EL MINOTAURO, LA QUIMERA, CERBERO Y EL BASILISCO
Esta semana viajo al mundo de la literatura, las leyendas y la mitología para rescatar una serie de seres que permanecen en el imaginario popular sin supuestamente haber nunca existido. Y es que en todas las culturas la mitología ha estado repleta de estos seres a los que se les ha hecho portadores tanto de buenos como negros augurios y sobre los que se han escrito historias excepcionales. De los múltiples que hay, os traigo una selección de cuatro ejemplos recién horneada. Hoy nos visita el minotauro, la quimera, cerbero y el basilisco.
MINOTAURO, EL TORO DE MINOS
El primero de ellos corresponde al mastodóntico minotauro. La leyenda le atribuye cuerpo de hombre y cabeza de toro, ambos de gran tamaño, de modo que el “tipejo” resulta impresionante a la vista.
Para encontrar el origen de esta criatura debemos viajar a la Grecia clásica y en concreto a la isla de Creta. En aquella isla gobernaba un rey al que llamaban Minos, del cual discurrió el término “Minoico” que englobó a una cultura que se desarrolló en Creta alrededor del 2000 a.C. La leyenda señala que el Dios Poseidón le entregó un toro blanco a Minos para sacrificarlo en su honor, cosa que el rey no hizo debido a su belleza. Y claro, ¿qué pasa en la mitología cuando cabreas a los dioses?
Poseidón con todos los recursos que tenía a mano consiguió que la mujer de Minos, Parsifae, se enamorase del toro y que con el tiempo quedase embarazada del mismo. ¿La consecuencia? El nacimiento de un hijo con cuerpo humano y cabeza de toro. A este ser se le llamaba el toro de Minos, lo que acabaría desembocando en Minotauro.
Minos no tardó en avergonzarse de la criatura y para ocultarla del mundo, mandó a Dédalo construir un laberinto en el cual lo encerró (este es el famoso laberinto del Minotauro). Y aquí la leyenda continúa cuando otro griego, Teseo, se introdujo en el mismo y lo mató y como represalia, Minos mandó encerrar a Dédalo y su hijo Ícaro en él (los mismos que mediante unas alas escaparon y en el que Ícaro por volar muy alto las alas se acabaron quemando y cayó al mar donde se ahogó).
Por lo tanto el Minotauro es un ser nacido como represalia divina y que aunque combina parte humana con parte animal, es ésta última la que domina al conjunto y la que le hace ser una criatura terrible y muy peligrosa. Muchas adaptaciones posteriores nos han presentado al ser con una gran maza en sus manos y listos para aplastar todo lo que pase por su lado.
QUIMERA, UNA MENTIRA MUY PELIGROSA
La Quimera es otro de esos seres fantásticos a los cuales se sitúa su origen en la cultura griega pero que muy posiblemente fuera una adaptación de culturas anteriores. Este animal es complejo de definir, pues ha sido descrito de varias formas distintas pero generalmente contando ellas con las características siguientes:
Posee varias cabezas, una de león y otra de cabra (aunque otras descripciones le atribuyen sólo la de león). También algunos autores le han atribuido alas y suelen coincidir en que su cuerpo es el de una cabra y con una serpiente o una cabeza de dragón por cola. Este mezcla monstruosa (a la que se le añadía la habilidad de escupir fuego por la boca), vagaba por Asia Menor (lo que sería ahora Turquía) haciendo fechorías tanto a personas como a animales.
A nivel mitológico, se dice que era hija de Tifón (del cual se deriva el nombre de este fenómeno extremo) y de Equidna (una especie de terrible ninfa-víbora). A este matrimonio también se le atribuye como descendencia otros seres mitológicos terribles como Cerbero y la Esfinge.
Pero volviendo a la Quimera, sus tropelías llegaron a ser tan peligrosas y sonadas que los dioses se dieron cuenta de que había llegado el momento de acabar con ella. Para ello eligieron a su favorito, Belorofonte, el cual tras domar al caballo alado Pegaso, salió en su busca (por cierto la importancia atribuida a este caballo es tal, que se decía que era el animal favorito de Zeus y que tuvo el privilegio de morar con los dioses). Como uno se puede imaginar, Belorofonte acabó con la Quimera y trajo la tranquilidad a Asia Menor, considerándole en la mitología como un héroe por ello.
Pero lo más curioso de este animal, es que hoy en día su nombre ha perdurado hasta llegar a significar algo totalmente distinto. La real academia de la lengua española en su segunda acepción define a esta palabra como:
“Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo.”
Es decir, una quimera no es más que una mentira que se anhela que fuese cierta. Queda claro que esta acepción se aleja de la del animal, pues dudo mucho que cualquiera en su sano juicio quisiese que este animal fuese una realidad y se diese garbeos por la geografía mundial haciendo las fechorías que se le atribuyen.
Por terminar, un ejemplo de quimera que creo que está en la mente de todos, es la que hubo con la búsqueda de oro en el continente americano, pues llegaron a tomarse por ciertas las leyendas que aseguraban la existencia de ciudades de oro o de minas inagotables del mismo metal aun no habiendo indicios claro de ello.
