SOCIALDEMÓCRATAS Y DEMOCRISTIANOS
Tras un parón, volvemos a las peripecias de la CIA en España. En esta ocasión vamos a narrar las supuestas acciones de Langley con los partidos de izquierda españoles durante el final del franquismo y el inicio de la transición. En una posterior entrada ahondaremos más en la transición.
Sé que soy muy repetido, pero siento que debo serlo para hacer una buena presentación. Uno de los mayores temores yanquis, era que se produjese la ruptura en España y que los partidos comunistas se hiciesen con el poder. Y este temor había crecido cuando la revolución portuguesa empezó a descontrolarse, requiriendo un esfuerzo colosal para encauzarla de nuevo a sus intereses. Pero si los estadounidenses querían llevar a España a la democracia, sabían que nuevos partidos políticos debían aparecer y como os podéis imaginar, Washington querría ejercer cierto control sobre ellos.
¿Qué tendencias políticas les parecían aceptables? Las mismas que la aplicada en otros tantos países, como la República Federal Alemana y Portugal. Por un lado, una derecha democristiana, basada en la depuración y lavado de cara de miembros procedentes directamente del franquismo. Por el otro, un partido socialdemócrata, que alejado del comunismo, fuese el contrapeso a la derecha mencionada. En España, este papel lo jugaría el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Si os fijáis, se trata del manido modelo bipartidista. Veamos cómo se dice que se gestó todo.
UNA NUEVA DERECHA
Comencemos con la derecha. Una primera mirada nos demuestra que los políticos franquistas en el poder se caracterizaban generalmente por dos características: Su ferviente catolicismo y su carácter inmovilista. Esto no quiere decir que no hubiese elementos más aperturistas, pero su poder era muy limitado.
El cambio vino cuando EEUU observó que esta derecha no encajaba con su idea de democracia para España. Por lo tanto era necesario filtrar y provocar el ascenso de candidatos más jóvenes a los que fuese más fácil presentar y promocionar. Con la derecha no había miedo a la ruptura, pues aunque es cierto que había elementos contrarios a esta transición (sobre todo militares), el rechazo y el miedo al comunismo fue un arma muy bien esgrimida por los yanquis.
Por lo tanto, EEUU les presentó una sencilla pero valiosa oferta. Si accedían a realizar un lavado de cara, recibirían su apoyo, tanto político como económico. Esta medida, consiguió ganarse el apoyo de políticos conservadores como Joaquín Satrústegui y Antonio de Senillosa y atraerse a nuevos candidatos. Varios de estos candidatos sabían que su ascenso en el franquismo sería limitado, por lo que se trataba de una excelente oportunidad. Que no podían dejar pasar.
Respecto a la puesta en práctica, señalar que el principal ejemplo de reconversión lo encontramos en Alianza Popular (AP), de corte democristiana y germen del actual Partido Popular (PP). Puede que algunos hayáis pensado en la Unión de Centro Democrático (UCD) por englobar a un sector “progresista” del franquismo, pero no hay que olvidar que fue el resultado de un conglomerado de fuerzas políticas de diversa índole. Aun así, tanto la UCD como AP aceptaron a la monarquía y se desligaron de la derecha más reaccionaria, siendo Falange uno de los principales representantes. El mejor ejemplo de lo que la ayuda política, diplomática y económica es capaz de hacer, lo vemos precisamente en el hundimiento político de la extrema derecha y el sector más inmovilista del régimen, el cual no casaba con el planteamiento yanqui. Y este viraje también podemos intuirlo al observar como las propias cortes franquistas aceptaron dar fin al régimen. Supongo que nadie procedente del franquismo, salvo amenaza o promesa de mejora, lo hubiese aceptado.
Volviendo a la UCD, algunos han querido verla como un partido de transición, para estabilizar el post-régimen y dar tiempo al bipartidismo AP-PSOE de desarrollarse totalmente.
Pasemos ahora a analizar la alternativa socialdemócrata, englobada en el PSOE.
SURESNES, EL CONGRESO DEFINITIVO
Suresnes, localidad parisina, ha quedado grabada a fuego en la historia del PSOE. En ella tuvo lugar el congreso que lo definió políticamente y lo preparó para la transición. Mucho podría decirse del mismo.
