EL MODELO DE LEWIS Y SU TRIÁNGULO CULTURAL
La globalización ha tenido muchos efectos en las sociedades del siglo XXI. Una principal es que ha provocado la interacción de personas de diversa procedencia y con unos ideales y creencias muy distintos. Si bien esto puede ser positivo, si no se actúa con cuidado puede acarrear problemas. Y aquí hablo de barreras en la comunicación como por ejemplo hacer un comentario o gesto que a la otra persona le pueda resultar ofensivo. En definitiva, hoy hablaremos de cultura y analizaremos un modelo cultural basado en el triángulo de Richard Lewis.
Lo primero que debemos tener en cuenta, es que uno se debe acercar uno a este tema con el menor número de prejuicios posible. Hay que evitar caer en el estereotipo fácil, pues esto nos puede llevar a errores desagradables.
CULTURA SUPERFICIAL VS CULTURA PROFUNDA
Un aspecto fundamental a la hora de tratar con una persona es tener en cuenta su cultura superficial y profunda. Es básico comprender la diferencia entre estos conceptos. No es lo mismo lo que vemos superficialmente que aquellos aspectos interiores que generalmente suponemos. Pese a que tendamos a inferir el resto a partir de lo que vemos, esto no tiene porqué cumplirse.
CULTURA SUPERFICIAL
La cultura superficial podríamos definirla de forma simplificada con la forma de hablar, los gestos y el lenguaje corporal. El ejemplo más claro lo tenemos con el contacto físico. Mientras que en muchos países occidentales es algo común (variando según el país), en otras culturas es muy distinto. En ellas, cuando dos personas interactúan, o no existe este tipo de contacto, o se intenta tocar lo menos posible a la otra persona. Un ejemplo de esto lo encontramos en muchos musulmanes, los cuales suelen evitar el contacto con la mano izquierda, al ser considerada como impura. En otras culturas también se considera irrespetuoso mirar directamente a los ojos.
Una consecuencia directa de la cultura superficial es la denominada zona de confort cultural. La misma se resume como aquella zona en la cual una persona con una cultura superficial concreta se encuentra cómoda. Cruzarla, ya sea por distancia, contacto o gestos, puede provocar una reacción incómoda e incluso ofensiva.
CULTURA PROFUNDA
El otro aspecto interesante es el denominado como cultura profunda. Este concepto viene a reflejar los valores y creencias de una persona. Suelen estar tan arraigados en uno, que a la hora de la verdad es lo más complejo en las interacciones humanas. La importancia de la cultura profunda para una persona es tal que hay que tener mucho cuidado. Y es que cualquier ataque u hostilidad hacia estos valores provoca en nosotros una reacción de mucho más impacto que las de la cultura superficial. El ejemplo más claro lo tenemos con la religión y las tradiciones sociales, tanto a nivel familiar como a nivel de grupo de personas que habitan un lugar.
Y aquí es donde funciona la analogía con el iceberg. Si uno mira a una persona “desde fuera”, sólo vemos una parte de ella, la que nos quiere mostrar. Pero debajo yace otra persona, mucho más grande y compleja sobre la cual sólo podemos obtener información a lo largo de conocerla.
¿Entonces cómo se recomienda actuar ante una persona de otra cultura para evitar ofenderla? A lo largo de mi vida me ha venido bien combinar varias cosas. Primero observar cómo actúa con otras personas. Segundo observar sobre qué temas muestra un mayor recelo. Y por último combinar respeto y cuidado al interactuar con ella. Si tienes curiosidad por algún aspecto de su cultura, es recomendable preguntar antes si consideraría respetuoso preguntar sobre eso. Al final todo se reduce a sentido común.
Pero si por una razón o por otra tienes que interactuar con alguien y no sabes qué estrategia seguir, el siguiente modelo puede ser un buen punto de partida.
EL MODELO DE LEWIS
Y vamos con el cuerpo central de esta entrada. Existen en la actualidad múltiples teorías sobre la comunicación entre personas de diferentes culturas. Pero el modelo de Lewis quizás sea uno de los más visuales y simples. El mismo fue creado por el británico Richard Donald Lewis (1930-), un experto en comunicación intercultural. Gracias a que sabe hablar 11 lenguas, le ha permitido interactuar exitosamente con personas de gran parte del mundo y establecer su modelo.
