que algunos han visto como adaptación a la nueva situación internacional y otros como una traición a los valores del partido. Pero veamos.

    CAMBIOS EN EL PSOE

    Para poder poner en relieve lo que voy a contar a continuación es necesario haber leído algunas de las anteriores entradas publicadas sobre la CIA en España. En especial las dedicadas al nuevo sistema político que el servicio secreto yanqui comenzó a implantar por el mundo para evitar la deriva comunista. Me refiero al sistema dual de derecha democristiana por un lado y partido socialdemócrata por otro. Y es imprescindible tener en cuenta que Felipe González supo destacar por encima del resto, al comprender el derrotero de la situación. Algo que hizo que los yanquis le auparan tanto a él como a su partido.

    Pero centrémonos ahora en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El mismo había sufrido un cambio significativo tras el congreso de Suresnes de 1974, cuando la vieja guardia histórica había sido reemplazada por una nueva comandada por Felipe González.

    Curiosamente, en el XXVII congreso del partido, celebrado en 1976, el programa resultante incluía la liquidación de toda base extranjera en suelo español y el rechazo a aceptar ningún tratado de alianza militar que no contase con el deseo del pueblo español. Del mismo modo, buscaba una independencia frente a los bloques militares existentes y la adopción progresiva de una política de neutralidad activa al igual que países como Suiza y Suecia. Pese a que esto era una clara declaración de intenciones, parece que EEUU no se lo tomó muy en serio. Era aún pronto y el franquismo todavía estaba muy latente. Además el PSOE en aquellos momentos no era ni una sombra de lo que llegó a ser y esta medida servía para presentar al partido como una alternativa futura de gobierno, algo que como ya he dicho, coincidía con los planes de Washington.

    Siguiendo con los hechos, el PSOE seguía arrastrando un componente marxista que levantaba muchos recelos en los estadounidenses. Para el tío Sam, era un problema que el nuevo modelo de socialdemocracia que estaba cocinando coquetease con el comunismo. Ya sea por presiones o como parte de una estrategia a largo plazo, en mayo de 1979, tras el XXVIII congreso del partido, la palabra Marxismo desaparecería de los estatutos del PSOE (no sin revuelo ya que inicialmente esto se rechazo y Felipe González presentó su dimisión, siendo al final su petición aceptada en un congreso extraordinario).

    28 congreso PSOE
    Imagen del polémico 28 congreso del PSOE. González presentó la propuesta de retirar la palabra Marxismo, pero la petición fue rechazada. Ante la sorpresa de todos, presentó la dimisión, causando no poco malestar en el partido. Tras diversas presiones, al final en un pleno extraordinario afín a este congreso, se aprobó la medida.

    Sobre esto permitidme que añada varias cosas. El gesto, no deja de ser simbólico, pues era simplemente un añadido histórico. Pero sí que es cierto que mandaba un mensaje al exterior, al querer desligarse de cualquier vínculo que lo pudiese relacionar tanto con el comunismo europeo como con la aún viva Unión Soviética. Algunos han querido ver en esto un guiño de Felipe González a los estadounidenses, una forma de señalarles que el cambio estaba en camino. Lógicamente, estos movimientos causaron desagrado y provocaron disensiones internas en el partido, pero demostraron a los yanquis que tanto González como el PSOE eran una apuesta segura a sus intereses. Todo era cuestión de tiempo. Sigamos.

    Según he podido leer, en el momento en el que se decidía la entrada de España en la OTAN (algo que requería unanimidad en los socios), fueron varios los gobiernos socialistas europeos que le pusieron a González sobre la mesa la oportunidad de rechazar el ingreso hasta que se hubiese llevado a cabo un referéndum popular. Realmente no sé hasta qué punto esto es cierto. Algunos han querido ver que de este modo la popularidad que hubiese alcanzado el PSOE hubiera sido tal que le permitiría arrasar en las futuras elecciones, pero por otro se alude al propio Felipe González como rechazador de la propuesta. La misma, estoy seguro de que le hubiese enemistado con los estadounidenses, parte del ejército e incluso con el rey, algo que posiblemente le hubiese hecho caer. Quizás lo más cómodo era jugar el papel de oposición, vendiendo oficialmente el rechazo a la adhesión, cayendo la culpa de la misma en el gobierno de la UCD. Pero la cosa iba a cambiar meses más tarde.

    DEL OTAN NO AL OTAN SÍ

    A finales de 1982, el PSOE gana las elecciones con mayoría absoluta, obteniendo 202 de los 350 escaños en juego. Hacía muchas décadas que la izquierda no llegaba al poder y para muchos fue el inicio de una nueva época en la política española.