Si uno lee con atención, de Suresnes salieron dos aspectos esenciales: Primero la ruptura con el PSOE histórico, encabezado por Rodolfo Llopis y segundo el auge de una nueva línea bajo Isidoro, el alias político de Felipe González.
En octubre de 1974, todavía bajo el franquismo, son varias las personalidades que abandonan España para asistir a este congreso. Y aquí encontramos el primer dato llamativo. Pese a que se trataba de un movimiento en apariencia contrario a la dictadura, resulta cuanto menos chocante el haber podido leer que los pasaportes para pasar a Francia fueron expedidos por el mismo régimen. En concreto por el SECED (Servicio Central de Documentación), organismo de inteligencia nacido bajo el amparo de Carrero Blanco y como ya dijese en otras entradas, muy colaborador con la CIA. Curioso. Y lo es un grado más si creemos la información que señala que el mismo SECED escoltó a Felipe González y otros miembros hasta el mismo Suresnes. Parece que se quería así evitar complicaciones.
Sobre la primera decisión importante del congreso, señalar que hasta ese momento Felipe González era alguien desconocido. La cabeza visible del PSOE la encontramos en el mencionado Rodolfo Llopis, quien no reconoció las disposiciones aprobadas en Suresnes. Esto nos indica que el mismo congreso no venía del PSOE histórico, sino de un sector escindido del mismo. ¿Quién apoyaba esta escisión?, y ¿por qué la CIA mostró interés en este partido?
Si decidimos creer la hipótesis del control de la CIA, tenemos la respuesta a la primera pregunta. Respecto la segunda, señalar que el PSOE era un reclamo perfecto. ¿Por qué? La primera razón la encontramos en que era un partido ya existente y con mucha historia dentro de España. Esto evitaba tener que crear un partido desde cero y promocionarlo. La segunda, a lo largo de los años se había desligado bastante de los soviéticos, hecho que se podía potenciar para ser una barrera contra ellos. Por lo tanto, el PSOE era visto como una potencial nave socialdemócrata que atrajese a toda la izquierda y ahogase el Partido Comunista.
Pero el PSOE en 1974 no era la ni una sombra de lo que llegó a ser. Su número de afiliados era muy pequeño y su actividad muy limitada (la principal oposición a la dictadura procedía de los comunistas). Con lo cual, la CIA sabía que tenía que insuflarle apoyo si quería hacer de él el nuevo símbolo de la socialdemocracia española. Y para ello, uno de los primeros pasos era asegurarse que la gente que llegaba al poder estaba bajo su control.
Son varias las fuentes consultadas que señalan que Felipe González se coronó en Suresnes debido a la inteligencia política que demostró. Parece que otro candidato, Nicolas Redondo, tenía más peso, pero el carisma de González encajaba mejor en la imagen joven y renovada que se quería transmitir. Con él se llevaría a cabo la refundación del PSOE, partido que desde Suresnes daría un subidón espectacular como vamos a ver enseguida.
UN CRECIMIENTO ESTRATOSFÉRICO
Al regresar el operativo de Suresnes, ocurrieron dos cosas. La primera, no deja de ser una curiosidad, pero parece que un comisario de policía detuvo a Felipe González en Sevilla.
Pensaría que había dado el pelotazo, pero tras conocerse los hechos, pronto fue liberado (lo que no deja de ser otra pista). La segunda, es una supuesta reunión del SECED con Felipe González y Alfonso Guerra. En la misma parece que estuvo presente Andrés Cassinello, otro viejo conocido de estas entradas. El objetivo de la reunión se ha dicho que fue coordinar las acciones a realizar y controlar que la nueva comitiva socialista se ceñía al papel que se le había trazado. Parece que todo salió a pedir de boca.
El siguiente paso en el plan tiene mucha lógica. De repente, González y su entorno pasan a convertirse en personajes públicos de primer orden. Todo indica que hubo una campaña para tal fin. Con esto se empezaba a introducir sus nombres en la opinión pública, eclipsando al de otros cuyos planteamientos podían ser un problema para los intereses yanquis. ¿No resulta llamativo que aún con la dictadura vigente, esto ocurriese? ¿Hasta qué punto Franco supo y colaboró en esto? ¿Creyó que estos nuevos socialistas serían una garantía contra la ruptura en España? No deja de ser curioso y personalmente provoca muchas preguntas.
