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LA TROMPETA DE JERICÓ

La CIA en España (VIII): Cocinando la transición

SUCEDIENDO A FRANCO

ÍNDICE DEL POST

    CIA en España

    La CIA y sus andanzas por España vuelven al blog. Si recordáis, la última vez tratamos este asunto lo dejamos al borde de la muerte de Franco, antesala del inicio del periodo conocido como transición.

    ¿Influyó de alguna manera la CIA en esta época? De nuevo, como en pasadas entradas, la obra de referencia es “La CIA en España” de Alfredo Grimaldos la cual asegura rotundamente que sí.

    TRANSICIÓN A LA DEMOCRA”CIA”

    La transición española ha sido vista como un ejemplo pacífico de paso de una dictadura a una democracia. Independientemente de todo lo que pueda apostillarse, fue un periodo muy importante tanto para los españoles, como para otras naciones que tenían intereses en España. Y aquí entran los EEUU.

    Franco Nixon
    El presidente estadounidense Richard Nixon y Franco en la visita del primero a Madrid. Esto dejaba patente los intereses estadounidenses en España.

    Como he dicho en más de una ocasión, hay que entender la importancia geoestratégica de España para comprender lo que estaba en juego. EEUU no quería arriesgarse a que la desaparición de Franco conllevase la pérdida de su influencia en la piel de toro o el establecimiento de un estado procomunista. Lógicamente, una situación anárquica y violenta podía ser un polvorín que hiciera peligrar las bases estadounidenses en suelo español. De ahí que a principio de los años 70, comenzase a tantear al caudillo.

    En 1971, el archi mencionado en el blog Vernon Walters (que llegaría a ser director adjunto de la CIA), vuelve a escena. En una entrevista personal con Franco, salen a la palestra qué tiene pensado el dictador tras su muerte. Franco es claro y conciso: Lo tiene todo atado y bien atado. Pero los yanquis quieren garantías.

    Los estadounidenses buscaban un hombre fuerte, fácilmente controlable y sobre todo, que contase con apoyos dentro del franquismo para evitar sorpresas. Y aquí sus intereses convergieron de nuevo con los de Franco. Al dictador español le interesaba no sólo dejar un país estable, sino asegurar el futuro de sus familiares y allegados. Todo parecía indicar que Franco y los EEUU volverían a entenderse.

    Juan Carlos I
    Jura de Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco en 1969

    Pese a esto, hay que señalar que EEUU sopesó candidatos, pues no se sentía cómoda dejándolo todo en manos de un militar que pudiese descontrolarse o que no contase con el apoyo de todo el ejército. Y aquí aparece en escena Juan Carlos de Borbón. Teniendo el visto bueno de Franco (había sido nombrado sucesor oficialmente en 1969), los yanquis pronto se dieron cuenta de que su elección cumplía con ambos objetivos; Primero, contaba con el apoyo del ejército (algo que descubrieron al tantear a varios militares, aunque esta situación para ser que cambió al caer el dictador) y segundo era difícil que se descontrolase. Y lo era porque el futuro monarca sabía los riesgos de caer en desgracia, como ya le había ocurrido a su abuelo Alfonso XIII cuatro décadas atrás. Así que el primer objetivo estaba logrado.

    De todos modos, es cierto que la CIA tanteó el entorno de Franco sobre cuándo se daría esta sucesión. La respuesta fue clara: Franco no cedería el poder mientras viviese, pero parece que sí aceptaría el designar un primer ministro antes de su fallecimiento. Como os podéis imaginar, los servicios secretos estadounidenses intentaron rápidamente influir en esta decisión. Querían un hombre fuerte, con la disposición suficiente para llevar a cabo el proceso de transición hacia la monarquía. ¿Adivináis quién fue el elegido? El almirante Luis Carrero Blanco. Irónico cómo pueden llegar a cambiar las cosas en apenas unos años…

    UN PLAN “ATADO Y BIEN ATADO”

    Una vez sabido que Juan Carlos sería el sucesor y Carrero Blanco el presidente del gobierno, tocaba ponerse a trazar el plan que garantizase la transición. Franco aseguraba tenerlo todo bajo control, pero la CIA no se fiaba al 100% del dictador y quería garantías.

    Así que el “amigo” Walters se reúne con Carrero Blanco. Le transmite la necesidad de coordinar los servicios de información yanquis y españoles de modo que todo se tenga bajo control tras el fallecimiento de Franco.

