PEGASO, SIRENAS, CENTAURO Y KRAKEN
Esta semana os invito a perderos en el mundo de la mitología y los animales fantásticos. Quizás la selección que os voy a presentar sea conocida por todos vosotros, pero no por ello deja de ser menos interesante. Resulta muy llamativo como estos seres han sido extrapolados a libros, películas, videojuegos y obras de arte en general. Es como si su esencia fuese tan cautivadora que los hace atractivos y portadores de leyendas y grandes aventuras. Hoy nos visita Pegaso, un centauro, las sirenas y el Kraken. No los entretengo más, que vienen con ganas de dar guerra. Un toque de trompeta y que pasen de uno en uno:
PEGASO, CUANDO LOS CABALLOS VUELAN
No, no es que esté perjudicado, es que este caballo tiene la peculiaridad de tener dos magníficas alas. De nombre Pegaso, su origen más inmediato lo encontramos en la mitología clásica helena (aunque hay posibilidad de que provenga de una cultura anterior). Aunque existen varias versiones, la de Perseo y Medusa es la más conocida: En ésta nos cuenta que Pegaso nació de la sangre derramada por otro ser mitológico, Medusa, cuando el semidiós Perseo le cortó la cabeza. Muy curiosa esta forma de nacimiento, a partir de la sangre de otro ser también mitológico, como si la esencia nunca se perdiese.
Pero la fama a este caballo le viene por dos ramas distintas:
Para la primera, os remito a la primera entrada de seres mitológicos de este blog. En ella narré como Belerofonte a lomos de este animal mató a la Quimera, liberando Asia menor de sus peligros. Como añadido, señalar que muchos fueron los que intentaron domarlo infructuosamente. Su belleza y habilidades fueron objeto de deseo y hasta que Belerofonte no utilizó unas bridas entregadas por Atenea, el equino siguió indomable.
La segunda la encontramos cuando la fama se le subió a Belerofonte la cabeza y a lomos del corcel se presentó en el Olimpo a reclamar privilegios. Pegaso lo derribó, y así paso a ganarse el favor divino. Zeus le permitió habitar junto a los dioses en el Olimpo y le dio el símbolo del rayo y el trueno. Además, por otras acciones posteriores en ayuda de los dioses, Zeus acabó inmortalizándolo como una constelación de estrellas.
De este modo Pegaso es eterno y aún hoy en día, tiene un hueco del firmamento desde donde nos mira y al mismo tiempo podemos observarlo. Además con su nombre también encontramos: Una compañía aérea turca, un puente en Francia muy famoso durante la segunda guerra mundial, un satélite de la NASA y hasta los años 90 una marca de camiones (entre otras cosas).
Por último, he visto que se suele confundir y a veces hasta fusionar erróneamente con otro animal mitológico: El Unicornio. Señalar que pese a su parecido, ambos son distintos, ya que Pegaso no tenía cuerno ni el Unicornio alas.
EL CENTAURO, UN HUMANO EQUINO
Sigamos con los caballos, aunque cambiémosles el tronco superior. Como si fuese un juguete de Lego, pongámosle cuerpo humano. En efecto, como sospecháis me refiero a los centauros.
Mitad hombre, mitad caballo, estos seres también nos han llegado por la mitología clásica. Pero antes de pasar a ella, existen otras teorías curiosas más a nivel humano. La principal es la que señala que en un principio se originó con la doma del caballo. Los pueblos que no lo conocían, al ver a humanos montados en ellos pensaron que se trataban de bestias antropomorfas. Curioso cuanto menos.
Otra teoría, y como en el caso de Pegaso hay varías, nos sitúa su origen a partir de Ixión (rey de Tesalia). Zeus, sospechando que éste quería apoderarse de su mujer, creó una copia de ésta, Néfele y de la unión con Ixión (el cual como veis cayó en la trampa), nacieron los centauros.
A partir de aquí, la mitología nos sitúa a estos seres habitando los bosques de la región griega de Tesalia. Seres fuertes, guerreros y algo toscos en el trato (incluso violentos), tuvieron más de un problema como reflejan los mitos. Pero he de señalar que esta aureola negativa no les impidió que también hubiese casos de Centauros cultos como por ejemplo Quirón.
Centauro afable e intelectual (al menos comparado con sus compañeros), además agraciado con el don de la inmortalidad, destacó sobre todo en música y medicina. Sus pócimas y remedios salvaron a mucha gente, lo que le hizo ganar una gran reputación. Pero un día, una visita del gigante Heracles a otros centauros degeneró en una pelea en la cual recibió un flechazo envenenado. Imposible de curar la herida, quedaba condenado a sufrir eternamente. Por esta razón acabó cediendo su inmortalidad a Prometeo (un titán), encontrando el alivio en la muerte. Zeus, apiadándose de él, decidió dedicarle una constelación a su nombre, llegando a nosotros con el nombre de Sagitario. Si os fijáis, la misma queda representada por un centauro sosteniendo un arco.