    OTAN PSOE
    Dos ejemplos que demuestran el cambio del PSOE respecto a la OTAN en apenas tres años. Del no inicial al sí final.

    Pero como os podéis imaginar, el asunto de la OTAN no pasó desapercibido. Pronto fueron muchos los que reclamaron al PSOE que cumpliese lo prometido y llevase a cabo un referéndum popular sobre la permanencia en la organización. Así que el gobierno se vuelve prisionero de sus promesas, lo que vuelve a demostrar lo fácil que son las cosas cuando uno está en la oposición.

    Pronto queda patente que el partido no va a cumplir lo señalado y comienza a desligarse del asunto OTAN. Se ha señalado respecto a esto que el PSOE comenzó a aplicar una política de limar aristas, de modo que en caso de tener que tratar el asunto, poco a poco comenzase a gozar de mejor prensa.

    Y aunque esto funcionó durante varios años, el asunto OTAN degeneró hasta convertirse en un dolor para el PSOE. Si uno lee la prensa de la época, observará que fueron muchas las manifestaciones populares en contra de la permanencia en la misma. Incluso dentro del propio PSOE las desavenencias eran fácilmente observables. Y esto en vísperas de las elecciones de 1986, no podía ser nada bueno, estando en riesgo su permanencia en el poder.

    Así que, se convocó el deseado referéndum para marzo de 1986. Resulta cuanto menos llamativa la postura de las diferentes fuerzas políticas al respecto. La derecha, englobada en Coalición Popular, propugnó la abstención mientras que la mayoría de partidos de izquierda hizo campaña por el no. Salvo el PSOE, que hizo campaña por la permanencia. Son muchas las fuentes que señalan que el gobierno utilizó todos los medios disponibles a su alcance para conseguir ganar la consulta, ya que los sondeos apuntaban que el resultado provocaría la salida de España de la OTAN.

    Papeleta OTAN 1986
    Papeleta del referéndum de 1986

    Medios de comunicación, intelectuales, famosos… Todo valía con el fin de dar un lavado de cara a la OTAN y conseguir atraerse el mayor número de apoyos. Como os podéis imaginar, la CIA volvió a desplegar su red de influencias en España con el mismo objetivo. EEUU, para quien la consulta era una aberración, sabía lo que se jugaba y puso al alcance del gobierno todos los medios disponibles. ¡Menudo cambio de rumbo del PSOE desde que en 1976 incluyesen en su programa la liquidación de todas las bases en suelo español! Y mejor aún, pasó del OTAN de entrada no a Permanencia sí en escasos 3 años.

    A modo de curiosidad, esta fue la pregunta que se incluyó en las papeletas:

    «¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?»

    Y estas las condiciones:

    1.º La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.
    2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.
    3.º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España.

    Varias puntualizaciones. La primera es que si os fijáis, la pregunta no incluía la palabra OTAN, tan denostada, y está formulada de un modo que no es 100% claro (estoy seguro de que se podría haber hecho de otra manera). Y respecto a los términos, decir que he leído que los tres han sido incumplidos de un modo u otro a lo largo de los años.

    Pero independientemente de esto, el resultado de la consulta arrojó la victoria del Sí con un 52,5% de los votos. Felipe González estaba exultante y a esta victoria se sumó otra más en las elecciones del mismo año, las cuales curiosamente fueron adelantadas, apuntando algunos a que el gobierno quiso aprovechar el tirón de su éxito en el referéndum.

    CONCLUSIÓN

    Javier Solana OTAN
    Javier Solana, quien llegaría a ser secretario general de la OTAN en los 90.

    Resulta cuanto menos llamativo el periodo, siendo otro ejemplo más de la deriva política de los partidos cuando hay ciertos intereses en juego. Y en este caso los intereses son el Tío Sam, quien lógicamente utilizó todos los medios disponibles para asegurarse que España permanecía en la Organización Atlántica.

    A modo de curiosidad, y como ejemplo de pago por los servicios prestados, EEUU aupó una década más tarde a Javier Solana al cargo de secretario general de la OTAN y posteriormente a encargado en cuestiones de defensa Europea.

    Y por último, podemos observar en todo esto otra victoria de Felipe González, que independientemente de los ideales políticos que uno pueda profesar, demuestra que era un todoterreno en la política.

    ¡Nos vemos la semana que viene!

    BIBLIOGRAFÍA

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