SIGUE EL RASTRO DEL DINERO Y…
Tenemos el partido y los futuros dirigentes, pero eso no basta. ¿Cómo lanzarlos al estrellato? Encontramos dos maneras de hacerlo. La primera apoyándolo a través de otros partidos socialdemócratas europeos y la segunda financiándolos. Veamos ambas.
Varias fuentes apuntan que el principal apoyo político vino del partido socialdemócrata alemán, encabezado por el conocido Willy Brandt. Parece que la ayuda de este personaje fue capital y tuvo su origen antes de lo que pensamos.
Antes de elegir al PSOE, la CIA estuvo tanteando diversas personalidades de izquierda de la época. En la conocida como operación Primavera, el SECED llevó a cabo contactos para buscar entre otras cosas un candidato de izquierdas moderado, no revolucionario y al que fuese factible reorientar políticamente. El patrón a encontrar era mencionado partido socialdemócrata alemán, cuya organización había sido chequeada por la CIA, parece que dejándola impresionada. Como ya he dicho, Felipe González fue de los pocos que consiguieron ver esto, razón que lo hizo muy apetecible a los ojos estadounidenses y germanos.
Pasemos ahora a la financiación. Antes de particularizar en España, veamos el planteamiento de los EEUU y la CIA al respecto. Hay que señalar que los estadounidenses llevaban tiempo aplicando en Europa un “programa de democracia” con el fin de favorecer aquellos sectores que más garantías le daban. El eje central de sus inversiones europeas lo encontramos en Alemania, en especial con las fundaciones Friedrich Ebert Stiftung, del Partido Socialdemócrata, y la Konrad Adenauer Stiftung, de los democristianos (otro ejemplo que avala el dualismo del caso español).
Las mismas habían crecido enormemente en los años 50, recibiendo importantes subvenciones a través de la CIA para apuntalar el sistema político de la República Federal Alemana. En los años 60, una vez consolidadas, comienzan a canalizar el dinero hacia otros países, incluyendo por supuesto a España.
¿Cómo se utilizó este dinero? Hay multitud de ejemplos, aunque oficialmente todos iban encaminadas a promover los aspectos democráticos en el exterior: Gobiernos, partidos políticos, sociedades profesionales, medios de información, universidades, cooperativas, sindicatos, asociaciones de empleados, cámaras de comercio e industria, iglesias, organizaciones de mujeres y estudiantes… En definitiva, si habéis leído las entradas escritas con anterioridad sobre la CIA, sabréis que se tratan de los blancos tradicionales de la agencia estadounidense. También, aunque este no fue el caso de España, el dinero se utilizó para apoyar la disidencia de los países del telón de acero (como el caso del Sindicato Solidaridad de Lech Walesa en Polonia).
Particularizando para España, parece que el entramado financiero del nuevo PSOE se canalizó a partir de la Fundación Pablo Iglesias, a la que se señala como una sucursal de la anteriormente mencionada Friedrich Ebert alemana. Pero no fue la única. En esta tarea se apunta que jugó un papel fundamental Carmen García Bloise, la cual durante años estuvo al mando de las finanzas del partido.
Por último, señalar que a la par que se financiaban los partidos, los sindicatos también fueron relanzados. En especial la Unión General de Trabajadores (UGT, sindicato de tinte socialista), a la que se señala que recibió la nada despreciable cifra de 200 millones de pesetas de parte de algunos sindicatos estadounidenses para obtener la victoria en las elecciones sindicales de 1978. De nuevo, se buscaba disminuir la influencia de Comisiones Obreras (CCOO), más ligado al Partido Comunista en la época.
¡Nos vemos la semana que viene con la siguiente fase de los partidos!
Lee otras entradas sobre la CIA en España
BIBLIOGRAFÍA
- Alfredo Grimaldos (2006), La CIA en España: Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington. Editorial Debate.
- Anna Grau (2011), De como la CIA eliminó a Carrero Blanco y nos metió en Irak. Editorial Destino.
- Artículo de El Confidencial sobre el apoyo de la socialdemocracia alemana al PSOE
- Artículo de El Mundo sobre el apoyo de Willy Brandt al PSOE