ENTRE TODOS LO MATARON…
Y continuando donde lo dejamos la semana pasada, volvemos a la carga con el asesinato de Carrero Blanco. Quedan aún muchas anécdotas que contar. Prosigamos.
KISSINGER Y CARRERO
Dudo que no sepáis quién es Henry Kissinger. Nacido en la Alemania de entreguerras en una familia de origen judío, pasó a la historia por su papel como secretario de estado y asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos. Una figura muy oscura y asociada a las fechorías de la CIA en el mundo.
Casualidad o no, Carrero Blanco estuvo reunido con Kissinger el día antes de su asesinato. Una coincidencia muy llamativa. La reunión ha permanecido en el más estricto de los secretos, pero supongo que se tratarían temas como la bomba atómica y el futuro de España. Por lo que se rumorea, parece que el resultado no hubo de gustarle mucho a Kissinger. Esto queda patente en el telegrama que mandó a su país el mismo día del atentado y con el siguiente mensaje:
“La muerte del presidente Carrero Blanco esta mañana elimina la mitad de la doble sucesión que Franco había organizado para sustituirle. Carrero iba a continuar como jefe del Gobierno y el príncipe Juan Carlos, que había sido designado heredero en 1969, iba a convertirse en jefe del Estado después de la muerte o incapacidad de Franco.”
“Si el incidente de hoy diera como resultado una actividad terrorista generalizada, Franco podría inclinarse por mirar hacia los militares en busca del siguiente Primer Ministro. En estas circunstancias, el general Díez Alegría, el actual jefe del Estado Mayor, sería un candidato posible. Él es el favorito entre los militares y cuenta además con una apariencia paneuropea. No obstante, también tiene fama de ser partidario de una apertura gradual hacia una sociedad más libre después de la partida de Franco, un factor que le convierte en demasiado moderado a los ojos de Franco.”
Llamativo cuanto menos. Por cierto, el gobierno de los Estados Unidos ha desclasificado información al respecto, pero curiosamente, la mayoría de los párrafos están tachados, lo que vuelve a prestarse a elucubraciones.
Y pese a que me podáis llamar pesado, resulta muy raro que estando Kissinger alojado en la embajada a escasos 100 metros de la explosión, ETA pudiese seguir actuando a sus anchas en el sótano sin que la seguridad extra notase nada. Esto personalmente me indica que los yanquis sabían lo que se estaba cocinando.
LA INVESTIGACIÓN DEL CASO
Un magnicidio de estas características es lógico que llevase asociada una investigación profunda. No fue así. Como habéis podido leer, Carrero gozaba de muchos enemigos y su muerte parece que salpicaba a grandes figuras del régimen. Es por esto que como tantas otras veces ha ocurrido, se empezase a marear la perdiz sin llegar a nada claro.
Pero analicemos varios hechos. El primero lo tenemos en los explosivos. Durante mucho tiempo se dijo que ETA utilizó Goma-2 en la explosión, pero investigaciones posteriores (que misteriosamente no salieron a la luz), señalaron que la detonación se había llevado a cabo con C4. Este potente explosivo era muy utilizado por los EEUU en Vietnam y casi imposible de obtener en España. ¿Casualidad? Aportemos otro dato. Se ha comentado que el fiscal del caso, Fernando Herrero, recibió un informe anónimo señalando que estos explosivos llegaron a España a través de la base estadounidense de Torrejón de Ardoz. Poco más se ha sabido al respecto, pero de nuevo se apunta a los EEUU.
Siguiendo con la investigación, ¿Quién suministró la información a los etarras? Conocida esta persona en clave como “Gabardina Blanca”, han sido varios los señalados como posibles informadores. En la actualidad se sabe que en 1972, el comando se reúne con un informador que les indica que Carrero repetía la misma ruta todos los días y a la misma hora. Así mismo les informó de otros aspectos a considerar. Los propios etarras señalaron no saber quién andaba detrás de esta persona y en la actualidad se sigue desconociendo.
¿Puso la CIA a ETA tras la pista de Carrero? ¿Utilizó la CIA a ETA para que le hiciese el trabajo sucio? ¿Fue alguien dentro del propio franquismo?
Volviendo a la investigación española, ésta fue lastrada desde un principio. Es cierto que se interrogó a muchas personas y se generaron muchos documentos, pero nunca se permitió que se analizase a fondo. Por lo que parece la única vía que se permitió investigar fue la de ETA, desechando cualquier ramal oscuro de los hechos, como por ejemplo los explosivos, la preparación técnica y logística del atentado (ETA en 1973 no era ni una sombra de lo que llegó a ser) y los apoyos externos.
El sumario del caso, comenzó a pasar cual patata caliente por jurisdicción civil y militar, dando tumbos en los que poco se profundizaba. Y la cosa se fue moviendo hasta que en 1977, una ley de amnistía liberó de los cargos a los implicados en el atentado. Era otro movimiento para que el caso perdiese fuelle y muy pronto fue relegado al olvido.
