El pasado martes, el Ministerio de Fomento publicó una nota en la cual su objetivo era poner coto a algunas prácticas de transporte compartido de viajeros. Y a partir de aquí, cada uno ha interpretado como le ha dado la gana. Creo que es necesario dedicar una entrada a tratar este tema con el fin de desenmascarar aquellas mentiras que muchos medios han lanzado ya sea con el fin de difamar al gobierno, de atacar a algunas plataformas de viajes compartidos o simplemente de crear polémica para aumentar las visitas.
Pero aquí el problema parece que se centra con la plataforma BlaBlaCar. Para el profano en la materia, señalar que BlaBlaCar es una plataforma que pone en contacto a personas que quieren compartir plazas en su coche a la hora de realizar un viaje fijado. Es decir, fulanito va a hacer un viaje de A a B un día a una hora y no le importa compartir su vehículo con personas desconocidas. Las personas que se suman al vehículo pagan una cantidad previamente acordada y que se supone que es en modo de compartir gastos.
Si uno lo piensa realmente, no es más que otra forma de viajar con sus ventajas e inconvenientes. Pero el problema surge cuando este servicio empieza a hacerle la competencia a las grandes empresas de transporte de viajeros. Estas empresas ven con preocupación la proliferación de este servicio al temer la pérdida de mercado y por lo tanto el empobrecimiento de sus resultados económicos.
Pero antes de comentar el comunicado del gobierno, me gustaría hacer un análisis general.
Tanto BlaBlaCar, como las empresas de transporte (como por ejemplo ALSA), tienen una serie de ventajas e inconvenientes. Las principales ventajas por las cuales BlaBlaCar es elegida cada vez más por mayor número de personas son el ser una forma de desplazamiento más barato, más rápido y generalmente más cómodo (para los que hemos viajado mucho en autobús entendemos a la perfección el tema de la comodidad). Evidentemente el tiempo de transporte es inferior en un turismo (siempre hablo dentro de los márgenes de velocidad de la ley), ya que generalmente en este tipo de transporte se pueden acordar los puntos de recogida y bajada en un itinerario fijado (en vez de las estaciones) y no suele recorrer localidades intermedias como si suele realizar el servicio de autobuses o trenes. Pero el punto clave sin duda es el dinero. Todo lo sea algo más económico suele ser considerado como algo muy deseable y atractivo.
Ahora bien, BlaBlaCar tiene dos grandes desventajas. Por un lado una persona viaja con alguien desconocido (sí, uno puede ver valoraciones escritas de antemano, pero sigue siendo generalmente un desconocido del que no sabemos su forma de actuar) y el tema de la seguridad. En muchos casos el vehículo puede que no esté en las mejores condiciones para realizar el viaje (lo que supone un riesgo) y por otro lado está algo tan problemático como puede ser las batallas con los seguros en caso de accidente. Esto último es muy usado por los detractores de BlaBlaCar para hacer hincapié en que en caso de accidente es muy posible que una persona que no tenga nada que ver con el vehículo en el que viaja (al no pagar ningún tipo de seguro por el transporte), tenga problemas a la hora de recibir una compensación por parte de una aseguradora. Aunque este tema es muy oscuro y no está nada claro, sí que puede ser algo a tener en cuenta.
Pero analizados las ventajas e inconvenientes principales de BlaBlaCar, ¿por qué sigue creciendo sin parar? Como muchos habéis podido imaginar, lo que hace a esta plataforma tan atractiva es el precio. Y digo yo, ¿tan grande es la diferencia? Veamos algunos ejemplos:
Málaga-Sevilla con ALSA vale 18,57€ y con BlaBlaCar uno puede encontrar el viaje por entre 10-12€ (un ahorro de un 35-46% según la cantidad).
Coruña-Oviedo con ALSA vale 24,4€ y con BlaBlaCar uno puede encontrar el viaje por entre 15-18€ (un ahorro de un 26-39% según la cantidad).
Queda reflejado en estos dos casos que el ahorro es importante. Aún así hay que señalar que ALSA tiene unos horarios fijos y BlaBlaCar no, ya que los viajes se crean en función de la presencia de personas que quieran compartir su coche en un momento dado. Además el precio en algunos trayectos es igual al de ALSA, lo que supongo que ahí hará que primen otros factores en la elección e BlaBlaCar.