CERBERO, UN PERRITO DE TRES CABEZAS
Pero como mencioné antes, Tifón y Equidna fueron también padres de otro abominable ser que según la mitología está muy ligado al concepto del infierno: El Cerbero.
Este monstruo se trata de un perro de tres cabezas y cola de serpiente, que haría que cualquier doberman, pitbull o perro del estilo nos pareciese un osito de peluche. Es lógico que sea representado como algo abominable y terrorífico, ya que su función era guardar las puertas del inframundo, lugar habitado por los muertos.
Hades, el dios de este inframundo, le encargó esta tarea a Cerbero para evitar que se escapasen los muertos o que los vivos entrasen por error o a hacer fechorías. Es muy llamativa esta figura de guardián, pues se supone que uno sitúa a uno de ellos cuando hay algo valioso o peligroso que proteger, y en este caso su función era esencial para evitar que el mundo de los vivos y de los muertos se mezclase, dando lugar al caos.
Pero a lo largo de la larga serie de cuentos y leyendas, Cerbero fue puesto a prueba y vencido en varias ocasiones (casi todas cayendo dormido mediante hechizos o artificios, demostrando de algún modo que no se le podía matar).
Y de este factor de no matarlo se deduce una consecuencia que tiene un gran poder incluso en la sociedad actual. Cerbero de algún modo es un ejemplo de fuerza bruta, de la parte más oscura de un ser. Como señalé antes, la mayoría de las acciones que se realizaron contra él no iban encaminadas a matarlo, sino a domarlo. Si abstraemos la idea, podemos llegar a la conclusión de que incluso aquello más bruto o peligroso de un ser no conviene ser destruido, o las consecuencias podrían ser terribles.
Si se mataba a Cerbero, el mundo de los vivos y de los muertos chocaría y sería un desastre, pero si se le adormecía en momentos puntuales, se podrían realizar algunas acciones destinadas a arreglar alguna injusticia y traer equilibrio. Apliquemos esto a los seres humanos: No conviene destruir las denominadas como bajas y peligrosas pasiones (pues con ello se destruye a parte del ser), sino que sería muy interesante dominarlas para evitar que sean las responsables de acciones que nos hagan arrepentirnos después.
Para terminar con Cerbero, a modo de curiosidad, en el fútbol al portero de un equipo también se le denomina cancerbero (Can Cerbero o perro Cerbero), ya que es el que guarda algo valioso, siendo en este caso la portería.
BASILISCO,UNA MIRADA QUE PODRÍA SER LA ÚLTIMA
Y llegamos al último ser mitológico de esta entrada, el conocido como Basilisco.
Aunque a lo largo de los siglos su escenificación ha ido variando según el momento histórico, en la antigüedad era representado como una serpiente muy peligrosa y con el poder de matar a aquel que la mirase directamente a los ojos. En épocas posteriores, aunque mantuvo el carácter reptiliano, se le mezcló añadiéndosele cabeza de gallina y cuerpo de cabra, pero esta representación nos resulta más chocante en la actualidad ya que muchos de nosotros tenemos en la cabeza a este animal representado como una serpiente enorme y peligrosa.
Por cierto, aquellos que os interese la parte de cabra o gallina antes mencionada, os recomiendo buscar a otros dos seres mitológicos, el catoblepas y la cocatriz, los cuales además de ser muy curiosos os harán a su vez descubrir a otros nuevos.
De toda la información buscada sobre este ser, me quedo con una descripción que le hizo el escritor Jorge Luis Borges y que os plasmo a continuación:
“El Basilisco reside en el desierto: mejor dicho, crea desierto. A sus pies caen muertos los pájaros y se pudren los frutos; el agua de los ríos en que se abreva queda envenenada durante siglos. Que su mirada rompe las piedras, quema el pasto ha sido certificado por Plinio. El olor de la comadreja lo mata; en la Edad Media se dijo que el canto del gallo. Los viajeros experimentados se proveían de gallos para atravesar comarcas desconocidas. Otra arma era un espejo; al basilisco lo fulmina su propia imagen.”
No deja de resultar curiosa esta última forma mencionada de matar al animal haciendo que una de sus principales fortalezas se convierta en debilidad: la mirada. Esto se puede extrapolar a otros aspectos de la vida en los cuales podríamos buscar la manera de contrarrestar e incluso voltear aquellas circunstancias que nos hacen sufrir.
Pero este animal también ha entrado en el mundo de las expresiones y tiene una muy curiosa: “Ponerse hecho un basilisco”, que viene a reflejar que una persona se ha enfadado de una manera muy violenta. ¿Y dónde está la relación con el animal? Muy fácil, pues cuando alguien se enfada de este modo con nosotros, nos suele fulminar con la mirada, y si habéis leído antes, esta era la principal arma de este animal.
¡Hasta la semana que viene!
¿Quieres leer sobre otros animales fantásticos? Entradas sobre seres mitológicos
BIBLIOGRAFÍA:
Os dejo los enlaces de las principales páginas en las cuales he hallado la información. Os he puesto el enlace de inicio, para motivaros a curiosear sobre otros muchos que “existen”.