Su modelo es representado gráficamente como un triángulo perteneciendo cada esquina a un tipo muy concreto de personalidad con unas características muy definidas. Entre cada tipo de personalidad hay unas escalas o niveles que muestran combinaciones de atributos. Lewis además ha identificado a diversos países según su posición lo que podéis ver a continuación.
Los tres grupos fundamentales son los siguientes:
LINEAR-ACTIVES
Podríamos traducirlo como linealmente activos: Se trata fundamentalmente de personas donde la lógica y la planificación es muy importante en sus acciones. Suelen hacer una sola cosa a la vez y generalmente en plazo, lo que de algún modo les hace ser eficientes. Les gusta colaborar con personas y en tareas que suelen ser muy estructuradas y razonadas. Uno de sus principales problemas lo tienen a la hora de interactuar con personas de otro grupo, pues a los otros les puede molestar su casi obsesiva necesidad de tenerlo todo bajo control, seguir un orden y en las “frías” formas de interaccionar.
Los ejemplos más representativos de este grupo los tenemos en los alemanes, suizos y luxemburgueses y cerca de ellos encontramos a los estadounidenses y británicos.
MULTI-ACTIVES
Podríamos traducirlo como multi-activos: Generalmente son personas con mucha energía y carga emocional en sus acciones (a veces mostrándose impulsivos). Suelen realizar varias tareas a la vez, saltando entre ellas según la urgencia o el interés que les susciten. Las relaciones humanas son muy importantes para ellos y su gestión es vista como algo fundamental en su trabajo. Su importante carga emocional en ocasiones les juega una mala pasada.
Es el grupo más representativo de los hispanos, los grecolatinos y en menor medida algunos países árabes y africanos.
REACTIVOS
Podríamos traducirlo como reactivos: Aunque para ellos también son importantes las relaciones humanas, lo son en un menor grado que los multi-activos, valorando enormemente la cortesía y la consideración. Suelen escuchar lo que otras personas dicen, valorando el alcance de sus palabras. Les gusta pensar a lo grande, aunque al mismo tiempo les gusta buscar principios sobre los que basar sus acciones. La persistencia en el trabajo y la búsqueda de harmonía son otros dos factores muy importantes para ellos.
Es fácil categorizar a este grupo, pues corresponde principalmente con los países asiáticos, destacando Vietnam, China y Japón.
EL TRIÁNGULO DE LEWIS
Si analizamos el triángulo, una primera conclusión es que para el autor no existe una nacionalidad que combine las tres características. Esto es lógico ya que muchas de ellas son contradictorias. Si miramos en la mitad de cada tramo podemos observar unos grupos intermedios como por ejemplo:
Multi-activos-lineales: Bélgica, Israel y Sudáfrica
Multi-activos-reactivos: India y Pakistán
Lineal-activos-reactivos: Canadá
Si hacemos un análisis geográfico, observamos que generalmente climas más cálidos suelen corresponderse con personas multi-activas. Por el contrario, en las zonas más frías hay predominio de linealmente activos. Por último en Asia y el sudeste asiático el predominio es reactivo.
Si bien es un modelo útil, tiene un defecto muy evidente. Y es que puede llevar al estereotipado al relacionar nacionalidades con los tipos de personalidad. Pero como tantas otras cosas en la vida, es importante ver sus ventajas. Realmente da igual la nacionalidad si uno es capaz de vislumbrar algunas características de una persona e identificarla con uno de los grupos mencionados. Esto nos puede valer como valoración rápida a la hora de gestionar una conversación (sobre todo si se trata de negocios). De este modo, el modelo más la experiencia personal son un punto a favor que nos evite más de una situación incómoda.
A modo de resumen os dejo una tabla con más características generalistas de cada tipo de personalidad:
Por último, para terminar esta entrada os dejo una frase que Lewis utilizó para respaldar su modelo:
“Centrándonos en las raíces culturales del comportamiento de una nación, tanto a nivel social como a nivel de negocios, podemos predecir y calcular con un sorprendente nivel de exactitud como otras personas reaccionarán a nuestros planes y podremos hacer certeras suposiciones de cómo ellos se acercarán a nosotros”.
¡Hasta la semana que viene!
Si te ha gustado, te dejo con otras entradas sobre cultura.