Pero, ¿dónde falla BlaBlaCar? Como todo lo que implica economía personal, surgen una serie de malas prácticas que hacen que esta plataforma no sea 100% legal. Aunque no tengo datos de que porcentaje de los viajes usen estas malas prácticas, voy a enumerar algunas de las que he leído en foros. Hay personas que viendo el flujo de dinero que se crea con los viajes, deciden hacer varios al día en zonas donde se necesiten con el fin de lucrarse. Esto se sale fuera del hecho de compartir gastos y hace una competencia desleal e ilegal a otros servicios de transporte que si requieren regulación y el pago de impuestos. Así mismo toda persona que ofrece su coche para realizar el viaje y tenga como función primordial el hecho de que le salga gratis o incluso salir con saldo positivo, ha de saber que no es 100% justo y que a nivel legal se vuelve a salir del puro trámite de gastos compartidos.
Ahora bien, si BlaBlaCar no para de crecer, eso refleja que los usuarios ven que según sus criterios posee más ventajas que el transporte convencional, lo que puede indicar a estas compañías que es necesario un cambio de mentalidad. Tras consultar varios foros, las críticas más generales las recibe la empresa de transporte de autobuses ALSA, a la cual acusan de inflar y de subir repetidas veces el importe del billete con el fin de obtener más beneficios. Critican también en muchos casos que la calidad del viaje ha descendido al utilizar para muchos trayectos una flota de autobuses mucho menos confortable (generalmente en aquellos trayectos con varios autobuses para una misma hora en la que se contratan autobuses de otras compañías).
Independientemente de todo esto, quiero aclarar que el comunicado del gobierno ni menciona directamente a BlaBlaCar (es más no lo hace con ninguna compañía en concreto) ni dice que todos los usuarios que utilicen este servicio serán multados. Entonces, ¿sobre qué va este comunicado? Si hacemos caso a uno de sus primeros párrafos:
“Ante la aparición de anuncios en los medios y redes de comunicación mediante los que diversas empresas hacen pública su intención de poner en marcha plataformas de contratación de servicios de transporte de viajeros en vehículos de turismo particulares, el Ministerio recuerda que es necesaria dicha autorización y que los Servicios de Inspección del Transporte Terrestre velarán por el cumplimiento de la legislación vigente en la materia.”
Aunque puede ser algo ambiguo, no ataca directamente a una plataforma en concreto, pero si utiliza el apelativo empresa, lo que en el fondo viene a señalar fines lucrativos. BlaBlaCar por concepción no los tiene, ya que técnicamente se basa en la particularidad de gastos compartidos, lo que no entra dentro de esta categoría. Ahora bien, si en algún momento esta plataforma fuese la excusa para que ciertas personas se lucren, entonces sí que podría incurrir sanción. Pero ¡ojo!, de hablar de este caso en concreto a decir que todo usuario de la plataforma puede ser multado, hay un salto muy importante.
Parece ser que el verdadero objetivo de la publicación va contra aquellas plataformas cuyo fin sí es lucrarse. Hay una en concreto a la cual se le ha dado mucha publicidad en estos días como ejemplo de empresa que si viola la ley. Se trata de Uber (en la foto podéis ver una pintada en contra de ella en un taxi en la huelga de ayer). Esta compañía pone en contacto a personas con conductores (según ella profesionales) para traslados dentro de una ciudad (hay otras que lo ofrecen para fuera de ella). En estos casos los viajes se conciertan a gusto del cliente y el fin sí parece ser el lucro, lo que violaría la ley al no tener estas personas la correspondiente licencia ni pagar impuestos.
Por lo tanto, a modo de resumen he de señalar que todo aquel desplazamiento que implique ánimo de lucro y que no pague ni impuestos ni utilice las respectivas licencias o requerimientos para ello, está infringiendo la ley. Sobre BlaBlaCar en concreto, señalar que si el cometido del viaje es exclusivamente el compartir gastos en un trayecto que se va a realizar de todos modos, estoy de acuerdo con él e incluso me parece normal. Ahora bien, recalco que si implica lucrarse, debe seguir una política de impuestos y requerimientos del mismo modo que se exigen a otras empresas del sector.
Ahora bien, estos ataques a la compañía y el difundir noticias en las cuales se amenaza con multas a cualquier usuario de estas plataformas pueden tener también un objetivo comercial claro. Uno puede pensar que buscan acobardar a los usuarios de BlaBlaCar con el fin de que no utilicen este servicio y vuelvan a utilizar las mismas empresas de transporte que antaño, para así frenar en seco la “fuga” de usuarios y por tanto la reducción de los beneficios.
Así que antes de creer todo lo que dicen, infórmate y saca conclusiones. Estoy seguro que de esta forma sabrás que es lo mejor y podrás formarte una opinión clara. Y antes de utilizar un servicio u otro, valora sus ventajas e inconvenientes y ten en cuenta los riesgos que pudiese haber. Espero por lo tanto haber ayudado a esto. Hasta la semana que viene.