ELECCIONES EN ESPAÑA
Aunque es muy posible que sea conocido por todos, creo que es muy interesante contar como funciona el sistema electoral y se reparten los escaños en las elecciones de España.
España, desde la vuelta a la democracia adoptó un sistema conocido como la Ley de Hondt. Como curiosidad, Victor D’Hondt fue un profesor de derecho belga que en 1878 creó este método. Actualmente se aplica en muchos países de Europa, Sudamérica e incluso Turquía, Israel y Japón.
Pero pasemos a explicar el método de un modo sencillo. Imaginemos que en el país X, se van a repartir 10 escaños. Se presentan 4 partidos (A, B, C y D) obteniendo cada partido respectivamente 1.000.000, 800.000, 230.000 y 120.000 votos. Para observar el reparto de escaños, cada cantidad se divide por 2,3,4 y así sucesivamente hasta el número de escaños a repartir. Luego se van buscando los valores mayores, y al partido al que corresponda se le asigna un escaño. En la siguiente imagen aparece en rojo los escaños obtenidos por cada partido (de arriba abajo son las cantidades resultantes de dividir los votos por 2,3,4,5….).
De este modo el partido A obtiene 5, B 4, C 1 y D ninguno (No sale porque los votos recibidos, 120.000 es menor a las otras cantidades en rojo). Por lo tanto puede observarse que los 120.000 votos de D (5,5% de los votantes) no tienen ninguna representación parlamentaria.
Si quereis hacer pruebas hay un simulador en esta página.
Ahora bien, hay que saber que en las elecciones generales españolas, por cada escaño conseguido, un partido político consigue 21.633 euros y 0,83 euros por cada voto para el congreso y 0,33 por cada voto para el senado (en las elecciones de 2.011 la composición de escaños del congreso le costó al estado 7,57 millones de euros y la del senado 4,45 millones de euros). Pero esto no acaba aquí ya que como he mencionado las primas por voto hacen que se reparta un extra de unos 21 millones de euros en el congreso y unos 8 en el senado. Si sumamos todo, obtenemos una cifra cercana a los 41 millones de euros, casi nada… De estos 41 millones casi 30 fueron para las dos principales fuerzas políticas, que como es lógico copan el ranking de ingresos por escaños y votos. Esta es una de las razones por las cuales el voto en blanco está tan denostado por los propios partidos, ya que es dinero que no cobran los mismo partidos.
Aunque los escaños son repartidos proporcionalmente al número de votos recibidos, este sistema presenta los siguientes inconvenientes:
– No tiene en cuenta el resultado nacional global a la hora de sumar los votos, ya que los escaños se van repartiendo por provincia. Esto puede dar lugar a dos situaciones. La primera es que un partido que haya sumado bastantes votos a nivel nacional, pero que hayan sido muy repartidos regularmente en cada provincia, no tenga apenas representación. El segundo es que un partido en una provincia donde se reparten muchos escaños haya sido el vencedor obtendrá muchos escaños en comparación con el número de votos totales recibidos en el país. Esto ocurre principalmente con partidos nacionalistas, como CIU y el PNV. Estos partidos, en caso de que ningún partido haya obtenido la mayoría absoluta, suelen tener la llave de la formación de un gobierno, por lo que una minoría territorial (minoría en cuanto al total nacional) sale muy beneficiada respecto a otros partidos con más apoyo en toda la nación (el ejemplo más claro ocurre con IU y UPyD).
– Aunque este sistema favorece principalmente a las fuerzas más votadas, alentado con ello un poco más el bipartidismo nacional, hay que señalar que en los sistemas de primera y segunda vuelta y los de mayoría simple suelen ocurrir lo mismo.
Entre las múltiples opciones que se proponen como nuevo sistema de reparto de escaños, está el método de Sainte-Laguë (utilizado en muchos países de Europa) y una propuesta realizada por un profesor de la Universidad de Granada, Victoriano Ramírez, y que podéis leer aquí.
En una posterior entrada explicaré más particularidades del sistema electoral español, como la repartición de escaños por provincia, el listón electoral y la influencia del voto nulo o en blanco.