    San Martín y Carrero Blanco, dos personalidades con mucho eso en el SECED

    Y curiosamente en marzo de 1972, meses más tarde de la reunión, surge el servicio secreto conocido como SECED (Servicio Central de Documentación) que englobaba a la antigua OCN (Organización Contrasubversiva nacional). Da la sensación de que tanto a Franco como a Carrero no le importunaba esta nueva intromisión yanqui en los asuntos de estado españoles (total se trataba de otra más). El SECED, capitaneado por el general José Ignacio San Martín (quien luego participaría en el 23F), pronto comienza a trabajar con EEUU en el establecimiento de las líneas de acción a seguir. Se ha dicho que las operaciones planificadas sólo eran conocidas por un número muy pequeño de personas, llegando a señalarse que miembros del ejército colaboraron sin saber realmente lo que hacían (puro secretismo de estado). Sea como sea, Alfredo Grimaldos asegura que de todas estas gestiones, nacería la transición española. Veamos ahora las operaciones planificadas:

    OPERACIÓN LUCERO

    La primera operación, llevada a cabo por el SECED bajo auspicio estadounidense fue la conocida como Lucero. El objetivo principal es establecer una serie de medidas encaminadas a que la situación no se descontrolase inmediatamente posterior a la muerte de Franco. De este modo consistía en «la defensa de todas las instalaciones civiles consideradas vitales para asegurar el normal desenvolvimiento y cumplimiento de las acciones del gobierno provisional, durante la transición o relevo de mando en la jefatura del Estado».

    Básicamente se trataba de evitar el descontrol y que éste pudiese ser aprovechado por los elementos contrarios al régimen, tanto civiles como militares.

    OPERACIÓN DIANA

    La segunda operación, planificada por el Estado Mayor del Ejército (se dice que sin que éste tuviera conocimiento pleno de ello), consistía en prever las actuaciones necesarias en el caso de que se produjese un vacío de poder.

    Explicada así, esta operación es una consecuencia de la operación Lucero, entendida como la degeneración de  la situación hasta el punto de que elementos subversivos decidiesen asaltar el poder. No hace faltar ser muy inteligente para señalar que esto era lo que EEUU más temía.

    Ahondando un poco más, Diana establecía lo que el ejército debería hacer si ocurría este desorden. Pero iba un poco más allá, ya que establecía los mecanismos por los que estos poderes especiales deberían ser derogados tras el restablecimiento de la situación, evitando así que los militares se hiciesen con el control total y pudiesen rechazar seguir con el plan establecido.

    A modo de curiosidad, señalar que esta operación pese a que no llegó a llevarse a cabo, sí que permaneció en las cajas fuertes de algunos militares. Y a ella misma se remitieron golpistas como Milans del Bosch y Tejero en su golpe de estado del 23F. Si os fijáis, aprovecharon la votación de Calvo Sotelo (que sustituía a Adolfo Suárez) para crear un vacío de poder y poder desarrollar la operación Diana. De este modo se aseguraban un trasfondo “legal”. Decir también que después del 23F, no se ha vuelto a saber nada más de Diana, suponiendo que toda su documentación sería destruida.

    OPERACIÓN TRÁNSITO/ALBORADA

    Alfonso Armada, de quien se dice que participó en la operación Alborada

    La última operación, conocida como Tránsito por el SECED y Alborada por la Casa Real, consistía en determinar con detalle lo que Juan Carlos de Borbón tenía que hacer en sus primeras semanas de reinado. Como detalle llamativo, en esta operación además de la CIA, participó otra personalidad ligada al 23F, el general Armada. No deja de ser llamativo la cantidad de pesos pesado que ligados de un modo u otro a la CIA, acabasen participando en la intentona golpista.

    Volviendo a Alborada, para que os hagáis una idea, he podido leer que la operación incluía los discursos a realizar, las declaraciones del rey e incluso su trato con otras personalidades de la época ante los medios de comunicación. De todo ello, resulta llamativo cuando el monarca atiza a Carlos Arias Navarro, de quien se dice había caído en desgracia para los yanquis y por lo tanto era necesario quitarlo de la escena política.

    CONCLUSIÓN

    En definitiva, la CIA supervisó en todo momento el vacío dejado por Franco y se aseguró de que el desenlace fuese acorde a sus intereses. De nuevo, los españoles volvimos a ser un fiel aliado, pese a que EEUU aprovechó la debilidad hispana del periodo para hacernos perder plazas estratégicas en el norte de África como ya expliqué en la anterior entrada.

    Aunque dicho así parece que EEUU ejercía un control total sobre España, opino que sobre esto hay que realizar varios matices. No creo que tal control se diese, pero las pruebas apuntan a que los yanquis no querían perder la influencia en España y arriesgar sus bases, por lo que parece lógico que influyeran en el periodo. Pero no hay que olvidar que a la par de estos hechos, los estadounidenses seguían enfangados en el conflicto de Vietnam y en otros problemas a lo largo y ancho del planeta.

    Pero pese a su desenlace satisfactorio en la sucesión de Franco, aún faltaba un punto más. Si España iba a transformarse en una democracia, eso significaría la aparición en escena de partidos políticos, y con ello de una serie de personalidades. Estos políticos, vendrían de todas las ramas ideológicas, lo que les hizo plantearse quiénes serían las personas adecuadas para asegurarse que en el camino trazado no hubiera baches.

    ¿Qué derecha postfranquista surgiría tras un lavado de cara del régimen? ¿Qué grupos de izquierda serían bienvenidos? ¿Hasta dónde era aceptable para EEUU el aperturismo español?

    La respuesta a estas preguntas las veremos en la próxima entrada. ¡Hasta la semana que viene!

    Lee otras entradas sobre la CIA en España

    Transición Eneko
    Viñeta satírica sobre la relación entre el franquismo, la transición y la democracia

    BIBLIOGRAFÍA

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