REPARTO DE ESCAÑOS POR PROVINCIAS
En España para las elecciones generales, la circunscripción que se considera es la provincia, por lo que hay un total de 52 (52 minielecciones).
En total para el congreso hay 350 diputados. Inicialmente se asignan 2 diputados a cada provincia y uno a cada ciudad autónoma para que haya un mínimo de representación independientemente de la población existente. Con los 248 restantes se hace lo siguiente:
Se divide la población de cada provincia por 248, obteniéndose una cuota de reparto. Si dividimos la población de cada provincia por su cuota de reparto se obtiene un número entero que es el número de escaños asignados a la provincia. Si al hacer esto quedasen escaños por repartir, se adjudican a aquellas provincias cuya fracción decimal fuese mayor. Este sistema es proporcional a la población (algo lógico) aunque puede provocar una sobrerrepresentación en algunas provincias y una infrarrepresentación en otras (más que por número de habitantes, por superficie y tamaño de la provincia).
En el senado hay 266 escaños, eligiéndose 4 por provincia o agrupación de islas o ciudades autónomas (correspondiendo elegir tres senadores a cada una de las islas mayores como Gran Canaria, Mallorca y Tenerife y uno a cada una de las restantes islas Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, La Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma y dos a Melilla y dos a Ceuta). No se tiene en cuenta por tanto la distribución poblacional de cada provincia, siendo esto una de las mayores críticas al senado.
LISTÓN ELECTORAL
En España y en muchos otros países existe un porcentaje mínimo de votos respecto del total que debe obtener un partido para poder tener representación en el congreso o en el senado. El porcentaje mínimo en España para tener representatividad es del 3% en las elecciones generales y del 5% en las locales. El valor base se obtiene de sumar los votos a los partidos y el voto en blanco.
EL VOTO EN BLANCO
Aunque su uso puede deberse a múltiples razones (rechazo del sistema, apoyo al sistema pero a ningún partido dentro de él…) el voto en blanco solo se contabiliza en España para obtener la representación de los partidos. A los votos totales emitidos a partidos, se le suman los votos en blanco y a partir de esa cantidad se calculan los porcentajes del listón electoral. Por lo tanto a mayor cantidad de votos en blanco, mayor es el listón y mucho más complicada la presencia de partidos minoritarios (con la excepción de los partidos autonómicos con importante representación).
Pero sin duda lo más criticable del voto en blanco es que si suman suficientes como para obtener un escaño, no se cuentan, es decir, nunca puede haber un escaño vacío por la presencia de un número elevado de votos en blanco. Esto genera la crítica de que si un porcentaje de población superior al mínimo ha usado esta forma de voto, debe tener la representación correspondiente (con escaño vacío). En España hay un movimiento llamado MCxVBC y un partido político, Escaños en blanco, que aboga por esto.
Ahora, supongamos los siguientes casos: El voto en blanco supera el 50% de los votos totales. No ocurre nada, ya que si el segundo partido más votado ha obtenido más del 3% (o el 5% para municipales) del listón electoral, esta fuerza gana las elecciones. Ahora bien, imaginemos que en un pueblo de 100 habitantes, 98 votan en blanco y los otros dos votan al partido A. Como el partido A no ha obtenido el mínimo del 5% (al ser un pueblo) no puede gobernar y quedaría eliminada su representación. ¿Qué pasa entonces en el pueblo? Hay varias soluciones. O se inventan algo para repetir los comicios, o el estado ha de buscar a una empresa que gestione el ayuntamiento, porque mediante las urnas no habría salido ningún candidato. Esta situación se dio en el municipio vasco de Elduaien. En el municipio de Aldana también en el país vasco, ocurrió lo mismo, pero en este caso continuaron gestionando el ayuntamiento las mismas personas que la habían gestionado durante cuatro años (Más info: link)
De todos modos esto sería inviable a nivel nacional o autonómico, ya que aplicarían cualquier disposición de cualquier normativa para repetir elecciones o hacer alguna coalición extraña o como en el caso de Aldana, que permitiese continuar al gobierno anterior.
Por lo tanto el voto en blanco tiene una triple lectura, por un lado aumenta el listón electoral dificultando que partidos minoritarios aparezcan en escena (favoreciendo a los grandes partidos), por otro lado es un voto que no cobran los partidos políticos por no recibirlo (como detallé en el anterior post) y finalmente su eficacia directa reside en que sume un porcentaje superior al 95% o 97% evitando que el resto de partidos obtenga el porcentaje mínimo necesario para tener representación.
VOTO NULO
Aunque la originalidad de este voto puede verse empañada por errores en su asignación de candidatos (esto pasa en el senado), el voto nulo no se contabiliza para calcular el listón electoral, de modo que queda como una crítica al sistema. Si queréis echaros unas risas con algunos ejemplos de votos nulos entrad en este enlace.
ABSTENCIÓN
La abstención actualmente sólo se declara como un porcentaje de la población con edad y derecho para votar y que no lo hace de ningún modo. Teóricamente es también una forma de mostrar rechazo al sistema aunque realmente su importancia es muy reducida. Evidentemente aunque la abstención sea alta, no afecta en los resultados de los partidos y éstos tienden a olvidar lo que la abstención significa. Podría darse el caso de que hubiese una abstención del 90%, lo que vendría a indicar una fractura en el sistema, pero a la hora de la verdad, ese 10% de votos decidirían el resultado y conformarían el gobierno.
Históricamente, las elecciones generales con mayor porcentaje de abstención fueron las de 1979 (con un 31,96%) y las que menos las de 1982 (21,03%).
A nivel de curiosidad, hubo dos elecciones no generales con una gran abstención y que incluían a gran número de personas, y fueron la de apoyo a la aprobación de la constitución europea en 2005 (57,68% de abstención) y el referéndum de aprobación del nuevo estatuto de autonomía de Andalucía en 2007 (63,72% de abstención).
CONCLUSIÓN
Con estas dos entradas he querido principalmente explicar cómo se reparten los escaños en las elecciones (poniendo principalmente de ejemplo las elecciones generales) y tratar de ejemplificar el valor o la influencia real que tienen otros tipos de votos, como el nulo y el blanco. Que cada uno reflexione y actúe en consecuencia :D.