Pero para muchos autores los centauros son la representación simbólica de la dualidad ser pasional y racional. El tronco superior con forma humana estaría ligado al pensamiento, al raciocinio y a la toma de decisiones civilizadas. La parte inferior de equino en cambio correspondería a las bajas pasiones y serían las responsables de su supuesta agresividad.
Ya sólo me queda decir que la próxima vez que veáis el signo del zodiaco sagitario acordaros de Quirón y de sus compatriotas los centauros.
SIRENAS, UN CANTO TAN BELLO COMO PELIGROSO
Pasemos al siguiente ser y para ello mantengamos el torso humano y modifiquemos el tronco inferior. ¿A quién me puedo referir? Por supuesto a las sirenas.
Las sirenas han gozado y gozan de una gran popularidad en nuestra cultura actual. Pero la misma es tan grande como lo difuso de su origen. Existen multitud de teorías al respecto siendo las principales las que coinciden en la figura del padre (Aqueloo, dios del rio Aspropótamos). Para la madre sitúan a Melpómenes (musa de la tragedia), Terpsícore (musa de la poesía y la danza) o Estérope (su propia nieta). Esta relación agua-música es en el fondo la concepción principal que ha llegado a nuestros días. Pero ahora viene lo chocante: En algunas fuentes clásicas se comprueba que las sirenas en su origen eran una mezcla de mujer y ave, y no de pez como la entendemos ahora.
Sea como sea, sobre ellas ha sobrevolado un aura oscura, ligado a la muerte e incluso con tintes malévolos. Pero este aspecto negativo se dice que no fue siempre así. La mitología señala que las alas pudieron ser un don divino que perdieron al ser desplumadas por rivalizar con las musas.
Pero son la visión clásica de las mismas las que de nuevo han configurado la visión que tenemos de ellas. Según el mito, éstas habitaban en una isla del mar Mediterráneo donde cantaban y tocaban instrumentos para atraer a los barcos. Su belleza y cantos embelesaban a los marineros y una vez en tierra aprovechaban para devorarlos. Quizás el ejemplo más famoso lo encontremos en la Ilíada de Homero, cuando Ulises se ató a un mástil del barco para evitar la tentación de lanzarse al mar y nadar hacia ellas. Aquí se asegura que por su fracaso las sirenas se lanzaron a por la tripulación y murieron ahogadas (algo que personalmente encuentro extraño).
Posteriormente, durante la difusión del cristianismo, las sirenas siguieron ligadas a la tentación peligrosa de su belleza y a la pérdida de la razón por caer en sus dominios. Por esto, llegó incluso en algunas épocas a ser relacionadas con la prostitución.
En la actualidad existen multitud de versiones y tipos de sirenas, incluyendo aquellas dóciles y que ayudan a los navegantes perdidos o naufragados. Incluso si probáis en google hay decenas de supuestas imágenes y vídeos de sirenas reales y una conspiranoia importante alrededor de esto. Independientemente de esta información, ¡cuidado con el canto de una sirena!
EL KRAKEN, TERROR DESDE LAS PROFUNDIDADES
La última criatura de la entrada causó pánico a los marineros a lo largo de los siglos. El Kraken, un monstruo gigante con forma de pulpo, se dice que moraba en las profundidades marinas. Cada cierto tiempo emergía para atacar incluyendo barcos y marineros entre sus víctimas.
El origen de estas criaturas puede no ser tan mitológico como en un principio cabría pensar. Se cree que son el resultado de los avistamientos de pulpos o calamares gigantes en aguas oceánicas. Algunos biólogos señalan que existen especies de más de 10 metros de longitud, siendo las hembras mayores a los machos. Pese a algunos estudios, aún se sigue sabiendo poco al respecto.
Pero vayamos a la mitología. En este caso el origen no está en las fuentes clásicas, sino en las nórdicas. Aunque el nombre de Kraken no aparece propiamente mencionado, existen algunas criaturas marinas similares. Pero y como ocurre con su origen, se vuelve a saber muy poco al respecto salvo episodios de ataques.
En lo que sí se solía coincidir era en sus gigantescas dimensiones y el terror que causaba. Generalmente se decía que con sus tentáculos aferraba los barcos y los destrozaba.Si quedaba algún superviviente, el remolino provocado al hundirse en el agua bastaba para tragárselo. Si nos paramos a pensar, este miedo a algo poco conocido encaja perfectamente con las aventuras marítimas vikingas.
Los mismos navegaron durante semanas por aguas desconocidas, llenas de peligros y esto es un caldo de cultivo para la aparición de leyendas de este tipo. Muy posiblemente también puedan explicarse como consecuencia de una exageración. Al avistar grandes criaturas marinas aún desconocidas, el terror causado junto al boca a boca pudo tener efectos casi mitológicos.
Puede que nos encontremos ante una mezcla de todo, pero no olvidéis que aún hoy en día se siguen descubriendo centenares de especies en los fondos marinos y oceánicos. ¿Nos esperará el Kraken en algún lugar de ellos?
¡Hasta la semana que viene!
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