Pero hay que señalar que en el año 2003, el sumario deja de ser secreto y las partes que se conservaron aunque arrojaron nuevos datos, demuestran la confusión que sigue reinando. Parece de nuevo que no interesaba que se supiese lo que había ocurrido. Llamadme mal pensado, pero he visto algunos paralelismos entre las gestiones del caso del magnicidio y las de los atentados de Atocha del 11 de marzo. Mucho ruido y pocas nueces…
La familia de Carrero Blanco, demostró en varias ocasiones su desconocimiento sobre la suerte del sumario. Pese al paso de los años, siguen en la creencia de que la falta de interés por conocer la verdad puede venir motivada para tapar los fallos que los distintos servicios de seguridad españoles cometieron. Posiblemente nunca sepamos lo que ocurrió en realidad.
Antes de pasar a la siguiente sección, Alfredo Grimaldos recoge un hecho muy curioso sobre el atentado de Carrero. En el juicio a José Luis Cortina por su implicación en el golpe de estado del 23F (era un alto cargo del CESID español), ocurrió una anécdota que no me resisto a contar. Durante el interrogatorio por el juez, parece que las preguntas estaban incomodando enormemente a Cortina, hasta el punto de hacerle pasar un mal rato. En un receso, hizo una llamada telefónica en la que señaló a su interlocutor que si esto seguía así sacaría a relucir lo de Carrero Blanco. Curiosamente, el juicio cambió totalmente y al final José Luis fue absuelto de todos los cargos. ¿Qué sabía exactamente? Esta amenaza hace apuntar directamente a altos miembros del franquismo.
FRANCO, CARRERO Y SU DISCURSO
Aunque a lo largo de estas entradas he mencionado a la CIA en más de una ocasión, no hay que dejar de lado la influencia de miembros del franquismo en el atentado.
Pese a la amistad personal entre Carrero y Franco, el segundo no terminaba de fiarse del poder del primero. Temía que tras su muerte Carrero desbaratase todo el proceso y con ello se viese perjudicado su entorno. Aunque suene cruel, ETA le solucionó el problema y aupó al propio dictador a una larga lista de sospechosos indirectos.
Caía de este modo un escollo en los planes del dictador y “simplificaba” la transición del franquismo. Resulta curioso que al morir Carrero, su entorno fue depredado, cayendo al poco en desgracia uno de sus mejores amigos, Laureano López-Rodó. El mismo ostentaba desde junio de 1973 el cargo de ministro de asuntos exteriores, cargo que le sería retirado un mes después del magnicidio. También como dije en la anterior entrada, la sustitución de Carrero por Arias Navarro da que sospechar. Que el principal culpable de los fallos en la seguridad de Carrero acabe siendo aupado a ese puesto suena cuanto menos raro. ¿Un premio para pagarle los servicios prestados en el asunto de Carrero? Quien sabe…
Para finalizar esta sección, me gustaría reproducir las palabras de Franco en el discurso de fin de año de 1973, escasos días después del atentado:
«Es virtud del hombre político la de convertir los males en bienes. No en vano, reza el adagio popular que “no hay mal que por bien no venga”»
Como os podéis imaginar esta frase es gasolina que alimenta la conspiración. Puede que Franco tuviese razón en señalar que al planeado aperturismo español no le sentaba bien Carrero, pero la frase muestra una total falta de respeto a aquel que siempre le fue fiel. Así es la política.
CONCLUSIÓN
Y así llegamos al final de estas dos entradas dedicadas a este magnicidio.
Tras haber indagado bastante, sigo teniendo mis dudas sobre lo que ocurrió. Parece innegable que ETA fue la mano ejecutora, pero la torpeza durante la investigación y las pruebas que apuntan a EEUU no se pueden obviar. Muy posiblemente Carrero comenzó a ser muy molesto tanto para EEUU como para el franquismo, de modo que su asesinato benefició a más personas de las que en un principio podía parecer.
Para demostrar esto, en el libro de Alfredo Grimaldos vienen unas palabras del militar Gutiérrez Mellado sobre la implicación de la CIA en la muerte de Carrero y que os reproduzco:
«El rumor también me ha llegado a mí; ahora, te puedo asegurar que yo no sé nada. Chico, hay aquí tantos que querían quitarse de en medio a Carrero…».
Nos vemos la semana que viene
Lee otras entradas sobre la CIA en España
BIBLIOGRAFÍA
- Alfredo Grimaldos (2006), La CIA en España: Espionaje, intrigas y política al servicio de Washington. Editorial Debate.
- Anna Grau (2011), De como la CIA eliminó a Carrero Blanco y nos metió en Irak. Editorial Destino.
- Podcast sobre el atentado (Ruta por la historia): Altamente recomendado
- Artículo sobre gabardina blanca
- Artículo sobre la frase de José Luis Cortina